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"Mi buen amor."

Auron sonrió viendo como su novio reía a carcajadas por una película de Star Wars que estaban viendo. El castaño lo había convencido pero ni siquiera le estaba tomando atención a la película.

-¡Mira! Joder, ese escena es increíble -la emoción con la que hablaba Luzu hacia que Raúl se sintiera feliz.

Mientras él alcalde no despegaba su mirada de la pantalla, el psicólogo no dejaba de verlo sin intentar disimular, ya no hacía falta eso y el saberlo lo ponía muy contento.

-¿Mañana salimos? -pregunto él más bajo recargando su cabeza en el hombro de su pareja.

-claro, podemos ir a tomar café o.. lo que sea, no importa el lugar cuando estoy contigo.

Cuando Borja decía frases como esas, la cabeza de Auron iba eliminando lentamente cada inseguridad que se formaba por tontas cosas.

-auroncito -el más alto lo llamo con una pequeña sonrisa en su rostro- ¿Puedo quedarme a dormir? Es que ya es de noche pero si te molesta yo..

Antes de que siguiera hablando, Raúl se acercó hasta poder darle un rápido beso en los labios.

-tu no tienes que pedir eso, ¡Claro que sí!

Manolo y Frederick pasaron frente a ellos persiguiéndose el uno al otro, eso hizo sonreír a los padres de ambos.

Desde hace un mes que Luzu se estaba quedando a dormir en casa de su pareja, ¿Por qué? Ninguno de los dos lo sabía pero de igual manera, a ninguno de los dos les molestaba. Hasta era lindo.

Cada tarde salían al pueblo a caminar para comprar cosas que podrían servir como decoración. Los lunes Luzu pagaba el helado de ambos, los martes Auron lo hacía y para el señor del pequeño puesto ellos dos eran la mejor pareja de karmaland.

Llegaban a las reuniones con sus amigos tomados de la mano y se defendían de cualquier cosa, un poco molesto era para los demás pero ellos que se vayan a la mierda.

Solo había cambiado una cosa. Luzu ya no tenía psicólogo para poder sacar todo lo que retenía día a día, porque tener como doctor a tu novio no era muy cómodo.

-¡Ya es hora! -le gritó Auron desde su huerto- ¡Soy el padrino, necesito llegar temprano!

-joder, Auron, estaba limpiando una de las torres -respondió Borja saliendo del búnker- ni siquiera recordaba que había un condón.

-tu culpa -lo señaló con su dedo para después tomarlo de su mano y empezar a caminar hacia la iglesia.

El punto. El castaño había buscado a alguien más para que aunque sea pudiera escucharlo y después de tanto buscar había encontrado a la persona perfecta, pero no se lo había dicho a Raúl.

-¡Pensé que no llegarían! -los recibió Fargan mientras los abrazaba.

-¿Y perderme tu boda? Soy un puerco pero no de esos.

Alex se acercó a ellos para guiarlos hacía el lugar en donde tenían que estar. Vegetta también había tenido que ver en la preparación del gran evento así que él era el más nervioso en todo el lugar.

-¡Ya viene Willy! -Samuel grito lastimando los oídos de muchos.

Cada uno corrió a su lugar y el "tan tan tan taaaan" empezó a sonar.

Luzu apretó la mano de su pareja, después de eso seguro iba a necesitar hablar con alguien.

-¡Poneros de pie, por favor! -el padre Rabos hablo.

Luego estaba Auron, era cierto que las inseguridades iban bajando pero también nuevas iban creciendo. Y es que el miedo de cagarla siempre estaba ahí, por más que Fargan le diera miles de consejos nunca se iban.

-hola, guapo -saludó Lolito sentándose aún lado del psicólogo.

Otra cosa eran los celos. Aunque Borja tuviera muchas más razones para armar una escena, nunca lo hacía y prefería dar indirectas, Raúl era otra cosa totalmente diferente.

La última vez fue con Rubius y, bueno, el psicólogo iba perdiendo clientes.

-si alguien quiere openerse, que hable ahora o que calle para siempre.

Pero eran una bonita pareja a la vista de todos. Nadie se daba cuenta de los celos de Luzu, o de las tontas peleas que siempre tenían por la mañana porque no sabían que cereales comer. O cuando a mitad del sexo uno de los dos paraba todo y muy pocas veces terminaban de hacer lo suyo.

-¡Yo me opongo! -el grito de un hombre se escuchó por todo el lugar.

De inmediato todos se pusieron de pie mientras veían como el hombre entraba a la iglesia y Fargan caminaba hacia él. El alcalde y su novio de inmediato lo reconocieron.

-¡Antonio Ernesto Guadalupe de Jesús! ¿Qué haces aquí? -mientras que el hombre de máscara hablaba, Willy se mantenía en su lugar procesando lo que pasaba.

-¡No te puedes casar con él! ¡Tú me amas a mi!

Raúl volteó hacia Luzu cuando sintió como este lentamente soltaba su mano.

-¿Estás bien? Puedo intervenir y sacar a ese puerco del lugar.

-no no, solo.. no.

Alex, quien era el único que se tomaba el tiempo para preocuparse de sus amigos, arrugó su entrecejo sabiendo que algo no andaba bien entre ellos, pero eso sería para otro momento.

-¡Fargan, para! -por primera ves, la voz de Willy se escuchó.

-¿Qué? ¿Qué pasa? -el mencionado se acercó hasta donde su pareja estaba.

-¡Pensé que hablabas de ponerle una mina a los malditos invitados, no de esto!

El silencio inundó la iglesia.

-joder, ¡Se cancela la puta boda!

Y después de eso los murmullos se empezaron a escuchar mientras Guillermo salía del lugar y Samuel iba detrás de él.

Si, eso no estaba bien.

-¿Quieres ir a tomar algo a la taberna? -le propuso Auron al alcalde.

Él tomó su mano y asintió repetidas veces con su cabeza. -me hace falta.

Él menor de los nueve solo suspiro. Por ser el único que no tenía ningún amorío con alguien se sentía obligado a hacer algo, por suerte una idea cruzo por su cabeza.

-¡Todos a casa de Vegetta!

¿Te lo esperabas? || LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora