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Despierto, noto que mis muñecas están atadas con cinta y me inclino en el suelo, dejando de estar recostada. El aspecto de Tanner ha vuelto a ser normal, está mezclando sangre en unos tubos.

—¿Qué haces? —pregunto nerviosa.

Sonríe y me mira de reojo.

—Ya no te interpondrás más en mi camino, chica metiche —Se acerca hasta mí y se agacha a mi altura, agarrando mi rostro con fuerza —. Ahora bebe esto —Apróxima un tubo.

—No... —Cierro mis ojos.

No sé qué pueda tener eso, pero no quiero saberlo, estoy asustada.

Deseos OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora