Nuestra Historia (alvitz)

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—Empecé a escribir la historia —Sonó, apenas atendí la llamada, esa voz áspera, inconfundible e irreemplazable que me sacaba de juego. Alvaro y su voz...Joder. ¿Qué hacía llamándome a estas horas?Siempre hacía lo mismo, se limitaba a marcar y soltar lo que sea que tenga para decir, sin hacer reparos en saludar a la persona del otro lado de la línea.

Hacía mucho que no llamaba, antes hablábamos todo el tiempo, solíamos ser buenos amigos; saliamos a comer, jugabamos a las cartas y veíamos peliculas, pero después comenzaron los celos de Veronica, y Alvaro se vió obligado a dejar de salir todos los jueves a comer comida china conmigo, a dejar de venir a mi casa o invitarme a la de él, y sobre todo, dejó de hacer sus llamadas impulsivas a mitad de la noche para contarme algun sueño estupido y delirante que solo a mí y a él nos hacía gracia.
Había pasado tanto tiempo que me había desacostumbrado al timbre de su voz, a sus llamadas, a todo...Pero allí estaba, de vuelta, con otra de sus clásicas llamadas impulsivas en medio de la noche

—¿q... qué?— solté rápidamente, alarmada por el tiempo que habré estado callada, mientras mis recuerdos, que yo creía enterrados, resurgían de las cenizas. De mi boca escapó una risita nerviosa, esclarecí mi garganta y traté de parecer serena. Nunca me pongo así cuando alguien llama, generalmente si lo hacen son llamadas cortas y más bien operativas, y por supuesto, ninguna proviene del hombre que sigue protagonizando tus sueños. —Alvaro, no esperaba tu llamada—Claramente su llamada repentina me había tomado de sorpresa. ¿Cuanto tiempo hacia desde la última vez que...?

—La historia, Itzi—contestó, entusiasmado, interrumpiendo mis pensamientos— la que habíamos dicho de hacer hace unos meses ¿te acuerdas? yo se que suena loco pero de verdad tengo un muy buen presentimiento con esto. Además, hablé con Alex Pina—¿Habló con Alex Pina?! debe de ser una broma— y quedamos en juntarnos la semana que viene. Él, tú y yo

Joder, la historia... mira tú si no me voy a acordar de la historia... Habrán pasado cuatro o cinco meses desde que surgió esa idea disparatada de protagonizar algo juntos. Ambos estabamos en mi casa, tomando un par de copas, riendo y jugando al truco; la hora de la madrugada y el alto porcentaje de alcohol en sangre, hizo que Alvaro soltara ciertas cosas que no debería haber dicho

****

—Embido —dijo, mientras sostenía sus cartas con su mano izquierda, y daba un largo trago de champagne con la otra.
Estábamos en el living mi casa, sentados enfrentados en el suelo, jugando al truco luego de haber cenado pizza. Habíamos tomado bastante, así que la partida se estaba complicando. Mi vista de a ratos de volvía borrosa, y las cartas parecían difíciles de descifrar

Alvaro habló, mientras yo analizaba mi próximo movimiento

—Sabes... —buscó mi mirada y no siguió hasta que lo miré—tú y yo podríamos ser la pareja perfecta, ¿no lo crees?—mis ojos se abrieron atónitos. ¿Estaba escuchando bien?—Digo... pareja ficticia, claro. No te asustes—rió tocandome los hombros intentando tranquilizarme. Sin dudas mi cara debe de haber sido un poema—Nos complementamos perfectamente, somos el uno para el otro—dijo mientras la lengua se le resbalaba y trababa a causa del alcohol. Lo miré seria por unos segundos y luego solté una sonora y desencajada carcajada, que fue acompañada de una risa grave por lo bajo que escapó de sus labios. ¿qué acababa de decir? a decir verdad, ambos estabamos bastante ebrios pero no lo suficiente como para empezar a delirar

—¿tú y yo?! Tío, ni me lo imagino—dije riendome, intentando ocultar mis nervios. ¿A qué iba todo esto?

—¿no te lo imaginas siquiera?

—no! jajajajaj ni por un segundo, Alvaro—claro que me lo imaginaba. Miles de veces lo hice. Pero no me atreví a confesarlo

—Pues yo podría imaginarnos viviendo asi—nos señaló—todos los días, —siguió, ignorando mi nerviosismo repentino. Soltó sus cartas por un momento y tomó un trago largo de champaña, esta vez, directo de la botella—Anda imagínanos...nosotros jugando a las cartas... toda la noche, con los platos a medio lavar en la cocina... ambos somos desordenados asi que la casa estaría patas arriba diariamente. Dios sería un puto sueño

CONTIGO (serquel / alvitz oneshots)Where stories live. Discover now