- El JP nos dijo de ir a su casa esta noche, ¿te apetece? - propuso Lucas mientras conducía una bicicleta con Andy sentado sobre el manillar.
Era verano y los dos chicos decidieron pasar otro día más juntos, cosa que habrían hecho igualmente aunque no estuvieran en el consensuado periodo de vacaciones.
- No mucho, la verdad...- repuso su compañero - ¿Por qué insistes tanto en que quede con tus amigos?
- Algún día tendrás que hablar con alguien que no sea yo - rió Lucas.
Andy agradecía ir sentado de espaldas a él porque le avergonzaba mirarlo a la cara.
- Siempre que digo algo la fastidio - murmuró -. No sé ni porqué me invitan contigo si debo de caerles fatal.
- Porque sin ti no voy a ir - contestó como si fuera obvio.
Lo había dicho con tanta naturalidad que acabó molestándole a Andy.
- No conviertas nuestra relación en algo tóxico y queda con tus amigos de una vez.
- Solo será el JP y Milán - se justificó -, no será para tanto.
- Que no, Lucas.
- Oye, gigantón, que el renacuajo ha dicho que no.
Cuando Lucas percibió una voz ajena interrumpir su conversación fue cuando notó algo atascarse en la rueda delantera de la bici. El manillar salió de su control y Andy fue el primero que iría a derrapar el suelo con la nariz por salir disparado tras el brusco giro.
Los maleantes estallaron en carcajadas al conseguir, una vez más, convertir a la pareja en un objeto de burla.
- ¿Estás herido? - preguntó Andy al darse cuenta de que la vasta mano de Lucas había impedido que el pequeño obtuviera una contusión cerebral.
Lucas se había torcido el tobillo por la incorrecta caída y se había raspado las mangas al intentar detener el golpe de Andy.
- Un paseito en bici a casa de la abuela para llevarle unas berlinas - uno de los agresores pisó con fuerza el herido pie de Lucas -. Adivina quién hace de lobo - se inclinó con una amplia sonrisa mientras presionaba en el punto débil.
- ¡Aaah!
"¡Lucas!" quiso gritar Andy cuando vio a su amigo siendo molestado de una forma tan cruel estando indefenso pero una extrema ansiedad volvió a invadir su diminuto ser por enésima vez en cuanto las miradas se concentraron en él. Sentía como si su cuerpo no le respondiera por muy grande que fuera su voluntad.
- ¿Tú qué miras, enano?
Andy hizo el intento de articular alguna palabra en respuesta pero se ahogaba en su propia voz sintiendo las predominantes auras de los enemigos.
- ¿Te ha comido la lengua el gato?
Comenzaron a acercarse a él, burlesca mirada e intimidante situación en la que Andy, desde el suelo, se arrastraba torpemente hacia atrás para intentar mantener distancias. Antes de que Lucas hiciera nada para ayudarlo, su tobillo volvió a ser apresado arrancándole otro quejido.
Lágrimas de impotencia comenzaron a brotar de los débiles ojos de Andy mientras observaba cómo diferentes comentarios agresivos apuñalaban a Lucas y rebotaban en él acompañados de golpes casuales.Cuando perdieron las carteras, mochilas y todo objeto de valor que llevaran encima, el peligro pareció esfumarse. El sol ya se estaba empezando a ocultar y el apenas habitado pueblo de los chicos se convirtió en una ciudad fantasma. De entre toda la gente que había visto el descarado asalto, solo uno había reaccionado y fue únicamente para grabarlo en vídeo. Los demás desalojaron la calle como si su deber fuera no interferir.
ESTÁS LEYENDO
Insomnio (SR #4) (BL)
Teen FictionPARTE 4. Secuela de Sin Azul. El mayor enemigo de la vida humana se levanta en el peor momento posible, cuando todos nuestros héroes (y no tan héroes) están enfrentándose a grandes obstáculos. Para aferrarse a la última esperanza que les queda tend...