No podia dormir después de eso, existía la posibilidad de repetir esa pesadilla que desde hace varios días se hacía presente por lo cual la evidencia eran las claras ojeras que se estaban formando bajo sus ojos.
Tampoco quería revivirlo de nuevo Pero volvia a su mente sin importar que tan inquieto quedaba el y su pobre corazón que ya no aguantaba más.
¿Y si se repite?
No por supuesto que no, Rita era fuerte y confiaba en que estará bien.
Pero no es como yo.
—¿Shadow?
La miro, ella estaba allí parada en las escaleras mientras bostezaba, ninguno de los dos podía dormir pero por razones distintas.
—¿Llevas mucho tiempo despierto?—Pregunto y el nego—Son las dos de la mañana, ¿Comprobamos esa leyenda?
—¿Crees en esas historias?
Asintió y el azabache suspiro para apartar el libro.
—Mas allá de créer o no, quería levantarte el ánimo, te vez decaído.
Casi un mes desde que ella llegó y si llegara el momento de ser sincera con alguien diría que el azabache a pesar de su actitud fría, un tanto gruñona y que no llegaba a involucrarse en las conversaciones se había vuelto alguien especial para ella.
Tanto que a cada minuto confiaba más en el, como para compartir detalles sobre su familia y sobre ella. El moreno lo pensó un poco.
—Aun duele todo lo que pasó, trato de no pensarlo mucho.
Pero es difícil. Pensaron ambos, el porque no se atrevía a decirlo ella lo dedujo al ver aquellos ojos rojos.
Se acercó para sentarse a su lado y acaricio su espalda para darle suaves palmadas.
—¿Que tal si hacemos una pijamada aquí?
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Calculaba que había pasado una hora desde entonces, al principio que escucho esa pregunta no se sentía cómodo pero a medida que ambos jugaban juegos de mesa, comían un bocadillo y tuvieran una pelea de almohadas todo eso quedó atrás.
Se sentía muy bien compartir hasta los dulces a pesar que no eran sus favoritos.
—Son muy suaves tus púas—Susurro y Shadow la escucho, inconsciente sonrió—¿Seguro que quieres que continue?
—Si.
Sonrió para seguir peinando las puas del azabache, desde hace 15 minutos atrás que el sueño había regresado a su cuerpo Pero aún no quería ir a dormir.
