Eᒪ ᑕOᖇᗩᘔOᑎ ᗪE ᑌᑎᗩ ᔕIᖇEᑎᗩ 🐚 KOOKᗰIᑎ

Pt 2 : el punto negro

Los labios de Jimin eran suaves y flexibles, contrastando en gran medida con la forma en que los propios labios de Jungkook estaban agrietados y despegados, pero no parecía importarle, devorando hasta el último aliento de la garganta de Jungkook mientras se besaban.

Jungkook dejó que sus manos vagaran, deslizando sus palmas sobre la piel de Jimin y jadeando cuando los dedos de Jimin se enredaron en su cabello y tiraron, su lengua sabía a agua salada y algo dulce, como el azúcar. Se separó brevemente para jadear por aire, luego extendió la mano y jaló a Jimin más cerca de sí mismo hasta que estuvo sentado en su regazo, las manos de Jungkook agarraron la carne de su trasero.

Con esta nueva posición, Jungkook podía sentir su dureza tensarse contra sus pantalones delgados mientras Jimin rodeaba sus caderas en el regazo de Jungkook. Jimin no llevaba nada aparte de esa camisa suelta, y con la mano apretada alrededor de sus muslos Jungkook podía ver, podía sentir la forma en que sus pollas se frotaban, como si no hubiera ninguna capa entre ellos.

"Jimin, ¿alguna vez has ...?", Dijo Jungkook, besándolo suavemente y pasando las manos por las curvas de su cintura.

Jimin sacudió la cabeza. "No en este cuerpo. Tendrá que mostrármelo, capitán."

"Está bien", dijo Jungkook, juntando sus labios en otro beso abrasador, levantando las caderas para encontrarse con las de Jimin, sacando un gemido de la garganta de Jimin.

Jungkook se había acostado con hombres antes, en el internado cuando era joven e inexperto, cuando se unió a la tripulación por primera vez, en el puerto de vez en cuando, pero ninguno de ellos se acercó a cómo se sentía estar aquí con Jimin ahora. Ninguno de ellos tenía su pasión, su cuerpo ágil, su fluidez como el mar del que provenía.

Cuando Jimin lo besó, lo besó con labios que no podían pertenecer a ningún humano, y cuando gimió, fue con una voz que pudo y había encantado a innumerables marineros. Sería la muerte de Jungkook, pero de la manera más maravillosa y hermosa.

"Acuéstate boca arriba para mí", dijo Jungkook contra sus labios, frotando sus palmas sobre los muslos de Jimin.

Jimin asintió, presionando un beso en su mandíbula antes de complacerlo, recostándose contra la almohada, su camisa prestada levantada casi hasta su pecho, su polla enrojecida y dura contra su estómago.

"Eres tan hermoso", suspiró Jungkook, sus dedos recorrieron las pantorrillas de Jimin, hasta la parte interna de sus muslos, y luego hacia abajo.

Jimin se detuvo, agarrando las manos de Jungkook. "Estas bromeando".

"No estoy bromeando", sonrió Jungkook. "Simplemente apreciando".

"Tienes mucho tiempo para apreciar después de que me hayas mostrado lo que el cuerpo humano puede hacer".

"Muy bien", dijo Jungkook, inclinándose y dándole un beso con la boca abierta en la parte interna del muslo, justo debajo de la polla. "Espera aquí."

Se deslizó de la cama y fue al armario, agarrando un pequeño frasco de la parte de atrás, escondido detrás de su ropa de dormir. Se quitó los pantalones y la camisa antes de regresar a la cama, sentándose de rodillas frente al sonrojado cuerpo de Jimin.

Jungkook extendió el líquido sobre sus dedos, frotándolos para calentarlos, luego pasó su mano hacia arriba y hacia abajo por su propia polla para deslizarla con liquido.

"¿Qué es eso?", Preguntó Jimin.

"Aceites de Shanghai", dijo Jungkook, agregando más a sus dedos mientras hablaba. "Para que esto no te haga daño".