Capitulo 32

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Capitulo 32: Sentimientos en el bosque

—Nicci ¿Qué dices? ¿Llevo el tapado de piel de Prada? —pregunto aquella chica con gustos igual de costosos que los míos.

— Se supone que es un viaje al bosque, de un día. En otras palabras, hábitat natural rodeado de bichos, mosquitos e insectos. No te recomendaría que lo lleves. —respondí mientras terminaba de preparar mi bolso Gucci lleno de cosas simples y básicas. Un viaje al bosque de solo un día, nos espera. Había pasado ya un mes de todo lo sucedido. Jaqueline ya se había mejorado y salido de cuarentena, por mi parte había vuelto a entrenar con mucha mas persistencia y sacrificio que antes, y mi relacion con René se podría decir que ha mejorado muchísimo desde entonces. La verdad... estoy muy feliz y plena con el presente que estoy viviendo.

Luego de unos cuantos minutos de terminar de preparar nuestros bolsos, las chicas y los demás alumnos nos dirigimos rápidamente hacia el micro que nos estaba esperando.

—Bien, suban todos al micro. Que arrancamos. —sonó la voz de uno de los tantos profesores que nos acompañaban. Todos los años suele suceder el típico campamento que consiste en pasar un día en el bosque. Es algo clásico y particular que tiene este internado.

Me coloque los queridos auriculares, para luego escuchar el resonó de música fuerte, eliminando el aburrimiento que provoca un largo viaje. Al ver como se sentó en el asiento del al lado mío Liam, coloque los ojos en blanco ante la tediosa interrupción. Lo que mas detesto es que este por escaparme del mundo, oyendo música, y vengan a joderme el momento. Además no estoy en las mejorar sintonías con este hombre.

—Hace tanto no hablamos, te encuentras distante. —ante oír ese comentario lo único que salio por parte mía fue un sonido dando a entender que escuche lo que dijo pero que no me importaba. — ¿Piensas contestarme?

—No me interesa escuchar quejas. —dedique mirada desafiadamente.

—Me puedes decir ¿Qué diablos te sucede conmigo Nicci? —alzo un poco el tono de voz. ¡Valla! El hombre perfecto hace notorio actitudes violentas.

—Profesor. —levante la voz llevándome la mirada de atención por parte del directivo. —El psicólogo Liam esta invadiendo mi privacidad, por no decir incomodándome. —explique.

—Por favor profesor deje de fastidiar a la señorita Collins y venga para aca a ayudar a los demás directivos.

— Pero...

— ¡Profesor! —con rostro de sorpresa se dirigió rápidamente hacia donde se encontraba aquel hombre . —Y que no se repita porque si es asi, no solo voy a tener que contarle al director el terrible inconveniente sino que también va a ser suspendido por dos semanas. — ¡Ups! Creo que fue un poco lejos con la advertencia. Pero viéndole el lado positivo asi se va a dar cuenta que no quiero dialogar con el.

Horas mas tarde habíamos llegado a aquel lugar, lo único que se podía observar era naturaleza y mas naturaleza.

Bosque. Detesto el bosque y todo lo que tenga que ver con el hábitat natural. Prefiero los lugares elegantes y sofisticados, dignos de una Collins. Esto ni se asemeja a nada. Mi apariencia glamorosa antes del viaje, había disminuido demasiado. Asi que opto por dirigirme hacia el baño que habitaba en el campamento, para poder arreglarme y hacer de mi alguien presentable.

Mientras me estaba terminando de colocar el labial, veo por el reflejo del espejo a un Liam invadiendo mi privacidad, de nuevo.

—¿Qué haces aquí? Es el baño de mujeres. —hable harta de sus estúpidas y tediosas actitudes, que no llegaban para nada.

— Vamos a hablar, quieras o no. —coloque los ojos en blanco.

—Cariño, estas muy desquiciado si crees que vas a venir aquí e imponerme algo que no quiero ni pienso hacer. Acaso no te das cuenta que estas tratando con una Collins.

— ¡Me importa un coño cual sea tu apellido! — alzo el tono de voz. Ese grito logro derramar el vaso. —¿Qué esta mal contigo? Tu no eras asi..

—Cuida tu maldito tono, ¡Aborrezco las faltas de respeto! —aclare con ira en mi, a lo cual pude notar como su rostro cambiaba inmediatamente a uno mas de arrepentimiento. —Tu estas mal, no yo. Mira, tu no me vas a venir aquí a echarme la culpa de lo desquiciado y acosador que eres tu. Eres igual que todos Liam, un maldito egoísta. —murmure con desprecio.

—¿De que hablas?

— ¿No lo recuerdas? Cuando me dejaste ahogarme en mi depresión y mi maldito trastorno alimenticio. Pensé que en serio te importaba, y bien después de la ultima recaída, ¡Tu! Fuiste el que se distancio. El que le importo una mierda de mi.

— Nicci ¡Siempre me importaste! Estabas enferma, no era quien para poder ayudarte.

— Si quieres jugar ese juego, me parece perfecto. Pero no vengas mas aquí a ¡Invadir mi vida! Haciéndome creer que es mi culpa que seas un idiota.

— No entiendes... ¿De que juego hablas?

— Invento una excusa, me la creo que yo mismo y luego se la hago a creer a los demás. Si haces eso, además de hipócrita, egoísta y demás, eres muy... hijo de perra. —hable mientras guardaba todas mis cosas y salía de allí.

Horas habían pasado desde aquella discusión, las cuales intente distraerme con otras cosas. Siendo sincera no me había afectado tanto la pelea como uno piensa. Había llegado las horas nocturnas y todos los alumnos nos encontrábamos rodeando una pequeña fogata, con malvaviscos en la mano.

—Bien, derritan su malvavisco y disfruten de la acampada. Luego se van a dormir todos, mañana es la hora de regreso. —anuncio el coordinador del campamento. Las diez de la noche eran, la luna llena habitaba en el bello cielo de color oscuro, el fuego iluminaba el bosque y algunas estrellas se hacían notar.

— ¿Sabes? —cruce miradas junto a René. —El "amor" es una palabra demasiado pequeña y no importa quien seas o cual sea tu apellido, no importa quien sea yo. Siempre serás el amor de mi vida Nicci. —sonreí ante esa bella y cautivadora confesión por parte de el. Nuestros labios hicieron contacto en un beso suave.

Nos separamos por falta de aire, pude ver como se encontraba Liam hacia algunos centímetros nuestro. Tenia el ceño fruncido en enojo, estoy segura de que no le sentó bien el beso. Me pude dar cuenta de que ya no vestía la chaqueta sino una musculosa blanca, que dejaba ver sus músculos notorios. En su brazo derecho podía verse un notorio tatuaje que según lo que mis ojos observaban, se trataba de un sol y dentro una "E". ¿Qué significaría? Debe ser algo realmente importante para habérselo tatuado.

—Lo que depare el futuro, realmente no me importa. Tu eres mi luz en este mundo oscuro e incierto, y cruel. Y quiero que sepas que nada ni nadie cambiara mi amor hacia ti, ni siquiera mi apellido.

— Te amo. —murmuro el.

— Te amo. —respondí segura de lo que estaba diciendo. René es mi presente y va a ser mi futuro. Liam solo fue una pagina mas en la historia, René, es el intachable final.

Apariencias Engañosas •Completa•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora