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Adiós

Elain esta muerta.
Gustaf esta muerto.

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Pov Jericho

En algún punto fijo de este lugar, encerrada me sentía, tal vez era un castigo, no quería mirar atrás mientras más lo olvidé será mejor,que tonta era.

El había recuperado la felicidad por un momento, Elain volvió a morir y yo suplante mi propia muerte, el no me amaba tal vez nunca lo hizo pero no siento rencor solo un dolor inmenso que me hace llorar en las noches.

Había pasado mucho desde ese incidente, Elain con vida significaba a que yo y Ban ya no éramos nada el volvió a amar a Elain mientras que yo volví a estar en la oscuridad de mi propio corazón.

Me preguntaba ¿Por qué me ilucionaste?

Después de la guerra, Elain murió, mi cuerpo estaba destrozado, pero sentía una fuerza dentro de mí que me llena de luz.

Ban se olvidó de mi en el momento que ella volvió tal vez ese era el destino.

Gracias a mi amigo pude volver a hacer mi vida.

Me cepille mi largo cabello un día fue lila pero hoy  oscuro, tal vez nunca supieran de que Jericho estaba viva ahora solo quedaba Vanesa esposa de uno de los generales más fuertes llamado Iruka, mire en mi gran habitación, me levante lentamente, vi en el lindo cunero a un bebé de preferencia barón durmiendo tranquilamente se movió un poco y de poco en poco abrió esos grandes ojos color carmesí, su cabello una extraña combinación entre lila y blanco y su suave tez pálida, me reí un poco.

Mi hijo parecía una mujer, tal vez cuando sea mayor será un auténtico conquistador espero que no.

-Hola Gustaf_lo levante para cargarlo,el con sus pequeñas manitas hacia movimientos suaves, balbuceo y se rio tal vez era un chiste para el mismo, mi pequeño retoño era muy risueño.

-Sabes Gus_segui hablando con mi hijo_algún día te enterarás de mi verdad tal vez me odies pero sabes hize todo por mi, tal vez soy mala y cruel  pero quería verlo solo, perdóname bebé_lo abraze y solloze.

Definitivamente mi hijo me iba a odiar.

-Uuuu que hermosos_nos abrazaron por detrás, regrese la mirada y era Iruka, el siempre tan feliz tan contento.

-Buenos días amada_le sonreí.

-Hola cariño_el le devolvió la sonrisa.

-Sabes él_dijo mirando a mi hijo_tiene mucha suerte de que tu madre sea hermosa_dijo tocando con sus grandes manos la carita de mi hijo.

-No le pongas atención a tu padre Gus esta loco_los dos nos reímos, mientras que mi bebé nos miraba curioso, espero que mi vida sea así, espero que el no vuelva.

5 minutos después.

Bajamos tranquilamente, entre al salón de nuestra casa y me mire en un gigantesco espejo, mi cabello algún día fue lila ahora era negro, el color de mis ojos era el mismo nadie de ellos me había reconocido este tiempo y nadie lo haría.

-Señora Vanesa servimos la mesa? _mire a las sirvientas, y les regalé una sonrisa_ claro queridas mi marido ya mismo se irá a trabajar y es malo que el no coma por favor dense prisa_ellas me sonrieron y fueron a la cocina.

Me senté junto a mi esposo el me agarro de la mano y me Sonrió, junto a nosotros estaba la muchacha que me ayuda a cuidar a mi bebé, ella apesar de ser una nana para mi niño también era mi mejor amiga se había ganado mi confianza y sabía de Jericho.