XIII: El espía

2.6K 179 49
                                    

Ryoga despertó entre sábanas perfumadas delicadamente. Se acurrucó para sentir un poco más la esencia de su amada Akane impregnada en las telas. No había nada más lindo que ser tan pequeñito para tener tantas comodidades en abundancia.

Con un bostezo, bajó de la cama, casi tropezándose con sus pezuñas, aún somnoliento. Había dormido toda la tarde, sin mucho más que hacer que pensar en Akane y... en Ranma. No, no, en Akane, Akane era la única en su corazón, Ranma sólo era... Bueno, un amigo nada más, un buen amigo. Un amigo que últimamente estaba demasiado presente en sus pensamientos.

Tal vez había pasado mucho tiempo con su forma maldita y eso era lo que hacía que sus pensamientos divagasen. Ya era hora de volver a ser un chico «normal». Atravesó el pasillo desde la habitación de Akane hasta el cuarto de baño dando simpáticos y cortos pasitos. Cuando llegó al baño se dio cuenta de que estaba ocupado, y estuvo a punto de retirarse cuando escuchó las voces de Akane y de Ranma. Claro que él no era chismoso y no le gustaba meterse en la vida de los demás y mucho menos en sus charlas privadas... Sin embargo, se trataba de su querida Akane, charlando con su amigo, quien le había dicho que obraría en su favor para que Akane se enamorase de él. A pesar de que no se sentía orgulloso de hacerlo, razonó que podría quedarse a escuchar un poco, al menos para comprobar si hablaban de él o no. Se escondió detrás de la lavadora y comenzó a oír.

—Entonces... ¿me ayudarás? —era la voz de Ranma. Hubo un silencio bastante largo antes de que Akane respondiera.

—Ranma, no puedo... —dijo al fin Akane, con la voz apagada.

—Sé que lo que te pido es difícil y puede sonar como una locura, pero... Tú eres mi única amiga, no hay nadie más a quien pueda pedírselo.

—Es que... Yo no sé...

Hubo otra pausa, Ryoga no entendía de qué hablaban, pero ambos parecían incómodos. ¿Tal vez Ranma le estaba pidiendo que saliese con su buen amigo Ryoga? ¿Y Akane le estaba diciendo que no? ¿O sea que hasta como un favor Akane se rehusaba a salir con él? ¿Su amada lo despreciaba tanto?

Esos pensamientos se agolparon en la negativa mente de Ryoga, provocándole unas pequeñas lágrimas malpensadas, y casi lo hacen perder el hilo de la conversación que se volvía a desarrollar entre las dos chicas en el baño.

—N-no te preocupes, lo entiendo —era Ranma, que sonaba extrañamente más animado—. Era un pedido tonto de todos modos, lamento habértelo dicho. Ya me las arreglaré sola, así que olvídate de todo, ¿sí?

La puerta se deslizó y Ranma salió, pero en seguida lo siguió la voz de Akane.

—Espera, Ranma. Vuelve...

Tras un momento de duda, Ryoga pudo ver que los pies de Ranma daban media vuelta y volvían a entrar al cuarto de baño, cerrando la puerta tras sí.

—Quiero ayudarte... Pero no sé cómo... —La voz de Akane era tan baja que Ryoga apenas podía escucharla.

—Yo tampoco lo sé... ¿Y si me muestras... cómo lo haces tú...?

—¡Pero yo no hago esas cosas! —Akane sonó repentinamente alterada.

—¿Segura? No pensaré mal de ti porque lo hagas, es natural.

Hubo otro silencio. Ahora Ryoga no sabía qué pensar, parecía que de hecho no se trataba de él, sino de «hacer» algo, pero ¿qué podía mostrarle Akane a Ranma? ¿Tal vez cómo lavarse el cabello? No, Akane siempre hacía eso. ¡Ah! Tal vez era cómo enjabonarse sola la espalda, eso era un poco más difícil, pero ¿acaso Akane no se lavaba la espalda? Bueno, no era tan fácil hacerlo sólo, así que probablemente se trataba de eso. Pegó otra vez el oído a la puerta para seguir escuchando.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 08, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los sentimientos de una chica [Ranma 1/2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora