Capítulo Uno

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                          KEYLA

Eran las 07:00 am aquí en Chicago, el frío se podia sentir incluso bajo todas las cobijas que tenia encima de mi cama, no queria levantarme pero la alarma no dejaba de sonar, asi que con mucha pereza saque mi brazo y apague la maldita alarma, luego de quedarme mirando el techo por unos 5 minutos me levanté y fui a la habitación de al lado a tocar la puerta de Ivy, mi mejor amiga, compañera de clases y de apartamento.
Nos mudamos juntas hace dos años, arrendamos este pequeño pero cómodo lugar ya que, se nos hacia más fácil llegar a clases y estudiar si compartiamos el departamento. No es lujoso ni nada por el estilo, pero es adecuado para ambas, la renta es accesible y nos conviene a las dos. Además quien no querría vivir con su mejor amiga, en el lugar que sea, es el sueño de muchas.

-IVY! Despierta YA- grité mientras golpeaba la puerta desde el otro lado. Espere afuera hasta que escuche que empezó a moverse y fui al baño, una ducha caliente era lo que necesitaba para entrar en calor y lograr sobrevivir a este agotador día que se aproximaba.

Luego de unos 20 minutos salí como nueva, me vestí lo más cómoda y cálida posible y me dirigí a la cocina a comer algo, Ivy se encontraba allí preparando el desayuno.

-No puedo creer que aún no te hayas arreglado, Nate no debe tardar en llegar - Le dije en forma de reproche recordándole que su novio ya debería venir en camino.

-Y yo no puedo creer que tengamos clases tan temprano un lunes- Respondió mirándome con cara de pocos amigos. Ante eso solo pude sonreír y asentir, estaba completamente de acuerdo con ella.

Luego de comer algo rápido se fue a terminar de alistar, no entendía como era posible que conociendo lo puntual que era Nate ella seguía apagando la alarma una y otra vez, de todos modos Nate sabía lo perezosa que era y lo que le costaba que se levantara, ella no era buena en las mañanas y eso todos lo sabiamos.

Ivy y Nate eran novios hace un año aproximadamente, eran la pareja más dispareja que conocía, él es callado(hasta que entra en confianza), tranquilo y muy paciente, ella es todo lo contrario, parlanchina y muy sociable, pero se gustaban tanto que no tuve más remedio que hacer de cupido en ese entonces, ambos son mis amigos, y una amiga tiene que hacer lo que tiene que hacer, ninguno daba el primer paso por miedo a perder esa linda amistad que había crecido desde el día que los presenté.

Nate estudia derecho y va en cuarto año al igual que nosotras, lo conocí el primer año cuando ingresé a la Universidad, en una charla que nos dieron a los alumnos de humanidades, ese día mezclaron carreras para que todo fuera más rápido, y los estudiantes de derecho y psicología quedaron en el mismo grupo, desde ese momento se convirtió en uno de mis grandes amigos, tiempo después le presenté a Ivy y entre ellos todo fluyó naturalmente.

Ella no queria aceptar que sentía algo más que amistad por él, pero la conocía desde que eramos unas niñas, no podía engañarme, asi que un día los encerré en una habitación por horas, no me dejaron otra opción, sé que es una táctica algo infantil, pero gracias a ella conseguí los resultados que tanto esperaba, y no sólo yo, sino que ellos también, aunque no lo aceptaron hasta tiempo después, y desde ese momento están juntos y son felices, así que valio totalmente la pena todo el esfuerzo y los reclamos que obtuve de su parte luego de que supieran que había sido yo la que planeo todo, pero sé que me lo agradecen aunque no lo reconozcan en voz alta.

Todo iba bien en mi pequeño grupo de amigos, hasta el día que me enteré que Nate tenía un hermano, un hermano dos años mayor que estudia medicina en nuestra misma Universidad.
Noah Evans, un chico alto, cabello castaño oscuro, unos ojos pardo muy lindos y una sonrisa que dejaría loca a cualquier chica. Va en su último año, es atento, tiene una buena posición social, es inteligente, alegre y muy amable, era el tipo de chico que podria conquistar a la mujer que quisiera, el único problema es que ya la tenia, exactamente, él tiene novia y hacen una muy bonita pareja, lo que quiere decir, que mi tonta atracción por él solo quedaría en eso, en una atracción que no pasaría de mi ilusión.

Estaba tan concentrada pensando e imaginando cosas que no van a suceder, porque si, suelo ser muy fantasiosa y despistada, que no habia escuchado que Ivy me estaba hablando como una histérica.

-Keyla!- Me dijo mientras chasqueaba los dedos en frente de mi cara.

-Si que pasa? Pregunté media pérdida saliendo de esa nube que habian creado mis pensamientos.

-Te estaba diciendo que Nate ya llegó por nosotras, vamos o llegaremos tarde por tu culpa.

-Si ya voy, sal tu primero, iré por mis cosas. La vi rodar los ojos y salió rápidamente.

Fui por mis cosas a la habitación, mientras me recriminaba a mi misma por no poder controlar mis pensamientos cuando se trataba de él, no podía darle esa importancia, no podía darle ese poder, no cuando no sabe de mi existencia, no cuando todo grita que lo nuestro es imposible, o bueno, eso era lo que yo creía.

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