Capítulo Cinco

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KEYLA

Ya nos encontrabamos en la casa Evans, cada vez que estaba aquí no podía creer lo grande que era, habitaciones muy amplias, una decoración simplemente impresionante, todo aqui gritaba dinero.

Una razón más del porqué me gustaba Noah, y de porqué quería tanto a Nate, es que a pesar de todo el dinero que tenían, eran personas muy humildes, eran amables con todos sin hacer en menos a los demás por su clase social. De hecho si no fuera porque era amiga de Nate, nunca habría sabido que era de una familia adinerada, ya que no lo demostraba, lo mismo pasaba con Noah. Dos chicos que no alardeaban de todo el dinero que adquirían sus padres, quienes eran unos respetables empresarios de la ciudad.

Luego de dejar mis cosas en la sala de estar, Noah fue por su hermanita a su habitación, y trate de no ponerme nerviosa como hace un momento en el apartamento, no quería que notaran lo nerviosa y tímida que me hacía sentir Noah, tenía que mostrarme segura y tranquila.

Además que vienes a estar con su hermana, no con él, esa frase la repetí en mi cabeza hasta que los vi aparecer.

Nataly, su hermana, tenia 6 años, la misma edad que tenía Ian cuando se fue, verla me llenó de nostalgia y recuerdos, pero los hice desaparecer rápidamente para que no notaran lo afligida que me habia puesto de un momento a otro.

-Hola Nataly - le dije sonriendo a la pequeña, colocándome a su altura para que pudiera verme totalmente. Si bien no era alta, era bastante pequeña de hecho, pero aún asi era más alta que ella y quería que me viera con total claridad.

-Hola- respondió casi en un susurro mirando el suelo.

Las pocas veces que había venido antes aquí, solamente la había visto pasar por los pasillos, esta era la primera vez que lograba observarla bien; era una niña muy linda, muy parecida a sus hermanos, los tres tienen la misma bella sonrisa, y las mismas facciones, la única diferencia es que Nataly tiene el cabello unos tonos más claros que sus hermanos, pero a simple vista se sabe perfectamente que son familia.

Ganarse a este pequeño diablillo no había sido nada sencillo, ahora entendía porque Noah no quería quedarse solo con ella, era un pequeño terremoto, corrió por toda la casa con sus juguetes alzados mientras gritaba que nunca la atrapariamos, realmente le divertía vernos correr detras de ella por todas partes.

Pero luego de que platicamos un poco a solas, logré ganarme su confianza y ahora no quería separarse de mi, todo el tiempo quería que jugara con ella a cualquier cosa que se le ocurriera, claramente sin contemplar a Noah en sus planes "tú no eres digno de jugar conmigo ni Keyla, eres un hombre tonto y no sabes jugar" eso fue lo que le respondió a Noah una vez que aburrido de estar en la sala, fue hacia la habitación de ella para jugar con ambas. Los dos en ese momento nos miramos y no pudimos contener la risa, fueron unos 10 minutos en los que por toda la casa se escucharon carcajadas de parte de los tres, ya que Nataly se nos unió cuando vio que no podiamos parar de reír.

Nataly se habia quedado dormida alrededor de las 11 de la noche, temprano para lo que pensé que se quedaría, pero jugó y corrió tanto, que era obvio que estuviera cansada.

Estábamos con Noah en la cocina, mientras tomábamos un café.

-No puedo creer lo rápido que te ganaste a ese pequeño monstruo - dijo Noah soltando una risita mientras me miraba.

-Ohh no es para tanto, es muy dulce cuando quiere - respondi sonriendo.

-Ese es el problema, nunca quiere - dijo él y nos reímos unos segundos.

-Es divertida, y muy sociable, cosa que me sorprende a sus 6 años - dije un tanto sorprendida mirándolo.

-A eso me refiero, Naty solo habla mucho cuando entra en confianza, lo que conseguiste más rápido que cualquier persona que haya tratado con ella y su carácter - respondió impresionado mientras me regalaba una sonrisa - ahora veo que es verdad que los niños te aman, los que no son nada fáciles, sinceramente te admiro por eso - me dijo sonriendo ampliamente.

-Gracias, creo que es un don - dije riendo mientras me miraba las uñas, a lo que él me acompañó riendo y asintiendo.

Asi estuvimos conversando alrededor de una hora o más, de todo y nada a la vez, hablar con Noah se sentía natural, fluía todo tan bien, tanto así que no me daba cuenta de todo el tiempo que había pasado, hasta que caí en la realidad, era tarde y tenía que volver a mi casa.

-Que tarde es, me tengo que ir, gracias por el café - dije levantándome rápidamente de la silla, para ir por mis cosas.

-Oh es cierto, es bastante tarde, te llevo a tu casa - me dijo levantándose también.

-Nono, no es necesario, puedo irme sola, además que no puedes dejar a Nataly sola - le dije rápidamente, no quería molestarlo.

-Key no te dejaré irte sola tan tarde - dijo y luego se dio cuenta del apodo con el que me había llamado, apodo que solo Ivy usaba, y del cual se retracto enseguida.

-Keyla, lo siento, es que Key es más corto y como ya somos amigos solo se me salió - intento explicarse deprisa algo incómodo.

-No te preocupes, me gusta que me digan Key - respondí entre nerviosa y feliz. Iba a darme la vuelta para ir a la puerta hasta que siento como toma mi muñeca.

-Key, quédate a dormir aquí - me dijo cuando me di la vuelta - me quedé estática y podría jurar que dejé de respirar, cuando vio que no decía nada, agregó - es tarde y me sentiría mucho más cómodo y tranquilo si te quedas aquí, tenemos habitaciones de sobra para que puedas quedarte, además que mañana igual ibas a venir, asi nos ahorramos un viaje, que dices, te quedas? - me preguntó con esa hermosa sonrisa.

Que iba a decirle, no podía decirle que no, era tan débil frente a él que me sorprendió lo vulnerable que era cuando se trataba de él, definitivamente ya había caído por él, Noah Evans me tenía en sus manos, y eso era algo de lo que no debía enterarse nunca.

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En la noche intentaré subir el próximo capítulo, o  mañana por la tarde🖤

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