KEYLA
Han pasado unos días desde que Ivy se enteró que me gustaba Noah, no hemos hablado mucho del tema desde entonces, solo que cada vez que lo veíamos pasar en la Universidad, me lanzaba unas miraditas coquetas, digno de ella, sabia que no diría nada, solo que a veces era muy obvia cuando de molestar a las personas se trata.
Ahora mismo me encontraba en mi habitación estudiando un poco, mi cama y escritorio era papeles, cuadernos y libros por todas partes, quien dice que la psicología es fácil sinceramente no sabe lo complejo que es obtener en un trabajo o un examen buenas calificaciones sin quemarse las pestañas leyendo y leyendo. Amo mi carrera, me ha enseñado bastante estos cuatro años que la he aprendido a conocer, me ha entregado herramientas que antes no sabia que tenia, además de demostrarme que el darte tiempo de escuchar a alguien afligido o el simple hecho de ponerle atención a otra persona mientras te habla puede significar mucho. Lo que no quiere decir que me sienta lista para ejercer en el futuro, me aterra el simple hecho de tener un paciente a mi cargo, me aterra no hacerlo bien en su momento, pero sobre todo me aterra que en vez de hacerle un bien, le haga un mal, supongo que es un miedo común que todos tenemos, y solo yo, si no todos, cada uno con su carrera en particular, ya que en todas se requiere un esfuerzo, un sacrificio y un compromiso muy grande.
Estudie varias horas seguidas sin darme cuenta que ya era de noche y no habia comido nada, era sábado asi que lo que aproveché en algo productivo. Llamé a Ivy para saber si regresaría para cenar, o simplemente me prepararía algo para mi sola.
-Ivy- dije cuando escuché que contestó.
-Key si que pasa? - preguntó desde el otro lado de la línea.
-Quería saber si te espero para cenar, sino para comer algo ahora - respondí impaciente, tenia hambre, y mucha.
- Si ya vamos para allá - dijo con una risita al escuchar mi voz, sabia que odiaba esperar, más aún si tenía hambre.
-Vamos? Vienes con Nate? - pregunté alegre, ese chico si que me quitaba el mal genio.
-Si, y también Noah - respondió, seguramente con una sonrisa cómplice en su rostro, no la veía pero sabía que estaba ahí.
- Qué? Por qué?! - pregunté más exaltada de lo que pensé que sonaría.
- Que vamos los tres, y no te preocupes que nosotros llevamos comida - dijo y colgó inmediatamente sin darme tiempo a contestar.
Mire mi celular mientras le reclamaba al aparato como si fuera mi mismísima mejor amiga. Definitivamente hablariamos de esto más tarde, antes de que supiera que me gustaba ni lo mencionaba, y ahora hasta lo traía a nuestra casa!
Recapitulemos; Noah iba a estar en mi apartamento, era la primera vez que venía y yo no podia verme más desastrosa. Habia estudiado toda la tarde, tenia unas ojeras gigantes por trasnochar varias noches seguidas, mi cabello estaba todo alborotado, y para colmo estaba en pijama, en mi pijama de gatos, era la cosa más cómoda y calentita que tenía, pero era la tenida más inadecuada para este momento, tenia que actuar rápido o me encontrarían en mis peores condiciones.
Me puse un swetter blanco, unos jeans negros junto con unas zapatillas, me peine y arregle un poco mi cara, me mire al espejo y por lo menos ya no me veía como un zombie, no me sentía del todo segura pero todo era mejor a como estaba, además que mucho más no se puede hacer en mi.
Pasaron unos veinte minutos y llegaron, los salude a los tres y pasamos a la mesa, habían traído pizza, con lo que amo la pizza, Ivy realmente habia jugado muy bien sus cartas, pero aún así no me compraría tan fácil, no puede hacerme esto sin avisar para por lo menos prepararme mentalmente.
Estábamos comiendo y conversando, intentaba lo que más podia el aparentar no estar nerviosa, cuando por dentro se me revolvía el estómago solo de mirar a Noah sentado junto a mi, fue incómodo para mi tenerlo tan cerca y al mismo tiempo comer esa deliciosa pizza, pero creo que lo mantuve todo bajo control.
-Asi que te gustan los niños? - me pregunta Noah mirandome fijamente.
- ohh sii, me encantan - respondí lo mas serena que pude regalandole una sonrisa. En realidad los amaba, ellos fueron una de las razones por las que escogí esta carrera.
-No solo los ama, los niños la adoran, sinceramente no sé como lo hace - dice Ivy mirándolo con una sonrisa.
-Que bien, Nate me contó que quieres ser psicóloga infantil - dice sonriendo interesado en el tema.
- Si es mi sueño, es en lo que me quiero especializar - respondí muy segura de lo que quería, habia sido mi sueño desde hace unos años .
-Que lindo, es un sueño muy lindo - me dijo con una de sus sonrisas, lo único que pude hacer fue darle las gracias y sonreírle de vuelta.
Unos minutos después Ivy y Nate salieron con la excusa más tonta de todas: comprar postre, no saben las ganas que tuve de matarla, no podía dejarme sola con Noah!! No sabiendo lo tímida que soy, más aún con él.
Estábamos en el sofá para estar más cómodos, y lo que imaginaba iban a ser los minutos más incómodos del mundo, se volvieron los minutos más amenos que pensé vivir algún día con él, es tan relajado que siento como si me trasmitiera su serenidad y que, de un momento a otro todos, como por arte de magia, mis nervios se fueran, ¿es posible que una persona logre eso tan fácilmente?
Conversamos de muchas cosas, además de amable era muy divertido, el tiempo pasó volando, hablamos de la universidad, nuestros gustos, anécdotas, hasta de la relación de Nate con Ivy, en la que concordamos que eran los seres más opuestos del mundo, pero que no existia mejor complemento que ellos dos juntos.
-Sabes Keyla, ahora entiendo porque Nate te quiere tanto, eres alguien fácil de tratar, inspiras confianza muy rápido, y eso no me pasa con cualquiera - me dijo de la nada mientras sonreía con un brillo muy lindo en sus ojos.
Y hasta ahí quedó mi serenidad, me puse muy nerviosa de nuevo y solo pude sonreír a modo de agradecimiento por sus palabras.
Me sentía como en una especie de ensueño, siempre imaginé el día en el que pudiera hablar con Noah de manera normal y con confianza, pero nunca imaginé que sería aquí en mi apartamento, nunca imaginé que fuera tan rápido, y nunca imaginé que fuera asi de bueno, de hecho fue mejor, mucho mejor de lo que pensé, él es simplemente increíble y cada minuto que pasaba lograba confirmalo.
Habían pasado casi dos horas y nada que llegaban, lo que no me molestaba, estaba muy feliz y emocionada, hasta que me di cuenta que estaba algo inquieto, como que quería decirme algo pero no se atrevía, hasta que por fin lo soltó de la nada: era una propuesta que me dejó realmente sorprendida.
-Estarías dispuesta a ayudarme a cuidar a Nataly, mi hermana pequeña - dice algo inseguro, al ver mi cara de confusión continúa hablando - sé que estás muy ocupada y con mucha carga académica últimamente, pero solo será un fin de semana, ella a veces es un pequeño demonio cuando mis padres salen y no la llevan, ellos tendrán un viaje de trabajo el próximo fin de semana. Nate se irá con Ivy a celebrar su aniversario fuera de la ciudad, y sinceramente no conozco a nadie más, me generaste confianza, además que te gustan los niños, creeme que no te pediría esto si no estuviera completamente desesperado - dice todo tan rápidamente que me cuesta un poco seguirle el ritmo, pero logro entender todo lo que quiere decirme.
No podía creer lo que estaba escuchando, pero quien era yo para negarme, menos si me miraba con esa carita, así que terminé por aceptar.
Estar con Noah todo un fin de semana solo significaba una cosa; ilusiones que no necesito.
Lo que realmente no sabía es que este sería el inicio de todo, definitivamente este era el principio de mi fin.
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Ahora se viene el dramaaaaa🖤
Mañana el cuarto capítulo!
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Another love story... Or not?
Novela JuvenilDos desconocidos con cercanos en común, fue imposible no conocerse, no compartir el uno con el otro, no quererse, hasta les fue imposible enamorarse... Pero eran jóvenes: inexpertos, tercos, cometieron errores, las circunstancias y el tiempo no est...