Soy tuya

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Han pasado 3 días y todos los integrantes de los equipos estaban listos. Hinata les contó sobre sus sueños con Kaguya y la misión de debía cumplir.

Fueron dos meses de "guerrillas", salvando al pueblo Uchiha de los Akatsuki. Resulta que estos "villanos" no eran más que contrabandistas de órganos, dinero, y sirviendo a la mafia de Italia.

Tomó aproximadamente 2 meses en derrotarlos completamente, pues tenían armas de fuego más avanzadas para su época. Al no tener armas para defenderse, hubieron heridos por ellos, pero curados por las ninja médico, Hinata, Sakura e Ino.

Al caer la banda de Akatsuki, decidieron organizarse y mandar equipo a desmantelar cualquier red que ellos tuvieran, entre ellos fue mandado a misión el equipo 7, que ya han pasado 3 semanas desde que se fueron.

Hinata se encontraba caminando de un lado a otro en su cuarto desesperada por la increíble falta que le hacía Naruto. Esas tres semanas parecen una eternidad, sin más que hacer en esa cuatro paredes, salió de la cabaña a dar un paseo por el bosque.

Caminó sin rumbo, admirando la hermosa naturaleza del bosque, hasta que llegó a un hermoso manantial, con árboles altos y llenos de vegetación al igual de rocas planas y lisas que parecieran fueron hechas para acostarse en ellas.

Y es ahí donde se dio cuenta que estaba frustrada sexualmente. Dios...necesitaba y deseaba tanto el cuerpo de Naruto en esos momentos que sus manos cobraron vida en ese momento y se dirigieron a sus pechos. Empezó a masajearlos suavemente, quería volver a sentir lo que su rubio le hacía sentir hace dos años.

Desabrochó su camisa lentamente, acariciando la suavidad de su piel, creando una especie de reacción de temblorcito en su cuerpo, agarró sus pezones y empezó a rodarlos entre sus dedos. Se encontraba jadeando de las nuevas emociones que estaba experimentando por si misma.

Estaba tan necesitada que su mano bajó hasta su coño, pero antes de que lo pudiera consentir, escuchó un sonido que provenía de los arbustos a su lado derecho. Activó su byakugan para revelar al intruso.

-Tranquila, solo soy yo...- 

-Naruto...regresaste...- dijo Hinata al abalanzarse en un suave beso

Naruto agarró a su novia de la cintura para poder alzarla, instantáneamente, Hinata rodeó las caderas del rubio con sus piernas, mientras restregaban sus zonas íntimas aún con la ropa puesta, convirtiendo aquel beso en uno pasional cargado de deseo contenido.

El ojiazul siguió besando a su novia, metiendo su lengua y explorando su boca, mientras metía su mano en la camisa desabrochada de su princesa, agarró uno de sus senos, rompió el beso, uniéndolos con un fino hilo de salivo.

-Veo que me extrañaste...- dijo seductoramente, dirigiendo su boca a los senos de Hinata, su lengua caliente lamiendo el pezón izquierdo de la chica, chupándolo y besándolo, mientras amasaba y torturaba al otro con su mano.

-Escogiste un buen lugar, tomar tu virginidad aquí va a ser un recuerdo que siempre perdurara en mi mente- dijo mientras lamía el pezón derecho, torturando el otro seno

-Pero ni todas las cosas hermosas del mundo, podrán comparase con la vista que tengo ahorita...- dijo, había terminado con sus senos, terminó por desabotonar toda la blusa, lamiendo la piel expuesta, hasta llegar a su pantalón.

Y es que era cierto...teniendo a Hinata debajo de él, deseosa, con sus senos recién lubricados al descubierto, su boca escurriendo de saliva por el beso que se dieron, sus piernas abiertas debajo de él, y ella, haciendo sonidos que le daban un toque más sensual, era como estar en el paraíso.

La maga y el ladrón (NARUHINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora