Jinyoung estaba justo en la entrada de la casa un sábado en la tarde, tratando de respirar bien antes de tocar
Se había vestido lo más formal qué pudo, había un ramo de flores en sus manos y una bonita cajita de dulces
Tin ton
Mark abrió la puerta viéndolo con ojos entusiasmados y lo tomo del brazo para adentrarlo
—Buenas tardes— murmuro él al ver una mujer delgada y bajita acomodando los platos para la comida
—Hola cariño, tu debes ser Jinyoung es un gusto—
Dijo apretandolo en un abrazo qué si bien no le molesto lo dejo un poco incómodoNo acostumbraba tratar con mujeres, menos con las que le recordaban a su madre pero la señora que lo abrazaba sin duda tenia un toque demasiado cálido y hogareño
Después de entrarle el ramo ¿Qué más se puede decir?
Teníamos a un mark entusiasmado, una señora ilusionada y un chico incómodo y confundido...
¿Qué hubiera sido de él, si crecía en una familia así de adorable?
Su mirada se desvío a la foto enmarcada en la sala
Un hombre fuerte abrazaba a un mark de hace un o medio año, él no sabe realmente y tiene curiosidad
—Es mi padre— susurra mark mirando el piso
—estamos... Él está viviendo una situación difícil— comento la señora un tanto triste
—¿él está bien?
—esperamos que si, mark y yo tubimos qué dejar muchas cosas por pagar un abogado para su padre que esta teniendo problemas legales— continuo la señora, acariciando con cariño la mano de su único hijo
—amor, toca una pieza con tu violín— dijo luego de unos momentos mientras Jinyoung parecía perdido en sus pensamientos
Mark tocaba precioso el violín