—Mark, hijo mío estoy contento de esto— dijo el señor
Habían pasado unos días qué apenas había salido de la prisión
Junto a Mark se hallaba sentado el pelinegro con una sonrisa aplastada mientras acariciaba la mano de su novio rubioLa tarde se resumió en unos platillos deliciosos mientras platicaban y se ponían al día, para sorpresa de Mark Jinyoung le había dicho la verdad hacerca de las cosas raras en la ahora ex empresa de su padre, corrieron con suerte de que él plan de namjoon había intervenido, ahora mismo tenían depositado una fuerte cantidad de dinero por levantar falsos hacia su persona
—podemos invertirlo en una pasteleria, mamá sabe cocinar postres delicioso, yo le ayudaría también— comentaba el "vampiro" rubio
Jinyoung Sonrió a su lado
—mi suegra hace cosas muy ricas— apoyo éste
—Jinyoung hijo por favor, no hables así de mi hijo— soltó una risa el señor Tuan, mientras le giñaba un ojo a su propio hijo
—¡PApá!— grito mark sonrojado
Cabía resaltar qué Jinyoung avergonzado se tapo el rostro y eso incremento la risa de los señores Tuan
Para cuando fue a acostarse, pensó que talvez nunca tubo la oportunidad de tener una familia y ahora mismo estaba en una; corrió con suerte pues tenia un novio hermoso y sus padres lo amaban tanto... Aun recordaba la primera vez que conoció a su suegro
Recuerda haber casi llorado de miedo cuando mark lo sostuvo a su lado mientras esperaban al señor, sin embargo lo que menos espero fue ser recibido con un fuerte abrazo qué por alguna razón le hizo sentir seguro...
Jinyoung estaba feliz, feliz por empezar su vida, pero con un Mark a su lado porque aunque a él le costó asimilarlo, Mark era la única cosa en el mundo para la qué el estaba destinado, su perfecto ser solo era para su imperfecto "yo", alguien tenia que hacer una balanza.
~Todo aquel que fuera lastimado, tiene por certeza un premio perfecto, porque nadie sufre en vano; si no es para merecer algo~