Kim Taehyung. Un chico que puede poseer características tan masculinas incluyendo una voz profunda que podría abrirle las piernas a cualquiera con ella. Pero él era de todo menos malicioso, y lo único que puede tener sucio es su ropa al jugar inocentemente con la tierra.
Podría ser tan adorable, y a la misma vez sensual cuando él ni siquiera pretendía serlo. Una dualidad impresionante y muy frustrante de comprender para mí.
Sus intenciones nunca se mostrarían con lascivia, aunque a veces pareciese que al susurrar con aquella voz peligros intentara incitarme a jugar con él en un sensual pasatiempo silencioso.
Ese melódico sonido que desprendía de lo más profundo de su garganta, que salía suavemente por sus bonitos labios peculiares en forma de corazón.
Kim Taehyung nunca diría abiertamente lo que realmente quiere hacer. El único modo de saber lo que desea, es descubriéndolo mediante su transparente mirada avergonzada.
Me volví experta leyendo sus tímidas acciones, y sus ojos vacilante me decía lo que él quería que hiciera en silenciosos gritos.
Pero yo tenía la necesidad de escucharlo de su propia boca.
—¿Por qué siempre actúas de esta manera, Kim Taehyung? —Lo había encontrado en un jardín solitario que nadie sabía que existía dentro del instituto, como siempre, justo cuando recién había iniciado el receso.
Por alguna razón, él prefería los lugares sin muchas personas, y se había vuelto completamente íngrimo cuando me tuvo a mí como su –tal vez– única "amiga", porque sabía que las cosas que yo quería hacerle, no debían ser vistas o enteradas por nadie más.
—Sé lo que quieres, Taehyung. No es normal que mires de esa manera mis piernas cuando uso falda.
Su rostro ruborizado miró el suelo con pena por la observación que le había dicho en voz alta. Sus pensamientos habían sido descubiertos por la persona que los protagonizaba, y eso le avergonzaba en sobremanera.
—Lo siento. —La forma particular en la que haciendo pequeños pucheros al hablar, no era lo único que me gustaba de él. Y no era el único motivo por el que quería atraerlo a mí, y a mi muy diferente forma de ver la vida.
Taehyung era un chico muy reservado, que prefería pasar la soledad en un jardín desconocido para el resto, pero que después no se atrevía a pisar algún otro, porque así evitaba salir de su zona de confort.
Evitaba estar rodeado de personas que lo hacían sentir incómodo, y podía apostar que estaba incluida en ése parámetro, al menos un poco.
Eso creía, porque mi manera de hablarle no era tan delicada, o no era la apropiada que alguien debería utilizar para un chico tan introvertido como lo era él.
Tal vez a Taehyung le agradaba un poco mi presencia, pero lo que más compartíamos ambos era un deseo silencioso que sólo él no se atrevía en admitir, y que prefería guardárselo en lo más profundo de su ser, porque no era capaz de aceptarlo abiertamente.
Muchas veces intenté que en su luz tuviera un lado de completa oscuridad, formando así un perfecto balance indebido. Ese fue mi primer motivo para acercarme a él y comenzar a hablarle.
Pero lo único que había logrado eran sombras, muy pequeñas sombras, que poco a poco lo incitaban a que me tocara. Provocándole algo que sólo él se prohibía a querer seguir sintiendo.
Él se asustaba por esas nuevas sensaciones que creía que eran incorrectas sentirlas, pero yo era demasiado egoísta, o tal vez muy aferrada como para no comprender su cohibida personalidad.
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One Shot's Eróticos De BTS
FanfictionPara pecadoras que disfrutan pecar 🌚 •Pedidos abiertos •Actualizaciones semanales •Contenido sexual