No debí hacerle caso

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En medio de aquel viejo cementerio que era iluminado por la luz de una luna roja, luz que mostraba aquellas cruces de cemento por todos lados, así como muchas tumbas profanadas. El viento circulaba en aquel lugar envolviendo en sí mismo el aroma de la muerte y putrefacción.

-Tu maldito rey sin vida. No tienes nada, tu gente a muerto y a la que amas ya nunca será tuya - dijo, mientras clavaba la estaca en su pecho, así como lo hizo con los demás cuerpos del lugar -destruiré todo lo que aprecias, así como tú lo hiciste conmigo.

En medio de risas desquiciadas llegaron los hombres de blanco, cogieron al profanador del lugar a la fuerza para llevarlo al lugar donde pertenecía, a aquel lugar conocido como el manicomio, lugar del cual que logró salir a pesar de su seguridad. Ya en el manicomio, él, dibujo una sonrisa en sus labios al escuchar un grito desesperado proveniente desde el viejo cementerio, al fin había podido encontrarla al fin había cumplido su venganza.

Encerrado en aquella habitación oscura, aún sonreía - ¿porque sonríes? - dijo una voz tétrica, proveniente de la oscuridad de aquel lugar.

-Porque al fin me he vengado - contestó sacando un lapicero que había robado a uno de los doctores sin que se dé cuenta, y sin pensarlo se lanzó hacia dónde venía aquella tenebrosa voz, se lanzó con violencia hacia el vampiro que había matado a su familia hacía tiempo atrás.

Terror NocturnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora