Una tragedia familiar lleva a los mellizos Portman (Jane y Jake), de diecisiete años, a viajar por las costas de Gales donde descubren las ruinas para niños especiales de Miss Peregrine. Mientras exploran los destartalados cuartos y pasillos se dan...
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Jane sacudió su cabeza como si esto le ayudará a ordenar el nudo de pensamientos que tenía, no podía procesar muy bien la información que le acaba de dar Alma Peregrine.
¿Ella era una peculiar?
¿Una bruja?
¿Como es posible eso?
Es decir, se suponía que no deberían existir, pero bueno, está en un bucle de tiempo donde vivían niños peculiares así que el que fuera una bruja no era tampoco algo tan descabellado ¿cierto?
¿Almas gemelas? Es entendible pero;
¿Enoch y ella eran almas gemelas?
Sin duda ese era el tema que más la había aturdido, ¿como era posible eso? Ellos eran de diferentes épocas.
Las apariciones de Víctor ¿lo peor? Es que sólo eran para Jane.
Alma cree que puede revivirlo pero.. ¿Cómo?
Jane intentó tranquilizarse inhalando y exhalando.
Enoch estaba sentado rígidamente a su lado, no decía nada en lo absoluto y solo se dedicaba a acariciar la mano de la de ojos azules.
Jane podía agradecerle por quedarse ahí con ella: Alma decidió que lo mejor para ellos era dejarlos un momento para que procesaran la información que les dió
— Jane— la llamó Jacob, su mellizo, el cual apenas iba ingresando a la sala.— ¿Estás bien?— cuestionó al ver la palidez de su hermana, la preocupación tiñiendo su voz.
— Lo estoy— asintió sin mirarlo pero fruncio el ceño cuando Enoch hizo el amago de levantarse pero Jane simplemente lo sujetó fuerte de su mano impidiendo que la soltara.
Jake fruncio el ceño al percatarse de esa acción pero no dijo nada y se sentó a la derecha. La directora Alma Peregrine volvió unos minutos después.
— Los llamamos “Hueco entes” Huecos, para abreviar— contó, fumando de su pipa, Jane la miro con confusión ¿que quería decir exactamente? Ella pareció entenderla— las cosas altas sin rostro que han visto— agregó.
Jane fruncio el ceño, ¿“han visto"? ¿Eso quería decir que su mellizo también los había visto? Decidió no preguntar ahora y seguir prestando atención a lo que decía la Ymbrine.
— Si, nuestro abuelo nos contó sobre personas que se convierten en monstruos— habló Jake.— ¿Es lo que son?— la señorita Peregrine asintió.
