Que importa lo que digan de nosotros [Devildice]

En camino...

Ya llevaban unas horas de camino por el bosque y el atardecer ya casi culminaba sobre las montañas, dándole fin al día y un paso a la noche.

Devil se detuvo al ver cómo la tarde pintaba el cielo y pensó en descansar por hoy, mañana seguirían caminando. El príncipe noto igualmente la tarde y con ayuda del diablo bajo de su hombro y descanso un rato de ser cargado como costal.

- Descansaremos por hoy, ayúdame a buscar leña para hacer una fogata - dijo sin mirar al principe y comenzando a buscar, el principe asintió a la petición de Devil y hizo su misma acción.

Un principe y un demonio cerca de una fogata a la luz de las estrellas sonaba bien y lo era, la noche era tranquila, silenciosa y cálida de cierto modo aunque la curiosidad comenzó a invadir a los dos por igual.

- Cuéntame algo de ti, Devil - dijo dulcemente el principe mientras miraba las llamas que consumían la leña.

- ¿Por qué? -

- ¿Por qué no? Me gustaría saber un poco sobre tí, quiero conocerte, hace tiempo que no hablo o conozco a alguien nuevo... - hablo con tristeza en su voz.

- Enserio no sabes quién soy, nunca has escuchado hablar sobre el rey del infierno, el que tortura almas en los fuegos debajo de la tierra, ¿No te suena? - exclamó confuso por saber que el principe no sabía absolutamente nada de él, aunque por otro lado era un alivió saberlo, tal vez así el no tendría miedo de él.

- No, nunca había escuchado sobre eso, nadie hablaba de eso en mi familia, pero me gustaría saber - dijo feliz, ahora mirando a Devil.

- Ya veo... Bueno, yo era un angel en el cielo, un ayudante de Dios... aunque todo cambio cuando lo enfrente y me hecho del cielo. Cuando fui desterrado a las llamas debajo de la tierra al agujero más profundo que podía tocar un ser inmortal me convertí en la cosa que ahora vez, me nombraron el rey del pecado y me juzgaron como a cualquier pecador, con el tiempo comprendí de que estaba hecho y comencé a ser como ahora soy... La gente me respeta y me tienen miedo y eso es bueno, aunque algunas veces la gente me juzgue sin siquiera conocerme... - contó brevemente su historia, la mirada de Dice era simpática como si él comprendiera su dolor y eso hizo que Devil quisiera saber sobre el chico, matar las dudas que lo corroian desde que escucho sobre él.

- Pues, yo no creo que seas tan malo, para ser sincero a mi me agrada tu compañía - hablo con felicidad en su voz y miro el cielo en su bello tono azul rey.

- Ahora tu cuentame algo sobre tí, ¿Qué es lo que más te gusta? - dijo sin pensar lo que decía.

- Me encantan las estrellas, son unas de mis cosas favoritas -

- ¿Enserio? - pregunto curioso.

- Si, creo que son una de las cosas más bellas del mundo... Cuando estaba encerrado en la torre todas las noches salía a mi balcón a observar las estrellas y eso me hacía dejar de pensar que estaba encerrado allí por un tiempo... Pero aún así no perdía la esperanza de salir de allí cuando miraba las estrellas - sus ojos se iluminaron al chocar miradas con los ojos de Devil y eso hizo que el corazón de aquella bestia del infierno latiera con fuerza.

Quizás podría de alguna forma acercarse más al principe y llegar a ser algo más que solo simples conocidos.
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El amanecer tocó los cuerpos de ambos seres, que dormían profundamente sobre el pasto de aquel magnífico bosque, logrando despertar a ambos del sueño en que se encontraban.

Bostezos salían de sus bocas por el sueño que aún les quedaba, el demonio de cuernos blancos se levantó y se estiró, seguirían caminando por un tiempo hasta llegar a la isla cercana a InkwellHell, largo camino que les esperaba ciertamente.