Capítulo 1

2.3K 220 29
                                    


Dolor


Sentimiento intenso de pena, tristeza o lástima 

el cual se experimenta por motivos emocionales.

Evans miraba desde la ventana, su - ahora - desierta manada. La melanco- lía se podía ver en su mirada, era tan profunda que todo su ser derramaba tristeza.

Un mes... a pasado un mes desde su trágico error; un mes desde la desa- parición de ella, un puto mes desde que la rechazo. Había adelgazado tanto que los huesos de sus costillas se notaban, perdió la mayoría de su musculatura. Tenía las ojeras tan marcadas, que ya no se podian distinguir el comienzo del fin y lo más importante, había perdido la capacidad de transformarse en lobo.

Evans pensaba que su lobo murio a causa de la pena y el dolor que sintió cuando rechazó a Alejandra. Tampoco habia intentado transformarse una vez más. Solo estaba ahí... parado. Miraba por la ventana, esperando que ella regresará, que sus amigos volvie-ran y le den un abrazo; ver las peleas entre Luk y Miguel, los celos irracio- nales de Javier, las bromas de Ann y los besos de ella. No se atrevía a pensar, mucho menos pronunciar el nombre de ella.

Luego recordó a su mejor amigo, su cuñado... Su hermano... muerto, sus ojos sin vida. Murio defendiendo a todos, pensó en Ann y en los trillizos. Ahora no tenían un padre y todo por culpa de el, se sentia tan culpable.

Todo era culpa de el, de su debilidad. Por caer en la tentación lo habia perdido todo, su manada, sus amigos, su familia, su honor... todo.

-Ella no volvera si sigues viendo por esa ventana.

-En estos momentos no necesito que me lo recuerdes papá- la voz del muchacho era ronca, producto de no hablar en días.

Luzbel suspiró, ver a su hijo de esa manera le molestaba. Pero era conciente de que su hijo tenia que arreglar de una vez por todas sus problemas. Costará lo que costara el chico tenia que arreglar todo el daño que causo, tenia que volver a reconstruir su manada, volver a encontar a su mujer y pedir muchas disculpas. Tenía que hacer todo lo que pudiese para recuperar a su família. Y si no podia, tendria que vivir con las consecuencias de sus actos.

-Vas a seguir lamentándote por el resto de tu miserable vida- la voz del diablo estaba llena de enojo. Evans rodo los ojos y solto un bufidio, Luzbel al ver eso exploto- esto es lo que mereces- su hijo lo miro sorprendido- espero que encuentre a alguien mejor, que si la tome en cuenta y que no cometa errores. Tu madre esta muy decepcionada de ti- Luzbel suspiró, se agarro la cabeza con su mano derecha y se depeino- y yo también lo estoy... No te criamos de esta manera, es tu decisión... Adiós hijo.

Y desapareció. Evans se derrumbo en el suelo miro hacia el techo y suspiro, sentía una opresión en el pecho, se sentía tan cansado. El hecho de no dormir le estaba jugando en contra y eso le molestaba un poco. Quería sentirse miserable, quería sufrir todo y más de lo que la hizo sufrir a ella. 

-Ella no volverá- la palabra salió en un susurro amargo, pero era la realidad y lo sabia- nunca lo hará, tengo que buscar la manera de verla.

Evans escucho un ruido en el primer piso de la casa, miro la entrada de su habitación. Se escuchaban pasos, eran pesados pero tenían cierta delicadeza y lentitud. Escuchaba como subían las escaleras, como caminaba por los pasillos hasta que se detuvieron, el hombre frente a el lo miraba serio y con algo de odio mezclado con pena. 

-Una vez te dije- el hombre con elegancia camino hasta el muchacho- que si lastimabas a mi hija te mataría- Apolo susurro algo y con un ligero movimiento de muñecas una silla apareció, se soltó el botón de su traje blanco y se sentó. Se cruzo de piernas, apoyo un brazo en su rodilla y miro al demacrado muchacho con seriedad.- Mí hija es lo más maravilloso  que he creado y la mejor parte de mi, yo te confíe a mi hija y la destruiste- su voz salía sin rastros de emoción- se que mi hermana tiene mucho que ver con eso, pero tu tuviste que darte cuenta- el hombre suspiro y se dedico a ver al castaño.

-Mi intención jamás fue dañarla- Evans bajo la mirada y continuo- me propuse protegerla de cualquier amenaza externa... pero jamas me di cuenta que yo podía ser quien mas tenia posibilidades de destruirla.- el muchacho callo, levanto la vista y miro ha Apolo directamente a los ojos- Artemisa me dijo antes de matarla, que ella era tan poderosa e indestructible que solo la persona en quien mas confiara podía destruir toda su esencia y eso fue lo que justo hice. 

-Sabes, mi mujer me hizo bajar hasta aquí para hablarte, en lo personal solo quiero matarte pero... cuando mi mujer habla tengo que escucharla, me dijo que tenia que bajar ha aconsejarte porque eres el hombre que mi hija desafortunadamente ama. - Apolo bajo la pierna de la rodilla y la apoyo en el suelo, descanso ambos codos en sus rodillas y apoyo su mentón en sus manos- El estar aquí, sin hacer nada solo incrementa mi enojo, mi hija podrías estar en cualquier parte del mundo y tu estas aquí- se puso de pie y lo apunto todo el lugar con su mano- sentado en un rincón sin hacer nada. Levántate y busca la, quizás alguien mas reparara tu error y ella podía volver a ser feliz. De mi punto de vista es mas que fantástico, pero mi mujer cree que no es tan bueno, ya que tu eres el elegido- Apolo rodó los ojos al terminar de hablar- Yo cuidare a mi hija y a mis sobrinos desde allá arriba, pero si a ti no te interesa. Lo mejor es que te hagas a un lado, adiós Evans. 

El dios desapareció y dejo a un muchacho lleno de preguntas  y algunas inseguridades.


∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞


Bueno chicas y chicos, este es el primer capítulo, como ya dije anterior mente, 100 votos y actualizo. Los quiero, hasta un próximo capítulo. 

La Aracción de un AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora