Capítulo 4

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-Estas seguro que quieres que te lleve a esta dirección. No es un muy buen lugar, hay de todo tipo de gente.

-Qué tan peligroso puede ser- dijo restándole importancia a la situación.

-Si sabes que te estas metiendo en donde no debes, las favelas no son un buen lugar para un híbrido. Hay muchos que pagarían por matar a uno como tú. Son muy costosos- el chico se rasco la nuca un tanto cansado - sobre todo para aquellos que usan su sangre, dientes, pelo, órganos, etc... Ellos los consideran muy valiosos y tu eres muy extraño en todos los sentidos. Tienes muchas cualidades que te hacen especial y extraño para aquellos que buscan a creaturas como tú.

-Yo se lo que hago, así que vamos. Necesito llegar a ese lugar, es de vida o muerte.

Carlos solo suspiró y comenzó a manejar. El sabia que no era bueno llevar a Evans, el lugar era muy peligroso y él es muy costoso. Se preguntaba cual era la razón de exponerse a tal grado de ir a las favelas. En Brasil se sabe que las favelas no son un juego. Principalmente por la diversidad de personas que viven en aquel lugar. En las favelas el 57% de las personas que habitan allí tienen relación con lo sobrenatural. O son sobrenaturales o tienen algún familiar que lo es. El 23% son cazadores, esto era por dos razones o eras cazador de profesión, el dinero que ganan por cada ser sobrenatural no era menor y muchos estaban cegados por la ambición, o están obligados a ser cazadores por herencia familiar. El 20% restante es de humanos, personas que ignoran totalmente el ambiente que los rodea.

Cada ves se acercaba más a su destino, Carlos se colocaba mas nervioso – Las favelas no son un juego, pero soy lo bastante inteligente para saber que no cambiarás de opinión. Te ayudaré a encontrar el lugar, supongo que como no conoces a nadie más aquí me llamaras para llevarte de vuelta al hotel y es mejor acompañarte. El camino hasta acá no es muy agradable, solo espero una paga considerable y que me pagues una comida, Aun no almuerzo y tengo hambre, espero que sea un Mc o un KFC. – hablo Carlos luego de meditar las opciones que se podían presentar.

-Claro, lo que tu digas – Evans le restó importancia a lo que dijo el tritón y observó su celular, el brujo que había contactado para la difícil tarea de cambiar su apariencia estaba preguntando en donde se encontraba y eso le estaba causando un pequeño dolor de cabeza – ¿Falta mucho para que lleguemos? – miro por la ventana y vio que se estaban acercando cada vez a casas más descuidadas pero todas estas habitadas por personas, podía sentir y oler la diversidad de criaturas que habían en esos lugares.

– Faltan unos minutos para que lleguemos a la calle que buscas, pero tendremos que caminar – Carlos miro por el retrovisor a Evans y apretó con un poco de fuerza el manubrio – la casa que buscas está casi al final de la montaña, tenemos que tener cuidado, no te hagas el chistoso no estás en tus dominios y este lugar es peligroso, se que piensas que con tu hibridismo puedes llegar a ganar pero no es así, aquí hay gente que te matará sin pensarlo para mantener a salvo y darles de comer a su familia. Hemos llegado, espero que sepas comportarte, conozco a algunas personas de este lado de las favelas así que no será tan peligroso el ir caminando por aquí – Carlos apago el auto y saco las llaves, bajo del auto con Evans y se aseguró de que quedara bien cerrado. Cundo Carlos vio a donde se dirigía Evans decidió dejar el taxi en su casa y utilizar su propio auto, este estaba un poco maltratado y viejo pero Carlos le era fiel a su carrocería – Vamos camina, no mires más de tres segundos a las personas, no le pongas atención a sus armas ni a los niños que la sostienen, tú solo camina detrás de mi.

Evans y Carlos comenzaron a subir, el hibrido no tenía mucha idea de dónde iban solo confiaba en que Carlos no le estaba mintiendo, no sabía cómo lo sabía, pero él sabía que aquel tritón no lo apuñalaría por la espalda. En el camino Carlos saludaba a algunas personas, Evans por lo que alcanzaba a distinguir por el olor estos eran tritones, sirenas y algunas de ellas hadas. Muchos ojos curiosos se posaron en él mientras caminaba callado con la mirada puesta en Carlos y muchos de estos curiosos ojos le preguntaban al tritón a donde se dirigía, este solo se limitaba a decir que estaba ayudando a su amigo a encontrar la casa de Pick. Al momento de escuchar ya no hacían más preguntas y solo le deseaban suerte, algunos conocían a Pick desde toda la vida, el brujo llevaba más de 500 años viviendo la tierra conocida como Brazil, mucho antes de que el país se llamara así, peleó contra aquellos que vinieron a conquistar y saquear las tierras y al ver que estaban en desventaja se escondió con su gente. Con el paso del tiempo su gente se trasladaba de lugar en lugar, pero él siempre se quedó ahí, además era muy respetado por todos y nadie lo molestaba. Pick siempre intentaba ayudar a las personas, pero esto tenía un precio desde pequeño aprendió que la ayuda no siempre es favorable y siempre escuchaba la historia de la persona que pide su ayuda y en base a eso decide si es merecedor de sus conocimientos y de su ayuda.

La Aracción de un AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora