Capítulo III.

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Narra Elsa.

Me encontraba completamente destrozada. Las lágrimas que no había podido derramar en el momento preciso salían de mis ojos sin control mientras abandonaba el edificio en el que mi ex novio vivía.

Cerré la puerta del taxi y luego de limpiar mis lágrimas el chofer llamó mi atención.

-Disculpe, en estos momentos no estoy atendiendo pasajeros, iré a buscar a mi novia- ese fue el detonante para que mis heridas hablaran.

-¿Novia?- le pregunte incrédula -¿Ahora cómo está enamorado no quiere trabajar?- dije luego de soltar una risa sin gracia -¿Cómo sabe que su novia no lo está engañando?- le pregunte molesta para luego soltar un suspiro y sentir como las lágrimas salían de mis ojos.

He salido del auto y he cerrado la puerta con fuerza mientras escuchaba al chofer decir que era una loca.

-Soy actriz, debo parecer una estrella- me dijo a mi misma entre sollozos mientras limpiaba mis lágrimas.

"Debo parecer una estrella" pensé.

Cuando empecé a sentirme demasiado débil, hasta el punto de no poder mantenerme de pie. Y esa fue mi primer desmayo en el día.

<< De vuelta a la realidad >>

Y es así como termine sabiendo que sufría de leucemia.

Luego de mi segundo desmayo, la doctora se encargó con ayuda de enfermeros de regresarme nuevamente a su consultorio y acostarme en una de sus camillas boca arriba.

-Señorita Arendelle, la leucemia no es incurable- me dijo la doctora al ver que por fin había despertado -Si usted inicia un tratamiento y con el favor de Dios consigue un donante para la médula ósea sus probabilidades son muy grandes- he sentido como posaba su mano sobre mi brazo. He dirigido mi mirada perdida hacía aquella mujer -Llame a su familia y consiga un donante lo más pronto posible-

Después de salir del hospital dure horas en la mitad de los pases peatonales esperando que se volviera de noche y mi mejor amiga, Mérida, no estuviese en casa. La verdad es que no me apetecía hablar sobre lo sucedido, solo quería estar sola.

Cuando por fin llegué a casa, me senté en la punta de mi cama en posición fetal por largas horas. Mi teléfono no paraba de sonar, algunas llamadas eran de Mer, supongo que preocupada porque cuando salió de casa aún no había llegado y otras eran por supuesto de Tadashi. Pero como estaba tan ocupada llorando por mi sufrimiento, solo dejé que las llamadas sonarán.

Hoy no solo me había enterado que tenía leucemia, también había descubierto que mi novio me era infiel quién sabe hace cuanto tiempo. Se qué lo de Tadashi podía curarlo el tiempo, era consiente de que me dolería un tiempo. Pero, ¿cómo superaba mi leucemia? sí, es cierto que es tratable, pero mis padres estaban muertos y yo era hija única, ¿dónde encontraría mi trasplante? 

Mañana sería un largo día...

👰🏼💍🤵🏼

Narra Jack.

-Jackye, tu mamá me llamó ayer- me dijo mi abuela mientras yo recibía su vaso de agua y lo colocaba en la mesa al lado de su camilla.

-¿Mi mamá?- le pregunté pesadamente mientras me recostaba en la silla.

-Han pasado tantos años, ¿no las perdonado aún?- me pregunto mi abuela con la dulzura que tanto le caracterizaba.

-¿Y es que acaso le importa mi perdón?- me limite a decir un poco molesto. La verdad es que sí, aún estaba dolido y por el momento, yo simplemente no pensaba perdonarla -Te recuerdo que mi madre me abandonó abuela, pero, así mismo te recuerdo que ya no tiene importancia para mí-

Mi abuela me ha mirado con sus dulces pero ya arrugados −por la edad− ojos azules antes de soltar un suspiro. 

-No tenemos que hablar de ella, es obvio que así lo prefieres- me dijo con una leve sonrisa que yo no dude en devolver -Cuando Hans estuvo aquí de visita me dijo que Thoot regresará a casa luego de que se gradué-

-¿En serio?- le pregunté sorprendido.

Thoot y Hans siempre han sido mis mejores amigos de la infancia. Cuando crecimos, Thoot, decidió que quería estudiar fuera del país pero nos prometió regresar a visitarnos siempre que pudiese y así fue. Mientras tanto, Hans y yo estudiamos aquí y juntos nos hicimos grandes figuras aquí. 

-Ash- me reprocho mi abuela con gracia -No me tomes por tonta, llevas años soltero- me dijo picara -Se que la estas esperando- su comentario me tomo por sorpresa.

He reído levemente.

-Creo que esta vez te estas equivocando, abuela- no veía a Thoot como más que una hermana -Ella es una hermana para mí, no la veo como algo más- le expliqué.

-¿Una hermana?- me preguntó mi abuela sorprendida, pero a la vez algo confusa -¿No será que te gusta Hans?- me pregunto notablemente preocupada.

Casi que al instante me he girado a ver a mi abuela.

-Abuela..- le he dicho en reproche ¿de dónde sacaba ideas tan absurdas? 

Mi abuela se a reído levemente, mi reacción debió parecerle graciosa.

-Se que no es fácil para ti confiar en la gente, se que tu mamá dejo algunas heridas- me dijo dulcemente mientras me tomaba de la mano -Pero no me voy a quedar aquí contigo para siempre por mucho que yo lo quiera, y mi amorcito, créeme que no me gustaría dejarte sabiendo que no hay nadie a tu lado para quererte y valorarte- la he mirado fijamente, no sé que haría si mi abue no está conmigo -Si crees que no la aceptaré por como es, no te preocupes. No soy tu madre, sabes que yo no te pediría requisitos mi retoñito. Aceptaré a quién elijas- le he dedicado una dulce sonrisa -Pero si aceptas a Hans ¿será mi nieto o mi nuera?- ¿otra vez con eso? ¿quién le ponía ideas locas a mi abuela?

He cerrado mi boca intentando no reírme por las payasadas de mi abuela.

-Abuela, no te preocupes- le dije mientras sostenía un poco más fuerte su mano -Empezaré a pensar en casarme- le dije intentando darle a entender que me gustaban las MUJERES.

-¿Tienes novia?- me preguntó emocionada, podía ver como sus ojos brillaban. 

-Más o menos- dije mientras asentía con mi cabeza luego de fruncir mi ceño por unos segundos.

-¿Qué es eso? o tienes o no tienes- me dije entre risas -¿Es que acaso el trabajo no te deja tiempo para tener novia? dime y yo te ayudo- 

-Abuela, yo te entiendo- le dije para que se calmará un poco.

-Eso es lo que importa- dijo mientras se recostaba sobre la pared con una amplia sonrisa.


La propuesta [Jelsa, Mericcup]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora