La Ira de los Dioses

El incio del fin pt1.

Lugar: ¿?
Narrador: ¿?
Hora: ¿?

-Acabamos de lograr algo que nunca se había conseguido, ¿no estas feliz?

-¿por qué debería estarlo?

-Reuniste a los unos de los principales Dioses de algunas mitologías más conocidas por el mundo humano.

-Si si, vamos a acabar con una vida, ¿es eso bueno?

-Si no acabamos con él, él acabará con nosotros.

-Lo se, pero ¿no hay alguna otra manera de acabar este conflicto?

-Lamento informarte que no, no hay otra forma.

-Ah, si tú lo dices.

Entonces camino un poco más y llegó al pequeño estrado donde puedo ver a los 6 dioses que aceptaron mi invitación, puede parecer poco, peor son los más fuertes de sus mitologías o reinos como nosotros le llamamos comúnmente.

-Gracias por venir hoy, como ya todos sabrán, nació el híbrido perfecto al que tanto miedo teníamos, y como saben esta en el inframundo, lugar donde Loki y Hades reinan.

-Tengo que hacer una aclaración -dijo Loki- es mi hija Hela la que se encarga del inframundo. Yo solo estoy aquí como representación.

-Perdón por el malentendido, entonces ¿todos están de acuerdo con darle caza al híbrido perfecto cuyo nombre es Martín?

-Sí -respondieron los 6 dioses al unísono.

-Entonces se concluye la reunión, pueden volver a cuidar sus reinos -dije como saludo final mientras me empezaba a ir.

-Lo hiciste bien.

-Gracias, pero yo haré el primer golpe.

-Vaya, eso no lo esperaba.

-Tengo que hacerlo Tsukuyomi.

-Lo se Ra, por eso te voy a ayudar.

-Gracias.

-De nada.

Lugar: La camioneta de Monserrat.
Narrador: Martín.
Hora: presente.

-¿Ya casi llegamos? -le pregunté por enésima vez a Monserrat en lo que va del viaje.

-Ya te dije que no. A como vuelvas a preguntar lo mismo, te golpeare en la cara -dijo retorcido los ojos por el retrovisor.
-Ya, paz -dije levantando las manos.

Desde que salimos hace alrededor 12 horas, no pude dormir ya que Sofía va acostada en mis piernas y la camioneta es muy incómoda para poder dormir. Pero debo admitir que poder ver a Sofía dormida es más que suficiente, se ve tan delicada, pero saber que un bastardo como su propio padre abuso de ella, el hecho de solo pensarlo hace que mi sangre hierva. Pero me reconforta saber lo fuerte que es. No muchas personas aguantan un infierno tan grande como el que ella tuvo a aguantar prácticamente por toda su vida.

-Estoy orgullosos de ti -le dije al oído a Sofía, y pude ver como en sus finos labios se formaba una sonrisa- estas despierta, ¿verdad?

-Desde hace como 2 horas -dijo mientras se empezaba a estirar con el poco espacio que tenemos.

-Ahora te toca aguantarme -dije mientras me acostaba en las suaves piernas de Sofía y podía cerrar los ojos y dormir plácidamente.

"Me encontraba en el inframundo, pero este inframundo era diferente, la sangre se podía oler a kilómetros, se podía observar partes de cuerpos humanos por todas partes e incluso habían órganos, pero lo que las me sorprendió fue que observé la camioneta de Monserrat volcada a un lado del camino principal. Prácticamente estaba irreconocible, tenía abolladuras por todo lado, pero tenía un cuerpo adentro, me di cuenta de que había alguien ya que estaba sollozando y se culpaba de algo, no pude ver que era o quien era el que sostenía, de la sorpresa de que Sofía era la persona que estaba sollozando, no pude apartar mis ojos de las bestias que estaban atrás de Sofía, pude ver como Sofía se empezó a dar cuenta de las bestias y se ponía en posición de batalla. De un pronto a otro las 3 bestias saltaron al mismo tiempo a por Sofía, y yo por actos reflejo traté de salvarla, pero no pude, al parecer yo era invisible, nadie podía tocarme y al parecer tampoco podían verme, pero cuando gire a ver a Sofía, ella ya estaba sin vida, su mirada no tenía el brillo que me encanta observar.