solamente en la libertad, hay amor.

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Tengo que admitir que ese fue el mejor beso que he dado en mi corta vida, por no decir que el único.

-Lo siento, no se en que estaba pensando -se puso de pie en un instante dispuesta a irse, entonces le agarre de la muñeca y le dije.

-Tranquila, somos pareja, ¿recuerdas? -dije mientras me ponía en pie y le daba un fugaz beso en sus suaves y carnosos labios.

-Si, pero no debería -balbuceó con nerviosismo evitando verme a los ojos.

-¿Por qué te pones nerviosa?

-No lo entenderías.

-¿No lo entendería? ¿Por qué dices eso? -dije mientras me separaba unos cortos pasos de ella. Así tal vez se tranquilice.

-Nunca has pasado por lo que yo pasé -dijo mientras se limpiaba una solitaria lágrima que caía por su mejilla.

-¿Te puedo… hacer una pregunta? -dijo mientras su dulce voz se quebrada. Estaba tan indefensa, me sentía tan impotente por no poder entenderla.

-Claro -respondí mientras le daba un cálido abrazo, el cual ella me devolvió. Nos quedamos así un rato, hasta que ella se separó de mí. Eso me dolió más que cualquier golpe

-Si te muestro mi lado oscuro ¿me abrazarías esta oscura noche?

-No te entiendo. ¿Qué tratas de decirme?

Realmente no entendía lo que me decía, hasta que se acercó a mí y me susurro al oído. “Sígueme”. La seguí hasta el campo de entrenamiento. Que por cierto era hermoso, tenía hasta unas gradas donde nos sentamos.
Ella tomó mi mano y me dio un cálido abrazo seguido de un fugaz beso en mi mejilla. Entonces empezó a decir.

-Tuve un pasado muy duro, y creo que deberías saberlo y replantear tu amor por mí. -aún no entendía porque me decía esto, pero me quedé callado, atento a cada palabra que salía de su hermosa boca- En verdad te lo advierto es algo… fuerte.

-Soy todo oídos.

-Cuando era pequeña, tenía unos 5 años mi padre me abandonó a mi y a mi madre. Mi madre tuvo que partirse en dos para lograr pagar las deudas, mis estudios y poder pasar un tiempo conmigo. Todo se lo debo a esa gran mujer. A los 10 años empecé a desarrollarme como mujer. Mi padre llegó y reclamó mi custodia, él decía que mi madre era una prostituta, que se acostaba con cualquiera por dinero. Yo obviamente no le creí, pero los jueces si le creyeron y caí en custodia de mi padre.
“Cuando tenía 11 años el desgraciado de mi padre empezó a abusar de mí. No sólo era física, si no que también verbalmente y sexualmente. Varias veces sentía ganas de suicidarme, de acabar con mi sufrimiento, quería terminar con todo, decirle adiós a los abusos constantes de mí padre. Solo una cosa me ataba a luchar por mi vida día con día, y esa cosa era que cuando cumpliera 17 podría volver con mi madre. A los 13 el desgraciado de mí padre trajo amigos de él a la casa. Eran 3 y entre ellos empezaron a abusar de mí, muchas veces eran los 4 que abusaban de mí al mismo tiempo. Mi sueño de ser libre cada vez se empezaba a ver empañado por el color negro, mi esperanza de salir y volver a los cálidos brazos de mí madre se veía cada vez más distante. A los 14 mi padre me metió a un prostíbulo diciendo que “ya tenía edad para estas cosas”. Una niña de 14 años que apenas estaba empezando a ver los colores del mundo estaba lista para este mundo. Obvio los gerentes lo denunciaron y entré a un orfanato, ahí también abusaron de mí hasta los 15 años. Cuando cumplí los 16 escape hasta donde estaba mi madre y ella me contó de todo este mundo, y que aquí estaría más segura que en la tierra. Llegué hace poco, peor la historia solo se repite otra vez, y todo por culpa de ese bastardo de Axel.”

Me quedé estupefacto, ¿como una persona de apenas 16 años había pasado por tanto en tan poco tiempo? Simplemente no podía creerlo, no podía creer lo fuerte que era, estaba indignado con el padre, pero a la vez orgulloso de lo fuerte que es. No muchas personas aguantan lo que mi Sofía aguantó.

-¿Qué te esta haciendo Axel? -dije completamente molesto con ese bastardo. Como se le ocurre tocarla, ensuciar su cuerpo y revivir su pasado.

-El… a veces se propasa y además esparció mi historia. Yo confíe en él sabes, y así es como me pagó -dijo entre sollozos- solo puedo confiar en ti y en Monserrat.

-Haré que coma tierra ese bastardo -dije poniéndome en pie y tendiendo mi mano a Sofía para que esta la agarrara como apoyo para poder ponerse en pie.

-Tengo miedo, mucho miedo -dijo mientras me abrazaba y se escondía en mi pecho como una niña pequeña e indefensa.

-¿A que le temes?

-Que todo vuelva a ocurrir, que mi pasado reviva y me atormente otra vez.

-Duele, duele un montón. Pero va a pasar; y cuando sane más fuerte vas a brillar, más alto vas a volar y más libre vas a soñar. Lo prometo -la consolé mientras le acariciaba el cabello. Unos segundos nos duró nuestra paz, una voz interrumpió nuestro momento de amor.

-Vaya, que rápida eres, ya engatusaste a otro más que solo lo usaras. Justo como me usaste a mí -dijo el maldito de Axel mientras se acercaba.

-Esto no te incumbe -le respondí encarándolo cara a cara.

-Vieras como gime en la cama, es como una perra, no se detiene con nada -dijo Axel mientras retrocedía unos pasos y miraba a Sofía con ojos llenos de lujuria- tiene buenas tetas, la forma en que rebotan es increíble, deberías verlas en acción -dijo mientras se acercaba a Sofía. Yo intenté moverme pero no pude, algo me tenía inmóvil y creo saber que es- ni lo intentes, nadie nunca se ha librado de ese hechizo, solo estarás malgastando energía. La necesitarás para deleitarte con lo que haré ahora mismo -dijo mientras le arrancaba la camisa a Sofía y la dejaba nada más que en su sostén- créeme disfrutarás esto.

-¡PARA!  -grité tratando de librarme de este hechizo, peor me era inútil, solo podía contemplar como la falda que vestía Sofía terminaba en el suelo, después el sostén y su tanga terminaron el el suelo, dejando a Sofía como vino al mundo. Me sentía impotente, no podía hacer nada, solo podía mirar como mi amada era violada enfrente mío y yo no podía hacer nada.
“Lucha por el bien de tus amados”
Escuché esa frase en mi voz, y automáticamente me logré librar del hechizo que me mantenía preso. Sentía una gran fuerza y mucho odio acumulado, todo iba dirigido a un ser humano. Si es que se le puede llamar ser humano.

-¿Cómo es posible? -dijo Axel que se estaba quitando el pantalón.

-Quita tus sucias manos de mi chica -dije con la voz más autoritaria que tenía.

-Oblígame -retó él

-No necesitas repetirlo dos veces.

De un pronto a otro estábamos peleando por todo el campo de entrenamiento. Los dos logramos sobrepasar la velocidad del sonido. Nuestros puños chocando contra si, lograban mandar ondas de choque que destruían todo lo que estaba a su alcance. Y así fue que una zona tranquila se convirtió en un campo de batalla. Prácticamente nuestra batalla fue de lo más épico, nadie podía seguirnos con la vista, todos los que pasaban o llegaban exclusivamente a ver la pelea que tenían frente a ellos. Nadie podía vernos, solo escuchaban el choque de nuestros puños y sentían la onda de choque que generábamos. Pero el resultado fue tan rápido, que hasta yo me sorprendí de lo repentino que pasó todo. Logré por un instante, igualar o superará la velocidad de la luz. Con ese aumentó de velocidad tan repentino logré darle un golpe a Alex en todo el estómago. Lo dejé sin aire por unos segundos, segundos los cuales aproveché para mandarme directamente a por el. Una ráfaga de golpes acertaron todos en al cara de Axel, desfigurando todo lo que estaba en su camino. Terminé con un gran golpe que lo mandó a volar por cientos de metros al cielo y cuando bajó. Pegué un salto que lo logré llegar a él con solo el impulso y no tuve que usar las alas que me salieron. El golpe que le di hizo un sonido como si una bomba hubiera estallado en medio del oscuro pero estrellado cielo. El cuerpo de Axel cayó al suelo, parecía que aún respiraba así que traté de golpearlo y darle el golpe final, pero alguien me detuvo.

-Déjalo, no vale la pena -dijo Monserrat mientras me agarraba el puño y evitaba que le diera el golpe que acabaría con la vida tan miserable de Axel.
-¿Sofía donde está? -dije mientras miraba a mi alrededor.

-La llevé a la cabaña. Gracias.

-¿Por qué?

-Esa chica nunca se ha abierto con alguien además de Axel y yo. -dijo mientras me abrazaba- y además por darle un merecido al cretino de Axel.

-Nunca me cayó bien.

-Vamos, tienes que ir a ver a tu princesa -dijo Monserrat mientras caminaba en dirección a una camioneta que tenía enfrente a ella- Ponte una camiseta, ¿quieres?

Con todo el alboroto no me di cuenta que mi camisa quedó hecha añicos. Me apresure s entrar en la camioneta y dimos marcha en dirección a la cabaña que habíamos obtenido. El trayecto fue corto, escasos 3 minutos. Una vez llegamos, entré corriendo a la cabaña y busqué a mi querida. La encontré acostada en el sillón durmiendo, le di un rápido beso y subí a traer nuestras cosas para irnos.

-Cuídala -dijo Skuld mientras me daba un cálido abrazo en forma de despedida.

-Con mi vida si es necesario -dije sonriendo mientras bajaba las escaleras.

Entonces ví a Sofía sentada, me apresure a bajar las últimas escaleras. Llegue a su lado y le di un cálido abrazo y la besé, este beso hacía que el beso que nos dimos hace unos minutos pareciera un juego de niños.

-Te amo -dije mientras la abrazaba con fuerza.

-Yo también te amo.

-¿Nos vamos ya? -preguntó Monserrat arruinando nuestro perfecto momento.

-Si -respondió de mala manera Sofía, y cuando íbamos saliendo por la puerta le dio un golpe a Monserrat en las costillas.

-Esa es mi chica -dije desde atrás viendo la escena.

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¡FELIZ NAVIDAD! (Dos días más tarde xD)

Perdón por no publicar otro capítulo, se suponía que este capítulo iba a salir el 25 de diciembre, pero debido a que el rompope estaba muy bueno (le agregue un poco más de alcohol, solo como 2 botellitas de 1.5L) y me pasé con las copas, lo subí hoy.

¿Que les pareció el cap?
¿Interesante?
¿Aburrido?

¿Que les pareció la historia de Sofía?
¿Muy cliche?
¿Original?

Siganme en Mobile legends, salgo como Denixon, mi ID es: 281218881

También en Instagram, donde publicaré cuando saco nuevo cap.

Hasta la próxima, nos vemos el 31 de diciembre, con  un especial de navidad

La Ira de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora