— ¿Por que ese puto te puso una mano encima?
Lo alejo y me bajo de el lavabo, sacudo mi uniforme y levanto mi mochila.
— Deberías lavarte esa boquita con jabón, está es una escuela muy respetada.— Le guiño un ojo, inocente.
— Thalía, no estoy jugando.— Sus ojos verdes se clavan en mi mochila perfectamente blanca, después en mi ropa y luego en mi cabello.— Espera, ¿Ha pasado algo?
— ¿Algo como qué?
— Sabes a lo que me refiero.— Levanto una ceja.— Eh, si ellos... te... tú... ¿Te obligaron a...?
— Por supuesto que no.— Se pone una mano en el pecho, y recupera el color.
Ni siquiera le doy tiempo de reaccionar, lo vuelvo a envolver en mis brazos. Han pasado años, y no puedo creer que lo tengo en frente mío.
— Te recordaba menos cariñosa y más caprichosa, Bitch.
— Cállate, arruinaste el momento.— Ruedo los ojos mientras me separo.
— ¿Si sabes que nada justifica el hecho de que te haya puesto sus asquerosos dedos en tu rostro?
— Tyler, así es aquí.— Le quito el pestillo a la puerta.— Pero créeme, una vez salga de aquí voy a viajar por el mundo... y nadie sabrá que soy una Bernard. Un buen padre no dejaría que estas cosas pasaran.
Antes de poder salir, el pelinegro me sostiene la muñeca.
— ¿A donde vas? Tenemos mucho de que hablar— Frunce su ceño, levanta su barbilla y noto cierto toque de nerviosismo.
Que curioso.
— No creo que nos convenga hacerlo en el baño de damas, luego se dará la oportunidad. Hasta pronto Tyler.
(...)
— ¿Hacer twerk?
— Perrear, twerk ¡Es lo mismo! Mi cielo, eres la bitch porque tienes esas buenas nalgas, un comportamiento que vuelve loco a cualquiera y un cabello reluciente. Eres casi el alma de la fiesta, pero para completar tu estado de perra tienes que aprender a moverlo.
— Halsey, solo tengo Quince.— La rubia niega mientras rueda los ojos.
— tienes quince y te has puesto hasta el culo con tequila y ron, hasta has probado la marihuana.— Se acerca y me agarra de los hombros.— Imagínate lo inalcanzable que puedes llegar a ser, todos deseándote pero nadie tocándote. Legendaria.
— Halsey, sabes que estoy escapando de lo que piensen los demás de mi.
— Entonces hazlo por ti, mi vida. No es solo actuar, es sentirte como perra. Ser la puta ama.
Silencio.
Suspiro.
La miro.
— Es solo el trasero, supongo que aprender no hará daño a nadie ¿No?
— Ey, terminó la clase.— Levantó la vista algo soñolienta.— Thalía, ¿No? Eres la que llevo a cabo la asamblea de los Universitarios.
— Si, adiós.— Salgo como una bala del salón.
Halsey, ¿Qué ha sido de ti en todo este tiempo?
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Yo era ¡Bitch! [2]
Teen FictionMadurar es parte de la vida, y eso lo sabe Thalía. Ella llega a Suiza a cambiar hasta la más mínima fibra de su pasado, cosa que un buen amigo le aconsejó. Ahora, ¿Podrá Thalía cumplir ese gran reto? ¿Ella podrá... olvidar su lado Bitch?