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Ese día a la luz de la luna el saco el cuerpo de su padre junto a algunas pertenencias de éste y lo enterró debajo de el árbol de mármol que había en el patio trasero de la casa.

Al día siguiente salió a la plaza y tocó la campana de reuniones, todo el pueblo le miró mal y le pusieron atención sin ánimo alguno.

- el día de ayer mi padre Joseph Rogers abandonó su hogar y nos abandonó a mi y a mi madre.

Los murmullos no se hicieron de esperar pero derrepente un joven alfa soltó con veneno.

- entonces ya no hay razón para tu estancia en nuestra comunidad error, si hasta el gran alfa Joseph Rogers los dejo.

Muchos estuvieron a favor y se convocó una reunión, a las once de ese mismo día un alfa llegó a la casa con una noticia.

- Steve Rogers la comunidad no quiere su presencia en la aldea y por ende hemos decidido unánime mente que se le dará entrega de la cabaña de caza de el alfa Joseph exiliandolos a usted y su madre.

Steve no dijo nada y cerró la puerta, lloro sin poder creer como todo estaba en su contra, su madre estaba en un estado delicado y a la primera oportunidad le echaban.

A la mañana siguiente todo el pueblo miró como Steve tomado de la mano de su madre salían de el pueblo a las profundidades del bosque.

Esa mañana con una hora de diferencia la familia Stark llegaba al pequeño pueblo de San Agustín.

*~*~*  *~*~*  *~*~*  *~*~*  *~*~*  *~*

Pasaron tres años después de tal acontecimiento, la comunidad seguía como si en ningún momento fuera existido un Rogers mientras que Anthony cada que le daba su celo se alejaba adentro de su inmensa mansión.

Era algo más pequeña que la del alcalde del pueblo pero lo suficientemente segura como para evitar que algún idiota lo convirtiera en incubadora.

Uno de esos momentos miró desde su ventana como su padre se dirigió a el bosque.

¿Talvez por hierbas medicinales?... No, no creía pues le había hecho prometer que el haría ese tipo de labores ya que no solo era un amo de casa.

¿Entonces por qué su padre se internaba en el espeso bosque?.

Y con la duda presente le espero sentado en la sala.

Pasaron seis horas y Howard apareció nuevamente.

- adónde estabas?

- de que hablas Anthony yo siempre salgo a estas horas y nunca te habías dado cuenta...

- por lo mismo o hablas o te puedes ir mal.

Howard le miró indignado y después de unos minutos y al ver cómo el castaño menor no tenía intenciones de rendirse hablo.

- fui a ver a unos exiliados, la madre se encontraba muy mal y me encontré al hijo en el bosque en uno de mis pequeños viajes de inspección.

Y la curiosidad de Tony se desbordó.

- ¿ por qué los exiliaron?¿ Cuántos son?¿ Puedo ir?

El Stark menor parecía nunca acabar con sus cuestionamientos y Howard suspiro rendido.

- te diré que son buenas personas que está sociedad no apreció y ahora están en una situación algo delicada.

Tony se quedó pensando en esas palabras cuando Howard volvió a hablar.

- en cuanto si vas a ir, eso dependerá y no lo miró necesario por ahora pero un día que yo no pueda ir a atenderlos puedes ir en mi lugar.

- ¡pero somos socios! Me lo prometiste, y además no podré ir sin ti por qué nadie quiere que un Omega les atienda, nos creen ignorantes.

- ellos no son así, lo prometo y si siempre serás mi socio no? Mañana hablamos ve a descansar.

Tony reclamo cuando derrepente Howard lo tomo como saco de papas y lo tiró a su cama para después salir de la habitación y ir a su alcoba.

Cuando Tony ya estaba en la cama solo podía pensar en que se escaparía nada más amanecer.

*~*~*  *~*~*  *~*~*  *~*~*  *~*~*  *~*

Frustrado... Así se sentía, sentía miedo al mirar como su madre poco a poco ya no le respondía cuando le hablaba.

Era normal su deterioro de cierta forma por como su lazo se quebró deteriorando poco a poco su salud. Así se le podría decir?

Suspiro y agarró el hacha pues tenía que cortar madera para poder sobrevivir a duras penas el invierno pero se le resbaló de las manos.

Se le sentían dormidas y no tardó en caer a los pies del árbol en un sueño de probable muerte.

Derrepente algo le hizo reaccionar.

Un olor atacó el ambiente.

Olía a café con chocolate y caramelo de leche.

Ese olor le cubrió y al abrir los ojos se miró envuelto por una capa roja.

Al parpadear y oír mejor enfrente de el estaba un ángel en sus palabras de cabellos castaños algo oscuros y rizados que le decía que no se durmiera.

El nunca había sentido una conección con su alfa, es más pensó que esa parte de el estaba muerto pero aquello que el creyó muerto le seguía la orden a aquel ángel.

- muy bien, mi casa está muy largo como para llevarte... Nececito tu ayuda guíame y apoyate en mi.

El entendió y con dificultan se paró.

Recuerda los momentos previos a desvanecerse nuevamente, estaban enfrente de su casa con un angelito jadeante por el cansancio.

Yo te elegí a tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora