Yo te elegí a tí

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Alfas.
Líderes natos sus palabras son la ley y son la hombría encarnada la casta más fuerte y por ende el protector, cazador y luchador.

Esto se demostraba en cada pueblo con diferencia pero todos coincidían en lo mismo, los jóvenes se les asignaba rangos según su olor, actitud y físico. Para la época de apareamiento comenzaban su cortejo demostrandole sus cualidades a los omegas.

Betas.
La mayoría de ciudadanos la balanza y tributo a los dioses de la luna entre el hombre y las bestias, estos no tenían un rito en especial.

Se casaban ya fuere por compromiso o por gusto propio.

Omegas.
¿Las muñecas de pocelana? Está le quedaban cortas a los omegas Seres que por ley tendrían que ser hermosos, callados y sumisos. Un pio de objeción hacían un alfa sería una gran ofensa.

Si tienes una marca y el alfa llegase a dejarle se le miraría mal.

Si es muy viejo y sigue sin marca se le miraría mal.

Si está viudo y con marca se le miraría mal.

Eso estaba escrito en la constitución sobre los que se regían en todo pueblo pero...

Que pasa cuando eres un antónimo de perfecto para tu casta, que desde muy joven lidiaste con ello sin poder hacer mucho.

Pues eso se preguntaba Steve Rogers hijo de uno de los alfas más ejemplares y una Omega con todas las letras, se suponía que el tendría que salir cuál reflejo de su padre pero.... Esto nunca fue así.

Cuando nació no sabían si sobreviviría la noche era tan frágil que le costó respirar y tan delgado que el viento se lo podía llevar.

Todo esto fuera sido un tanto pasable si fuera salido omega pues lo único que les importaba a su comunidad era que fuera bello y callado pero no, su destino no sería fácil y salió para sorpresa de mucho un alfa.

Alfa... Un alfa el cual le hacía mal la leche materna el cual mostraba señales anímicas y que era más débil que un Omega enfermo.

Su padre le ocultaba de el pueblo y siempre que podía negaba que el fuera su hijo.

Para Joseph Steve tenía el mismo precio que un asno enfermo pero igualmente según las leyes de su comunidad tenía que apelar por la seguridad de su familia por lo que el espejo de todo lo que tenía que ser un alfa no podía hacer mas y abogó por qué no lo exiliaran y al ser uno de los pesos de la comunidad se le otorgó ese derecho.

Aún así su vida fue un asco, su madre siempre le protegió y quiso haciendo que el odió de Joseph también se traspasara a su mujer y siempre siendo más duro con el.

- por dios aprende a ocupar el hacha o yo mismo te amputare las manos.

- por qué tienes que ser mi mayor decepción me avergüenza saber que eres de mi sangre.

Entre otras cosas que le reclamaba como si el hubiera pedido ser como era.

Pero claro sus abusos no podían terminar solo en su casa, los alfas de la comunidad le odiaban sin un porque y cada que podían le golpeaban y hostigaban.

Los omegas solo le miraban con asco claro y siempre que podían le insultaban.

Steve pronto entendió que en cuanto su abusador padre muriera le buscarían como matar por qué solo era una decepción para toda su casta y lo único bueno sería que su madre quedaría sin su cargo aún que sería mal vista por ser una omega "vieja'' y viuda con una marca permanente.

Pero el no quería tal cosa quería poder demostrar que podía ser un alfa a su manera y responsabilizarse de su madre.

Pero hey a el le seguía la desgracia y un día cuando el trataba de cortar leña escucho una nueva discusión en su casa.

- ¡tu eres una maldita desgraciada!

- nada de lo que has hecho es mi culpa Joseph, ¡Tu te metiste a la bebida, Tu odias a tu propio hijo y tú nos endeudaste hasta el cuello!

- cállate maldita mujerzuela, si alguien aquí tiene la culpa eres tú y nadie más, me diste a un mocoso defectuoso que salió como tú una Omega respondona y vieja.

Sarah no aguanto más y le empujó y Joseph callo de espaldas y al levantarse y justo cuando iba a empujarla para que le cayera el agua que estaba en el fogón hirviendo se desplomó nuevamente.

Steve llegó y miró la escena sin saber que decir fue hacia el cuerpo del hombre y al mirar que no tenía pulso se alarmó, sabía que si encontraban así a Joseph dirían que el y su madre lo habían matado y los condenarían a la orca.

- por dios mamá...

Sarah no se podía mover y se retorcía en el suelo, Steve reaccionó y la tomo para revisar su bienestar.

- murió, murió el corazón... - eran los balbuceos entendibles que sonaban en la sala por parte de Sarah.