Yo te elegí a tí

6

Sonreía mientras iba por aquel camino de piedras desgastado después de el paso de muchas carretas, al mirar a su alrededor pudo encontrar a algunos omegas ya fuera paseando a sus hijos o los más jóvenes que prácticamente eran acosados por algunos alfas de la misma edad.

Por qué si, aún que ellos normalizaran aquel horrible comportamiento la acción de estar detrás de alguien haciéndole comentarios obscenos o tocándole más de la cuenta para Tony no era más que una actitud horrenda y de acosador.

Camino con más rapidez una vez miró como estaba mas cerca de su casa pero un grito lo detuvo en seco.

Cuando corrió hacia donde provenía el ruido encontrándose con un granero dónde guardaban el trigo y se dió cuenta de que estaba uno de los detestables amigos de hammer con una niña debajo de el quien lloraba con miedo.

La tenía boca abajo en el piso y sin importarle que el otro fuera alfa se le paró enfrente mientras lo miraba con asco.

- ¿Cuál es tu problema maldito animal?, ¡Es una niña!

Por fin había llamado la atención de quien por la distracción su víctima se había escapado poniéndose tras el Omega mayor.

- no te incumbe a menos de que quieras cambiar de lugar con ella.

El aroma territorial del alfa salió de manera agresiva, Tony sabía que le quería doblegar y mostrarse superior ante el.

Sus piernas temblaron y sonrió, si tan machito se creía solo por gritar y abusar de los más débiles le mostraría que no estaba en lo correcto y aún que cada minuto que pasaba sin bajar la mirada si Omega se encogía por el miedo era más la terquedad de su parte humana lo que le seguía manteniendo en pie.

- ni lo creas maldito cerdo asqueroso, no dejaré que me pongas la mano ni a mí ni a esta niña y todo el pueblo sabrá que eres un asqueroso violador.

Si algo no era bien visto en el pueblo eran los asaltantes y violadores o simplemente alguien que tomo parte de un delito o lo cometió.

El alfa sonrió con superioridad y soltó con gracia.

- es una maldita huérfana y aún que lo digas a nadie le importaría, clases sociales ¿No te suena?

Tony le miró con odio al saber que el sujeto tenía razón, si no eras parte importante del pueblo o alguien importante de la comunidad tu peso era igual que el de el aire, ninguno.

Se sentía cada vez más nauseabundo y no sabía cómo todavía su olor de terror no salía al aire.

Tomo un respiro y tomo a la niña para salir corriendo.

- no tan rápido.

Lo ignoro quería irse largo de ahí.

- ¡Que te detengas! - lo hizo pensó Tony y aún que el no quisiera poco a poco comenzaba a detenerse.

Fue entonces cuando otra voz se hizo presente.

- pedazo de idiota que te crees para hablarle así a mi propiedad!?

Maldijo en sus adentros hammer había llegado para tratar de hacerce el héroe pero al fin de salir de este momento lo aceptaría, no por el si no por la niña que tenía en brazos que temblaba y lloraba constantemente.

Ambos aromas comenzaron a circular en el aire Tony sintió aún peor las ganas de vomitar.

- lo siento hermano, te dejo.

El otro tipo se había retirado antes de que se comenzarán a matar como salvajes.

Un segundo paso y Tony pudo tomar nuevamente el control de su cuerpo tratando de salir de ahí rápidamente.

- hola Tony, ni un beso a tu héroe le vas a dar.

Era hammer y su sinfín de idioteces que se había puesto a su lado mientras caminaba.

- no gracias, honestamente preferiría besar a el hombre de el bosque que a ti.

Soltó con odio y indiferencia el castaño mientras por fin volvía a su camino inicial.

- ¿enserio? - dijo mientras acercaba su mano al rostro del omega.

Un golpe sonó...

Después de un breve silencio.

Tony le había apartado la mano antes que le llegará a tocar de un manotazo y le mando otra mirada de odió.

- muy enserio.

- rudos a si me gustan - soltó hammer mientras le miraba de forma nada apropiada y por fin desaparecía por otro camino.

Soltó su aire retenido, si una cosa era la que odiaba con toda su alma era el olor de hammer, olía a licor barato y cigarro con arena.

Miró preocupado a la niña que aún llevaba cargando, habría de tener como trece años y se había dormido después el shock ocurrido, no la podía culpar ya que nisiquiera el sabía cómo no se había derrumbado enfrente de esa situación.

Cuando estuvo frente a su casa corrió adentro después de pasar por el primer portón y por fin pudo volver a ver a su padre.

- ¡Tony! - soltó Howard con alegría.

- ¡ Papá! - dijo sonriéndole y caminando hacia el.

Howard abrazo a su hijo mientras le decía lo preocupado que estuvo ese tiempo, en ese momento fue en el que los sentidos de padre se le activaron de distintas forma.

- ¡Cómo se te ocurre desaparecer así! Me quieres matar, aún soy joven pero mi corazón no resiste estas cosas Tony te vas a quedar castigado hasta que te cases y yo nunca voy a dejar que eso pase ¿¡Sabes cuánto tiempo no voy a dejarte un minuto solo!?

Tony sonrió ante este comportamiento, se esperaba algo mucho peor viniendo de su padre.

- ¿Y ahora me hiciste abuelo? - ya no entendió nada - yo todavía no quería ser abuelo Tony.

Howard comenzó a llorar y fue cuando se acordó que tenía aún a la niña en brazos.

- ¡Voy a matar a quien te dió este cargo, dios eres un niño!

Ahora sí era el Howard de verdad, sonrió sin saber si reír o llorar por la escena de su padre suponía que ahora le tendría que contar sobre todo y decirle que todavía no iba a ser "abuelo".