Rylie.
No puede ser, cuando Maddie me dijo que me quedara a dormir en su casa jamás pensé que Ali también se quedaría, se que somos primas y antes éramos muy cercanas pero desde que dejó a Gravy y a mi hermano no quiero tenerla cerca de mi, no sé como no puedo ni tolerarla aunque la ame, lo que hizo me dolió mucho ya que Gravy la necesitaba, Sebastian no se pero la nena si.
—Llamaré a mi madre para que venga a recogerme.—Le digo a Maddie.
—¿Que? No.—Responde.—Rylie esto lo hice con la intención de que arregles las cosas con tu prima, son familia no pueden estar así.
—Llamaré a los chicos, Maddie aprecio en serio que hayas hecho esto pero como vez, Rylie no me perdonará por algo que no le hice exactamente a ella.—La miro a los ojos, esta llena de ojeras y desgastada, como si fumara marihuana todo el tiempo, como si no durmiera bien.
—A mi no, pero a mi sobrina si.—Le respondo.—Arlette, respeta el hecho de que no pueda tolerar tenerte cerca de mi, decidiste traer a Gravy al mundo para abandonarla un mes después de que naciera, dejando a mi hermano solo con ello y aunque el diga que se siente bien al respecto lo conozco tanto que se que no es así. Deja de querer actuar como que todo volvió a la normalidad porque no es así, no es normal, no te quieren en mi casa y en la escuela ni volteo a verte porque no me interesa estar cerca de ti, ¿Entiendes?—Sin respuesta sale de la sala, segundo después se escucha la puerta principal cerrarse de un portazo.
—Fuiste muy dura, no ha sido fácil para ella y eso era lo que quería que entendieras.—Me dice Maddie.—No duerme, no come, no hace absolutamente nada aparte de fumar, ir a la escuela y dormir todo el día. Ella no está tratando de recuperar su vida Rylie, está tratando de vivir sin una parte de ella. En Seattle tenía a su pequeña familia y ahora no tiene absolutamente nada aquí. El día de la fiesta decidió que Gravity merecía algo mejor que vivir entre las sombras por un amor prohibido que tuvo con su primo, pensó que era mejor que creciera sin ella a que creciera en una mentira. Llora, la extraña y siente que no tiene absolutamente nada, ella solo quiere que entiendas lo vacía y rota que se siente desde el momento que dejo ir a Sebastian con Gravity para que la bebe tuviera lo más cercano a una vida normal.
—No lo veía así.
—Yo tampoco lo veía así hasta que ella me lo explicó.—Suspiro.—¿Quieres que la llame?—Asiento.
Creo que fui muy dura con Ali.
Ali.
Mis ojos se llenan de lagrimas al ver las fotos de Gravity en mi teléfono, dije que las borraría cuando me armara de valor pero no tengo, ni tengo valor para deshacerme de lo único que tengo de ella, sus fotos. Las pequeñas fotos que tomé antes de marcharme y todas las demás. Es duro, me duele el alma y siento que moriré cada mañana cuando despierto y no la tengo conmigo, ni tengo a Sebastian conmigo.
Muero por saber que están haciendo, como le esta yendo a el con la bebe allá, muero por saber cuándo volverá aquí con ella, porque la quiero ver, abrazar y acurrucar en mi pecho por toda la eternidad.
Recibo un mensaje de Maddie diciéndome que vuelva a su casa, suelto un suspiro y me giro en dirección a ella, de igual manera solo iba a unas cuantas casas, creo que si me pidió volver fue porque ya hablo con Rylie respecto.
Sin darme cuenta en que momento llegue, subo al pórtico y abro la puerta principal, entro rápidamente y la cierro detrás de mi. Observó hacia la sala donde está Rylie sentada en el sofá con los brazos abiertos en señal de que vaya hacia ella, dejo la mochila en el suelo y corro a sus brazos mientras mis ojos se llenan de lagrimas. Al llegar siento una lluvia de emociones, necesitaba tanto un abrazo suyo. Ella me envuelve mientras yo solo comienzo a llorar y sollozar en sus brazos como un alma en pena.
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La familia Costello
Teen FictionDos gemelos, tan idénticos y distintos al mismo tiempo, una adolescente con trastornos y un niño de nueve años con problemas de identidad, una relación prohibida y unos cuantos secretos familiares que ponen a prueba la integridad de la respetaba fam...