Ya nadie nos rodea, ni Johann, ni Paula, ni nuestros amigos… solo veo a Calle esperándome en el altar de flores y camino hacia ella sin pensar en nada.
-Estamos aquí, reunidos, para celebrar la unión de Daniela y Maria Jose- sé que esto no está ocurriendo, pero el ímpetu de mis deseos es tan fuerte, que logra transformar la realidad.
Ante los ojos de todos, Pau y Johann están emocionados a punto de unirse en matrimonio, mientras nosotras los observamos un poco más retrasadas; pero en MI realidad, Calle está de mi brazo, temblando y a punto de decir “si, acepto”.
Johann está por aceptar y yo miro a mi novia, le sonrió y respondo por él en un susurro; ella también sonríe emocionada y sigue mi juego. Imaginariamente somos nosotras quienes nos casamos. Cuando le preguntan a Paula si acepta estar unida para siempre a su chico, Calle vuelve a mirarme y mueve sus labios pronunciando bajito el “sí, acepto”. Yo aprieto su mano en señal de ansiedad por el beso, pero antes de hacerlo tomó la flor exótica que está en su cabello y enredo el tallo alrededor de su dedo, dejándole un anillo de flor. Símbolo de nuestro amor.
Al mes de conocernos, ya estábamos saliendo, no éramos novias pero lo seríamos ¡¡Dios, que mierda es saber todo lo que ocurrirá!! Demoramos bastante en decidirnos a estar juntas y fue ahí donde Laura entró en acción. Ella, con su astucia y alocada existencia, nos preparó una de esas sorpresas que te dejan con la boca abierta. Ambos llegamos al mismo lugar, después de seguir las pistas de nuestra amiga, recorrimos el parque en sentidos contrarios y al final del camino nos encontramos.
Calle llevaba un ligero vestido de gaza celeste, con el pelo suelto y una flor del mismo color sujetándolo de un costado. Yo iba con short blanco y una camisa cuadrilles medio abierta; era verano y estábamos de vacaciones en Miami, su tierra. Esa fue la primera vez que compartí con ellos, todo por Daniela.
Ok, ok, yo obviamente tenía sabido de antemano como nos encontraríamos y que sucedería, pero repito, vivir las cosas junto a ella hacían que valiera la pena querer revivirlas una y mil veces.
En ese parque vimos el atardecer, nos besamos, nos dijimos todo –sin tapujos-, nos pusimos de novias y esperamos que anocheciera para prometernos, ante la majestuosa luna, estar siempre junto a la otra.
La fiesta comienza y todos bailan y gritan emocionados. Paula lanza el ramo y Laura no duda en pasar por sobre todas para alcanzarlo; luego parten el pastel, se toman las respectivas fotografías, bailan el vals y sonríen a los invitados. Todo lo protocolar. Mientras yo sigo tildada viendo como todo transcurre… no tengo fuerzas, tiemblo completamente al saber que falta tan poco. No quiero, solo Dios sabe cuánto ruego porque no ocurra lo que tiene que ocurrir…
Alguien llega por mi espalda y me abraza, el calor que me transmite es único, sé que es ella, siento su aroma, acarició sus pequeñas manos y, sin voltearme, permito que otra lágrima caiga por mi mejilla. Calle no me ve y eso es un punto a favor, porque no sé qué responder si pregunta que me sucede.
-¿Vamos a bailar?
-Vamos- me secó los ojos rápidamente y giro para abrazarla- Te compuse un tema…-susurro a su oído.
-¿Enserio?
-Enserio- le sonrío y nos besamos dulcemente.
-Quiero oírlo.
-Hay un pendrive en la radio del auto- ella vuelve a sonreír, feliz, halagada por el regalo- tienes que escucharlo sola…- asiente despacio, sabe muy bien la vergüenza que me da mostrar mis canciones, por lo mismo no dice nada y seguimos bailando.
Mientras nos envuelve la música romanticona, le susurro al oído la primera parte del tema. Sé que todo está acabando, el tiempo ya no es mi aliado.
Cuando vives sabiendo lo que ocurrirá, anteponiéndote a los hechos sin quererlo, entiendes que el verdadero sentido de la vida no es vivirla de la forma que quieras, sino dejándose sorprender. Porque aunque todos digan que cada quien toma sus propias decisiones y que el destino está en tus manos, no es así… todo está escrito, predicho, prescrito. Todos somos títeres de esa fuerza superior que nos guía según su conveniencia.
Puedes llamarle universo, energía, destino, Dios o como quieras, pero es la misma cosa. Yo prefiero llamarlo “la cosa que tiene la verdad” y que por algún extraño motivo encontró en mí un ser humano lo suficientemente fuerte como para llevar, sobre sí, el peso de su trabajo. Pero no me dio la llave para manejarlo, simplemente podía saberlo todo. En definitiva fui durante toda mi vida una cantante sin voz.
Con Calle estuvimos de novias dos años desde esa tarde en el parque, el primer año nos fuimos a vivir juntas y a los meses después ya teníamos pretensiones de formar una familia. Pero esa misma noche en el bosque tuve la primera visión sobre el final de todo, ahí me enteré como terminaría lo que recién comenzaba con ella… así de maldito fue el destino conmigo. Cuando comenzaba a soñar con un futuro hermoso y normal, me cortaron las alas.
Desde esa noche busqué la forma de cambiar todo, pero no pude… nunca se pudo destronar al destino, amo y señor de todo. Yo solo fui un juguete en sus manos.
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Tiempo (Cache)
Fanfiction¿Alguna vez has querido tener un poder especial, algo que te diferencie del resto? ¿ Poder volar, tener súper velocidad o leer el pensamiento? ¿Cuál sería tu elección? ¿Crees que serías feliz con ella? ¿Qué ocurriría si alguno de esos "súper poderes...