Obligados a casarse (Acabada)(1ªparte)

Parte 1-la estación

Querida Ellen:

Me gustaría anunciarle el fallecimiento de sus padres, tras el trágico accidente de vehículo que tuvieron. Me gustaría que se pusiese en contacto conmigo lo antes posible para ver qué haremos con la custodia de su pequeña hermana Valeria. Espero su respuesta.

John, el abogado de sus padres.

Era por la mañana, uno de esos días en los que el sol brilla en lo más alto del cielo, como consecuencia hacía un calor insoportable. Poco más tarde a eso del medio día se bajó del tren y se acercó a información a preguntar quién la recogería. El señor de información, que se encontraba sentado allí la miró de arriba a abajo percatándose de la belleza de la muchacha, y entonces le preguntó :

- ¿ Cuál es su nombre señorita?

-Ellen- contestó alegremente. No tardó mucho en darse cuenta de quien se trataba.

- Ya veo..., en un momento vendrá su hermanastro a recogerla, no se preocupe.

-¿ Hermanastro? pero si yo no tengo ningún hermanastro- dijo con confusión y sorpresa a la vez.

-solo espere, no sea impaciente por favor - contestó el hombre mirando atrás de ella.

En ese instante sintió un calor que emanaba una figura justo detrás de su espalda, con un aliento cálido y mentolado. Le susurraron al oído de una manera suave que no fuera imprudente con su hermano. Cerró los ojos al oír aquellas palabras y cuando intentó soltarse no pudo ante aquellas fuertes manos. una sensación le recorrió el cuerpo como si fuera una fuerte corriente eléctrica. Cuando pudo girarse, quedando frente a frente con ese hombre, intentó contener la compostura bajo aquella mirada, pero le era difícil.

-¿ Quién se cree que es usted para tocarme de esa manera ? Yo solo estoy esperando a que me lleven a conocer a mi hermana y se cree que puede tratarme así, ¡ Es de locos !

- En verdad, no deberías hablarle así al hijo de la mujer de tu padre. Me presento soy Clay, tu hermanastro- dijo de una manera arrogante.

-Estúpido-gruñó- entonces tomemos el camino-Dijo mientras se ponían en marcha.

Llegaron al coche y él le abrió la puerta como un verdadero caballero, y ella ni siquiera quiso mirarle, después de aquel acto bochornoso en la estación. Antes de cerrar la puerta él se acercó para abrocharle el cinturón, y nuevamente sentía como el aire se cortaba entre ellos y tal vez no sintiera hambre, si no un gran interés por ese hombre.

Poco después llegaron al rancho de la familia, la casa era amplia y bonita,con muchas ventanas y grandes terrazas. El la ayudó también a bajarse del coche, lo que la hacía dudar aún más. Cuando llegaron Clay la presentó ante el personal y luego la ayudó con el equipaje, aunque este era escaso, se lo llevó hasta la habitación de invitados.
Esta era grande y acogedora, la verdad le parecía bastante agradable aunque pensaba quedarse poco tiempo, pues solo estaría para la lectura del testamento y luego se iría. Esperaba salirse con la suya.