Las cartas que nunca te envié (Paulchard) PaulxRichard

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El cielo azul pasaba a un oscuro cielo, eso solo indicaba que la noche iba a llegar pero yo estaba ahí de pie sin rumbo alguno mirando hacía el mar, no pensaba en nadar ni nada, solo quería calmar mis pensamientos, no tenía idea de porque había salido de casa, solo pensé en tomar algo de aire y mi cuerpo caminó hasta aquí, quizá debía regresar a casa, pero aquella soledad no me dejaba tranquilo, no podía dejar de pensar en tantas cosas, en mis mayores errores, en porque nada bueno pasaba en mí vida, todo era basura, yo no tenía ganas de vivir, no tenía una razón para seguir de pie, de levantarme a realizar mi trabajo mediocre como oficinista promedio con un sueldo igual de basura como el trabajo, jamás pude cumplir mi sueño de tocar guitarra, jamás pude hacer nada bueno con mí vida, siempre estuve con miedo a algún tipo de cambio, jamás deje que nada bueno pasará.

—¿Qué estoy haciendo con mí vida?

Dije mirando el cielo que solo era iluminado por las estrellas y la luna, realmente la luna solo reflejaba el sol, pero bueno aquello daba igual. Todo parecía estar bien, a una distancia cercana podía ver la terraza de un restaurante, una familia estaba cenando, se veían felices, ¿Cuándo deje de ir a cenar con amigos o con mis padres? Cierto mis padres me odiaban, el simple hecho de ser homosexual era un insulto para ellos, aún recuerdo sus caras cuando se enteraron sobre mí sexualidad, realmente pude ver la decepción en su cara, parecía que yo acabará de asesinar a alguien,  estaba tan decepcionados.

⟨_ Flashback_⟩

— Richard baja a ayudar a tu madre entrar el sillón nuevo que compró, que no puedo solo hombre.

Escuché una voz a la lejanía, no entendía que había pasado, la cantidad de cocaína que había consumido, había hecho que perdiera la conciencia del tiempo, me parecía escuchar la voz de mi padre a la lejanía, acaso no se suponía que llegaban el día de mañana.

—¿Demo...nios qu..é día es?

Me trate de levantar de mí cama, pero un brazo me impidió realizar mí objetivo, era el brazo de Till, había olvidado todo, había olvidado que había tenido relaciones con Till ayer, la falta mi ropa interior o algún tipo de prenda confirmaba esto, ambos estábamos desnudos, esto parecía una broma de mal gusto y mí cuerpo no se encontraba bien, no tenía fuerzas para levantarme, mí cabeza dolía demasiado como para levantarme y Till parecía que nunca iba a despertar, su cabello y su cara todo en el era perfecto, realmente ese hombre era precioso, pero no era momento de pensar en eso debía hacer algo.

— Richard eres un irresponsable, mínimo recoge tu ropa y no la dejes tirada, que demonios haces que no...

Mí cuerpo se había congelado antes de poder realizar cualquier cosa, estaba realmente jodido, mí papá había visto la ropa que habíamos dejado tirada en medio de nuestro primer actual sexual que fue, en las escaleras, en un parpadeo tenía a mi padre frente a mí, con sus ojos sorprendidos, pero a la vez mostrando una gran decepción, no sabía que hacer solo trate de levantarme y llegar a el, pero al momento poner mis pies en el suelo, me caía debido a que mis piernas aún estaban dormidas, lo único que logré fue dejar expuesto a Till debido a que me lleve la sábana que nos cubría conmigo, dejando a un más expuesta lo que habíamos hecho, el estaba desnudo y yo también, los ojos de mis papás estaba rojos, llenos de odio y apretaba sus puños con fuerza.

— ¡Eres un maldito maricón!

Dijo mi padre para luego, agarra mi oreja con fuerza y levantar me, haciendo que mis rodillas temblaran debido a la presión que el peso de mi cuerpo ejercía en ellas, todo mí cuerpo dolía, al igual que temblaba de miedo, no sabía de qué era capaz mi padre, el siempre había sido un fanático religioso, siempre me ha dicho que lo peor que puedo hacerle es ser homosexual, que si lo soy me quemaría vivo, realmente lo había decepcionado mucho.

— ¡Y tu maldito has corrompido a mí hijo, tu eres ese maldito que se mete con hombres!

Dijo golpeando con su puño el rostro de Till, haciendo que este se despertará asustado mirando hacia todos lados en busca seguramente de una respuesta y de dónde había venido el golpe, su rostro mostraba miedo, aquello parecía una de las peores situaciones que me podía haber imaginado nunca.

— Papá déjalo por favor

Dije tratando que dejará de golpear su cara, Till tenía seguramente su nariz rota,  y su boca sangraba demasiado, pero mi padre ignoró mis plegarias.

— Tu eres una basura, así que cállate y vístete.

Dijo para patear me en dirección a mí armario, mis cotillas me dolían demasiado debido al reciente golpe, mí cuerpo, jamás me había sentido tan sucio en mí vida, estaba totalmente desnudo y apenas una sábana cubría mi cuerpo, mientras tanto mi padre seguía golpeando el rostro de Till, no podía ni moverme, está situación no podía ser peor.

—  ¿Qué este escándalo Werner? ¡Dios mío!

Gritó mi mamá para luego tratar de separar a mi padre de Till, que seguramente había perdido mucha sangre debido a los constantes golpes de mi padre en el.

— Lo vas a matar, ¿Qué está pasando Werner?

Pregunto mi madre preocupada haciendo que mi padre dejará de golpear a Till y se dispusiera a tiralro fuera de la cama haciendo que este se golpeara con el suelo.

— Tu asqueroso hijo es un maldito maricón y tu maldito estúpido lárgate de mi casa.

Dijo esto para luego tirarle un pantalón en la cara y salir del cuarto con mi mamá. Till tenía todo su rostro lleno de sangre, sus dos ojos estaban cubiertos por sus párpados y su nariz estaba fuera de lugar, seguramente estaba rota, ni siquiera podía moverse, apenas podía colocarse el patalón seguramente mi padre también me había golpeado en sus costillas, su brazo estaba lleno de moretones también su estómago.

— Till.. Till cariño perdó...n

Lo llamé tratando de tener su atención, el me miró pero su cara mostraba un gran desagrado por mí voz, seguramente estaba muy enojado conmigo.