Relato N° 06: Bisexualidad

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Sof: Hola cariño

Cesar: Hola babe

Sof: ¿Qué haces que no vienes para casa hace días?)

Cesar: Lo siento cariño, eh estado ocupado

Cesar: Además es cierto, tengo algo que contarte...

Sof: ¡Dime!

Cesar: Definitivamente soy ¡bisexual!

Sof: ¡¡¡Lo sabía!!! Te quiero de todas formas, lo sabes, eres mi mejor amigo y eso no va cambiar.

Estaba impactada, me la veía venir, pero supongo que no me esperaba que fuera cierto. Cesar ha sido mi mejor amigo desde que tengo 16 años. Siempre ha estado para mí y yo para él, hablamos de todo, nos compartimos todo. Él es mi consejero y lo mejor que me ha pasado desde entonces. A vece incluso me pregunto porque no eh encontrado otra persona como el, pero cuando pienso en toda la confianza, todo eso que nos llevó tiempo construir no me sorprende que no tenga a nadie más conmigo y para mí. Todavía recuerdo hace unos meses atrás, como nos masturbábamos en su pieza, bueno lo intentamos hacer ja.

Recuerdo que todavía eran esos días últimos de verano, había llegado del colegio y estaba chateando con cesar. Nosotros nunca habíamos tenido sexo, pero sí que compartíamos y calentoneabamos a la par cuando las ganas se asomaban. Siendo que es mi mejor amigo, cuando ya estoy sumamente excitada le mando mis fotos desnuda, siento que eso me prende más, me dan más ganas de hacerlo con él. Sin embargo, nunca paso nada entre nosotros, nunca concretamos nada y ese día cesar me comenta su idea. ¡Tenía ganas de hacerlo conmigo! Inmediatamente me sonrojé y bien sonrojada, hasta pude sentir como mi vulva tuvo ese cosquilleo tan rápido que se terminó humedeciendo toda. Me sentí bien, más que bien, quería hacerlo en ese momento.

Seguimos chateando y terminamos concretando un día y una hora para vernos. Lástima que no puedo ser en ese instante, estaba bien lista para sentirlo dentro mío... Fui a ducharme, me limpié hasta el punto de sacarme las ganas que llevaba con el grifo de la ducha. Llego ese día y fui ansiosa y contenta a lo de cesar. No vivía lejos, e incluso mi padre me llevo en auto porque era muy de noche. Apenas nos vimos pude notar que él también estaba ansioso, esperamos un rato que nuestros padres que también son muy amigos terminaran de charlar entre ellos y subimos a su cuarto. Supongo que lo que más sentíamos era curiosidad, curiosidad de vernos, vernos sin ropa y desnudos el uno con el otro.

Llegamos al cuarto y me comenta que no quería tener sexo, al menos no en esa ocasión. Quería que nos masturbáramos, tocarnos y sentirnos el uno con el otro. Me quede muda y hasta me mato un poco las ganas. De igual me gustó la idea, iríamos despacio pero no taaan despacio, al fin y al cabo. Me comento que sus padres ya se iban acostar a dormir y que no iban a oír nada desde la otra pieza. Entonces me desabroche mi short corto azul e inmediatamente cuando me vio hizo lo mismo con su jean negro. Estaba por sacarme la camisa, cuando se me acerca y me besa, me saca las manos y me empieza a sacar el short el mismo. Sentía una palpitación en el pecho, me sentía excitada de estar ahí con él.

Entre los besos y roces de manos, empecé a bajar su bóxer. Volví a quedarme un poco estupefacta cuando observó que su miembro no estaba erecto, yo ya por dentro ya sentía que estaba lo suficientemente emocionada ahí abajo... disimulé mi cara y volví a besarlo. Lo bese con más ganas, sentía su mano tocándome mis pechos, creo que ahí ya estaba prendiéndome fuego por dentro. Quizás el por ser mi amigo sentía que todavía había límites entre nosotros, sino no entiendo cómo me había preguntado todavía si podía sacarme el brasier.

Casi rompo toda mi ropa interior, honestamente no podía esperar más. Metí mis manos entre las copas del brasier y me lo bajé, sus ojos de platos me miraban fijo los pechos. Me avergoncé y me reí un poco, me terminé de sacar esa ¡maldita ropa!. Mírame, tócame, ¡¡¡sentíme toda tuya!!! Quería gritárselo... Se termino de sacar su ropa y nos acostamos en su cama, retomamos nuestros ricos y suaves besos hasta que sin esperarlo me corta en seco. -.Creo que soy gay.- fue lo que me dijo, definitivamente ahí se me fueron las ganas. Pregunte que pasaba, ¿cuál era el problema?) y me explico que por más que nos besábamos y estábamos desnudos no se le podía parar su verga. Automáticamente dejé mi sexualidad de lado y le dije que no había problema, si no se sentía bien en hacerlo no hacía falta. Me agradeció y me pregunto si quería quedarme a dormir. En definitiva, esa fue mi noche, nos volvimos a vestir y dormimos juntos. Todavía seguimos compartiendo esas charlas hots y también nos mandamos nudes super provocativas. Tal vez tenga que seguir masturbándome en la ducha, pero si dice ser bisexual, tal vez, solo tal vez un día pueda sacarme ¡las ganas que le tengo...!

Cuerpos ImperfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora