Capítulo XXXIII

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Pasado

"¿Estás seguro de que no puedo quedarme?", Suplicó Thor, ya con su bolso colgado al hombro, con el uniforme escolar asomándose por debajo del dobladillo de esa chaqueta de cuero que estaba favoreciendo en estos días. "No lo molestaré".

"Tienes que ir a la escuela, cariño", dijo Frigga, empujándolo suavemente. "Vamos, lo verás cuando vuelvas".

"Yo solo ... ¿No se enojará si no estoy aquí para saludarlo?"

Frigga sonrió cálidamente, tirando de un mechón de cabello detrás de la oreja de su hijo y aprovechando la oportunidad para acariciar su rostro.

“Necesita paz y tranquilidad. Es un gran paso ya llegar a casa. Está ... asustado, teme no poder hacer frente, que aún no está listo, que recaerá. Tiene miedo de lo que volver aquí lo hará sentir. Estamos tratando de facilitar su camino, eliminar todas las presiones y expectativas tanto como sea posible. Tu papá también se irá, y yo iré a buscarlo yo sola, así tendrá unas horas para acostumbrarse a estar en esta casa nuevamente, sin que nadie le pida nada. No necesita una banda de recepción. Lo que realmente necesita es que intentemos no hacer gran cosa. Sé que lo es, pero no necesita que se lo meta en la cara mientras ya enfrenta algunas preocupaciones muy grandes. Pero él estará aquí cuando regreses, lo prometo. Y habrá tenido algo de tiempo para sí mismo, y estará más listo para verte.

Los ojos de Thor se habían llenado de lágrimas. "¿No pensará que no me importa?"

"Oh, cariño ..." Frigga lo abrazó. Él ya era un poco más alto que ella por unos centímetros y mucho más ancho, pero cada vez que ella lo sostenía así, se sentía como un niño pequeño nuevamente. Deseó poder acurrucarse en su regazo. "Él sabe que te importa".

Loki regresaba a casa de la clínica hoy. Había estado fuera más de cuatro meses. 

Thor se sorbió todo el camino hasta la escuela, no le importaba qué gente cruzara en la calle. En clase, estaba distraído en el mejor de los casos, completamente retraído en el peor, con la cabeza en una nube. Los maestros no le dieron tantas concesiones como lo hicieron justo después del evento, pero dado que generalmente era un adolescente alegre, enérgico y bullicioso que prestó atención, y aunque ruidoso, no fue irrespetuoso o travieso, cuando lo vieron como esto, asumieron que se trataba de su hermano, y lo dejaron en paz. 

Cuatro meses. 

Thor había estado de visita al menos dos veces por semana. Había encontrado a su hermano sometido, callado, apático. No diría que Loki era un zombie, pero no tenía mucha vida en él. 

"¿Qué haces aquí todo el día?" Thor había preguntado desde el principio, cuando Loki se mudó por primera vez a la clínica.

"Leer. Mirar la tele. Nada ”, respondió su hermano.

"¿Tu tocas? Tienen un piano abajo, ¿no?"

"Yo no tocó".

"¿No te lo pierdes?"

"No."

"¿Qué pasa con el baile?"

Loki había resoplado, irritado. 

"Deja de sofocarme". Y fue la mayor muestra de energía que recibió de él ese día.

Lucharon por encontrar cosas de qué hablar. Apestaban en las pequeñas conversaciones (eran hermanos, nunca habían necesitado una pequeña charla) y los problemas más grandes eran una mierda . Thor había recibido instrucciones de no mencionar el intento de suicidio, no pedir explicaciones o razones, no pedirle a Loki que se abriera sobre eso. Le dijeron que todo se estaba abordando en la terapia, y que Loki abordaría el tema en su propio tiempo, cuando estuviera listo. Y, por supuesto, Thor estaba aterrorizado de mencionar ... bueno, lo otro. Incluso si hubieran estado en un entorno más privado, que no estaban ... ¿qué había para decir? ¿O qué había para decir que se atreviera a mencionar? Si fue un problema doloroso para él, ¿qué tan doloroso debe ser para Loki? ¿Qué tipo de daño terrible podría causar Thor si intentara hablar sobre eso ? Así que mantuvo la charla sobre nuevos videojuegos, chismes escolares, el trabajo de mamá y papá, y poco más. 

Dolor Dentro Del Corazón. *Thorki*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora