Dolor Dentro Del Corazón. *Thorki*

Capítulo XXIV

31 de diciembre

Trotando con Sif, siguiendo la pared baja y seca que rodeaba el prado occidental, con el lodo que aplastaba bajo sus pies. El suelo comenzó a subir cuesta arriba. Su Respiración era pesada ardiendo en su garganta, su pecho apretado con ella. 

Los pasos de Sif se volvieron más pesados. Había Color en su rostro, respirando con dificultad pero bajo control, su expresión perfectamente compuesta y hermosa. Solían correr juntos en Battersea Park y las cabezas se volvían para verlos pasar. Parecía su estado natural, hacía tensión física. Ella siempre se veía mejor cuando estaba ejercitada. O bien jodida. Nueces, los recuerdos. Por favor, no ahora ...

"¡Despierta!", Dijo ella, dándole un empujón.

Él se rió, se atragantó y tosió.

"Viejo", dijo ella, jadeando ligeramente. Otro empujón. "¡Lento! ¡Eso eres tú!" Corrió cuesta abajo hacia el puente. 

Thor se rió entre dientes y corrió tras ella. Ella era rápida y más liviana que él, el barro tenía menos compra en sus plantas. No la atraparía. Aún así, lo intentó. 

Se detuvieron más allá del puente, jadeando, resoplando nubes de vapor mientras caminaban para enfriarse. 

"Esto es tan hermoso", dijo Sif, mirando a su alrededor. 

La casa había desaparecido detrás de la colina, a sus espaldas; El bosque comenzó diez pasos más allá del puente. La corriente seguía corriendo, goteando y murmurando bajo una capa de hielo, rota aquí y allá, donde sea que una roca o una pequeña cascada, de unos pocos centímetros de altura, perturbaran el curso tranquilo. 

Thor sintió esa agitación de propiedad dentro y orgullo —absurdo, por supuesto, porque ¿cómo fue todo eso el trabajo de sus manos? -. Siempre lo había sentido. En los terrenos de Asgard, incluso cuando era un niño pequeño, sentía la tierra bajo sus pies y tocaba los árboles, las rocas, el agua, escuchaba los ruidos de todo lo que vivía, y sentía el tirón mutuo de pertenecer a este lugar a él, y él a este lugar, unidos.

"Debe haber sido genial ser una niña aquí", dijo, con los ojos fijos en el bosque. 

"Solíamos pasar tanto tiempo explorando, Loki y yo. Hay dos pequeños arroyos, un par de cuevas poco profundas, muchos árboles viejos y podridos, matorrales de helechos que solían llegar hasta nuestros cuellos ... los claros son hermosos, las camas de hojas secas de un pie de profundidad en partes, te chupan, y cuando te acuestas allí ... "Se escuchó a sí mismo, fingió que se había detenido por aire", y  una vez un ciervo salió y se acercó mucho ... aún así, ves tejones, zorros y erizos, y cerca del agua, hay pájaros del tamaño de dinosaurios sangrientos." Él se echó a reír. “Loki siempre me regañó porque no podía estar quieto. Él mismo está inquieto, pero cuando quiere, sigue siendo un lagarto. Me dejaba atrás cuando quería ir a ver pájaros, y luego volvía con fotos de algunos pájaros que nunca había visto, si no en sus guías o en la televisión. Es como si tuviera esta afinidad con los animales salvajes, ellos vienen a él. Es impresionante. Es asombroso." Se dio cuenta de que se había dejado llevar. Se sintió sonrojarse. Él tomó su iniciativa y comenzó a estirar los hombros.

Ella tenía una sonrisa vaga y amable, evaluándolo. 

"Suenas tan feliz como un niño que acaba de recuperar a su hermano pequeño", dijo. "Es genial verte así".