•C a p í t u l o 2•

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Becca y yo entramos en la cafetería. Nos sentamos en nuestro lugar favorito, junto a una ventana con vistas al mar y la blanca arena de la playa.

—¿Qué desean?

Alzo la vista y veo a Luke, un amigo nuestro que es camarero aquí en verano. En esta cafetería suelen contratar a adolescentes en verano, ya que suelen tener más clientela en esta época del año. Luke lleva trabajando aquí 3 veranos seguidos, por eso lo conocemos. Nos cae muy bien y hemos quedado frecuentemente en verano. Él está con una sonrisa en su rostro moreno, mirándome con sus ojos marrones

—Idiota, dame un abrazo- me levanto y lo rodeo con mis brazos.

—Hola Ley- me estrecha él también.

—Odio ese apodo.

—Lo sé- me separo de Luke y vuelto a sentarme en mi silla de madera con un cómodo cojín blanco.

—¿Qué desean?- pregunta Luke de vuelta levantando una de sus cejas.

Ristretto caramel- pedimos Becca y yo a unísono.

—Perfecto- y vuelve por donde ha venido, después de apuntarlo en una pequeña libreta que lleva para apuntar las comandas.

Persigo con la mirada a Luke mientras se va, cuando llega a la barra del bar veo a un chico nuevo, no me extraña, supongo que trabajará aquí durante todo el verano. Tiene el pero rubio rojizo, es de piel clara y unas bonitas facciones, muy buenas facciones. Parece amable.

—¿Lo conoces?- pregunto a Becca sin dejar de mirar al chico.

Ella mira en la dirección a la que se dirigen mis ojos.

Becca vuelve su mirada hacia mí con una sonrisa de superioridad, como siempre que le pregunto algo y ella lo sabe:

—Si no me equivoco, es Dylan Cameron, es... ¿Sabes? Está aquí porque quiere, a su familia no le hace falta el dinero. Por lo que sé, quiere ganarse las cosas por si solo, y, por lo que también sé, no le va nada mal. ¿Qué? ¿Quieres que sea el que se mete por tu ventana, eh?- la miro desafiante y ríe-. Yo también querría.

—Pero, ¿de dónde sacas eso ahora?- giro los ojos.

—No hagas eso, Anastasia- recuerdo cuando mi madre me ha descubierto "leyendo" 50 sombras-. Y en cuanto a tu pregunta, solo hay que verlo.

—Bueno, no está mal. Pero no, solo quiero estar contigo estos tres meses y disfrutarlos lo máximo posible.

Por un momento, pasa de mi mente el tal Joshua, quizás tenga que cuidarlo, no tengo ni idea de que edad tenga. En ese caso, tendría que hacer de niñera. No es que no aguante a los enanos, quiero decir, niños. Solo que necesitan paciencia y no tengo de eso.

—Y eso harás, te lo aseguro. ¡Luke! ¿¡Dónde están esos cafés!?- grita como si no hubiera nadie más en la cafetería.

—¡Ya van! -contesta Luke de la misma forma.

He echado tanto de menos esto.

#

—Peinate un poco.

Mi madre me ha encargado peinarme tres veces en quince minutos. Está muy nerviosa. Yo, sin embargo estoy sentada en el sofá pensando en como haré para que mi pequeño compañero de habitación no se vaya de la lengua cuando me escape por la ventana.

My Summer DecisionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora