Capitulo 9: Desesperación.

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El rubio descubrió que las desapariciones de JongHyun se debían a su problema de diabetes, pero ya llevaba casi tres semanas sin volver a verle, desde ese día que lo visitó.

Decir que la preocupación le ganaba era poco, estaba desesperado. JongHyun era un loco de mierda que consumía drogas y alcohol hasta más no poder.

KiBum no podía hacer nada, ya volver a buscarlo en su casa sería demasiado, y desde que las sesiones de foto acabaron no tenía ninguna otra excusa para utilizar. Tenía su número de celular, pero le aterraba la idea de que JongHyun lo mandara a la mierda, porque bueno, ellos no eran muy amigos que digamos.

Caminaba en círculos y su gato lo miraba como si fuese un loco, tal vez tenía mucha razón. ¿Estaría bien llamar a JongHyun? Ahora lo odiaba más, por hacer que lo deseara tanto y no poder verlo.

Ya pasaban más de las once de la noche, y KiBum decidió dormir pensando que no estaba bien que JongHyun comenzara a gustarle de manera intensa. Todavía las cosas con Ailee no iban bien, y al parecer MinHo y ella ahora tenían una relación oficial.

La extrañaba, si, pero, de verdad su orgullo podía mucho más.

Sus párpados se cerraron, estaba a punto de quedarse dormido y el ruido de su celular lo levantó de inmediato. Lo cogió y atendió sin mirar siquiera el número, seguro era uno de sus tantos ex's.

—¿Qué quieres? —Contestó con voz dormida.

—Quiero verte. —Respondió una voz que sonaba bastante ebria. KiBum se tensó, su corazón se oprimió.

—¿JongHyun? ¿Qué mierda...? —La vos de JongHyun lo calló y habló antes de que reclamara.

—Estoy tomando whiky... En una licorería... Hay muchas putitas aquí, ven a buscarme... —La voz del moreno sonaba diferente, en verdad parecía como si KiBum fuese lo único que le hacía falta, como sí lo necesitara con desesperación.

Apenas KiBum pudo lograr sacarle a JongHyun la dirección, se vistió rápido y salió de casa. Tan veloz cómo un rayo llegó al dichoso bar de mala muerte donde el mayor se encontraba.

Lo buscó con la mirada entre la multitud, la mitad del cuerpo de JongHyun se encontraba tirado sobre la mesa del barman. El rubio no tardó en ir y tratar de levantarle el tronco.

—¿Cómo acabaste así, desquiciado? —JongHyun por la pregunta rió a carcajada y apartó a KiBum para intentar ponerse de pie por su propia cuenta, le costó, así que el rubio le cogió de nuevo del brazo. —Vamos, necesitas descansar.

KiBum se preguntaba por qué JongHyun acudía a él si se suponía que no le agradaba ni un poco. Era demasiado difícil comprender a JongHyun, lo empujaba pero era él quién le llamó para que lo buscara.

Cuando por fin llegaron al vehículo, KiBum acompañó a JongHyun hasta la puerta del acompañante, y el moreno se negó rotundamente.

—Dame las llaves... Yo conduciré. —Ya había vivido esto con JongHyun, era un maldito loco al volante, ebrio sería mucho peor así que se negó.

—Ni de verga vas a conducir, mira como estás, quiero llegar con vida. —

—Dame las putas llaves, gordo... Sino no iré a ningún lado. —Recalcó JongHyun y KiBum pidió paciencia para no cachetear al mayor.

—Que no vas a conducir, JongHyun. —Y fue ahí cuando el mayor acorraló a KiBum contra la puerta del auto torpemente por los niveles de alcohol.

—Tú haces lo que yo te pida, Bum. —¿Bum? Las piernas le fallaron, sino hubiese tenido a JongHyun sosteniendo su cadera, justo ahora se habría derretido por completo.

¡Un Completo Imbécil! [JongKey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora