Un amor de leyenda

El bosque de las almas

Se dice que durante la creación del mundo dos estrellas gemelas; amantes eternas unidas bajo un juramento eterno, fueron separadas y dispersadas quedando bajo el mismo cielo pegadas en el océano azul del cielo; eran capaces de verse, pero era para ellas imposible tocarse. Esta pareja eterna sufrió tanto que su luz desde la tierra recién creada obligaba a los amantes a ahogarse en el mar. Su sufrimiento era tal que muy pronto el Dios Sol y su esposa la Luna se vieron obligados a intervenir; se dirigieron a todas las estrellas del cielo y dijeron:

- Todos somos conscientes del sufrimiento que algunas de ustedes están sintiendo por esta separación – Dijo Sol.

- Y por ello, queremos ofreceros un trato – Dijo Luna solemnemente – Aquellas que así lo deseen tiene la oportunidad de soltar sus almas a este nuevo mundo; tendrán un cuerpo, una voz –

Muchas aceptaron, y sus almas brillantes se soltaron de la estrella que antes las poseía; pequeñas esferas brillantes cayeron por toda la nueva tierra. Y al ver ese hermoso espectáculo la pareja acepto soltarse; aunque sabían que no caerían en el mismo espacio y que probablemente no podrían encontrarse, pensaron que valía la pena arriesgarse; entonces, se soltaron y sus almas cayeron resplandecientes en la misma ciudad, a tan solo unas calles de distancia: ella, cayó en el cuerpo de la primogénita de una familia influyente de la nueva tierra caracterizada por tener como escudo a un elegante león, mientras que él cayo en otra de las familias influyentes solo que, esta tenía como escudo a una temible serpiente.

Las dos estrellas crecieron; ella en gracia y belleza, él con valentía e inteligencia; pero siempre con su pareja estelar en mente, trataban de buscarse, pero no había manera de reconocerse pues cuando estaban en el firmamento no poseían cuerpos, entonces, cualquiera de las personas con las que se encontraban día a día podría ser su pareja, pero ellos no tenían manera de saberlo. Al cumplir la mayoría de edad, él partió como guerrero del rey, luchando en diversos pueblos intentando encontrarla en la multitud que lo aplaudía; mientras que ella, se convirtió en la consejera y dama más cercana de la reina, acompañándola a cada evento, paseo, misión, con la esperanza de encontrarse con su amado.

Los años pasaban, y la pareja no se encontraba; la desesperación era palpable en la muchacha por lo qué, se vio en la obligación de confiarle a la reina su secreto y su pesar; aunque esperaba una burla o incluso una muestra de desdén, la muchacha encontró en la reina a una mujer comprensiva y cariñosa que la entendió a la perfección.

- Hace eones que no escuchaba que las estrellas se soltarán para compartir su vida con nosotros – dijo la reina mirando con sorpresa a su consejera

- Nos dieron la oportunidad porqué éramos infelices estando separados – respondió la muchacha humildemente

- Supongo que en ese caso – suspiró la reina – es mi deber como regente de tenderte una mano en tu sufrimiento –

Aunque la muchacha no entendía a que se refería su reina, aguardo y escucho atentamente a lo que ella empezó a contarle.

- Existe un arte milenario querida, que permite que tu alma se desprenda de tu cuerpo en un viaje astral hacía el bosque de las almas; un antiguo lugar de descanso en donde los antiguos reyes paraban a descansar en su viaje hacía el más allá – la reina entonces le explicó en qué consistía el ritual – Llegar es simple querida mía, lo único que tienes que hacer es exponerle tu caso al bosque con un pensamiento sincero y pedirle permiso para visitarlo en la noche, sabrás si se te ha otorgado porque despertarás en un lugar único que no reconocerás, pero que sentirás como tuyo desde el primer momento; pues el bosque de las almas es único para cada visitante –

- Pero – la muchacha preguntó humildemente - ¿Cómo sabre quien es mi estrella? –

- Es simple – la reina contestó – las almas gemelas brillan cuando se acercan, es algo que no puedes notar aquí, en el plano humano; pero que será bastante obvio cuando estés en tu viaje astral –