ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟜

389 75 26
                                    

Un cadete solo reparte la correspondencia, hace trámites menores, recoge los pedidos de comida y café. Un puesto bastante relajado para el que no se necesita mucha formación o experiencia previa así que un idioma adicional solo era decorativo.

Solo un día después de la entrevista se dio cuenta de su primer error, por creer que la fila de mujeres era de las postulantes para cadete aplicó para el puesto de secretaria, y el segundo grave error de ella fue no reconocer que se había equivocado.

Lo que Lena no sabía es que existía la "Ley de causa y efecto", y de la cual nadie escapa. El pequeño acto de mentir en su curriculum, más temprano que tarde, tendría consecuencias.

Unas semanas después de haber empezado a trabajar comenzó a manejar las cuentas de mensajería que utilizaba la antigua secretaria — Que en paz descanse —. Para Lena los correos entrantes estaban escritos en chino porque no entendía ni la cuarta parte de lo que decían, al principio usaba un traductor en línea que traducía la mitad en español y la otra mitad en algún idioma de la era del bronce. Parte de sus tareas diarias consistía en filtrar todos los mensajes que eran importantes y separarlos de lo que era publicidad o basura.

Pablo, en varias ocasiones se encontró gritándole mientras tenía un dedo levantado, diciéndole lo estúpida que era al enviarle los mensajes equivocados, la vio temblar y sus ojos volverse brillosos. Si la despedía en ese momento se ahorraría muchos dolores de cabeza, sin embargo estaba convencido de que todos merecían una oportunidad, incluso la tonta de Lena.

—Lena, si no puedes diferenciar publicidad de un mensaje importante, voy a tener que prescindir de tus servicios —le gruñó varias veces.

—Perdón señor. No va a volver a ocurrir —repitió ella bajando las pestañas.

Ella ya era mayor, tenía 28 años, pero parecía mucho más joven, cada vez que respondía con su voz dulce y aniñada hacía sentir a Pablo que era un ogro. Aunque se sintiera mal por regañarla no podía mantener a una persona que no pudiera cumplir con su trabajo, no había llegado ahí perdonando todos los errores de sus empleados.

Sus zapatos estaban tirados en algún lugar del suelo, su pelo revuelto que había sujetado en un moño desarreglado sobre su cabeza, ella garabateaba una carta de renuncia sobre su escritorio en una hoja de papel. Ya era bastante tarde, creyó que su jefe se había retirado hacía unas cuantas horas, más temprano le había gritado por haber enviado a un socio comercial una respuesta escrita con el traductor en línea que según sus palabras "Era un documento convertido en una carta escrita por «Un cavernícola»".

A través del vidrio podía ver que todos los otros empleados ya se habían retirado y las luces comenzaban a apagarse, solo quedaba ella. Se sobresaltó al escuchar golpes en su puerta, al principio tuvo miedo, pero antes de pensar sus labios ya habían empezado a decir «¡Entre!»

La puerta se abrió y su cuerpo se estremeció al ver a Pablo que frunció las cejas al encontrar a la nueva secretaria aún en su puesto de trabajo.

— ¿Qué haces aquí todavía? Deberías haberte marchado hace mucho.

— ¡Señor! —dijo Lena y dio un salto de su silla —. Intentaba escribir una carta de renuncia, creo que lo mejor es no hacerle perder el tiempo con una persona tan poco eficaz como yo.

—Señorita Figueiroa. Si pensara que usted no sirve ya le hubiera prohibido la entrada —Suspiró, ejerció presión en sus sienes con los dedos índice y pulgar —. En una empresa como esta, y creo que en todas —Dio unos pasos y se sentó en el sillón frente a ella —, esperamos que los postulantes mientan un poco cuando los entrevistamos, usted no es la primera ni la última que lo hace. Eso no quiere decir que esté feliz con el hecho de que haya mentido sobre su nivel de inglés, tampoco quiere decir que no sirva para el puesto, ha demostrado que tiene iniciativa y que ha sabido resolver muchas situaciones, tiene iniciativa.

— Sí, señor. Yo quería decirle...

Pablo la interrumpió.

— Mira Lena, no quiero excusas. Vamos a hacer un trato. La empresa va a pagarte un curso acelerado de "Business English". Como imagino que no sabes qué es, te explico, es inglés para empresas, con el vocabulario específico para que puedas trabajar.

—Pero, señor. Yo quería decirle que no me postulé para este puesto. Quería ser cadete.

Pablo soltó una risa y la miró con incredulidad.

— ¿Por qué alguien querría ser cadete pudiendo tener un mejor trabajo?

Lena se encogió de hombros y sonrió cándidamente, ella no estaba bromeando quería el otro puesto desde el principio. Sin embargo, no entendía cómo había terminado en la sala de reuniones destacando entre una larga fila de mujeres hermosas y capaces de hacer ese trabajo mejor que ella ¿Qué había visto Sofía, en Malena Valentina Figueiroa, para elegirla como su reemplazo? Ese fue uno de los secretos que se llevó a la tumba y cómo hacer funcionar la máquina de café de su oficina.

—Ahora estamos en un dilema porque ya tenemos a un cadete, muy eficiente, al que no vamos a despedir para darte el puesto a ti y te tengo a ti donde creo que te puedes desempeñar mejor. Si me dejaras en este momento tendría que seleccionar a otra persona, empezar todo el proceso otra vez, tal vez seleccione a alguien que no aprenda tan rápido como tú y sería un terrible dolor de cabeza.

Los ojos de Lena se llenaron de lágrimas y se pusieron rojos.

—Perdón. No quería causar problemas, solo necesitaba trabajar y me equivoqué de fila.

—Acepta, Lena. Si al final del año no sirves, al menos vas a llevarte la experiencia y me comprometo a darte una carta de recomendación ¿Tenemos un trato?

Él extendió su mano hacia ella.

Lena sacudió la cabeza afirmativamente y tomó la mano de Pablo para aceptar.

—En la agenda de Sofía, que espero ya te hayan entregado, está el contacto del instituto con el que trabajamos. Arregla el horario, si es online, mucho mejor. Y haz el grandísimo favor de peinarte, pareces un puercoespín.

Pablo le estaba dando otra oportunidad, cuando debería haberla puesto de patitas en la calle. Dios era tan generoso, le estaba dando otra oportunidad para arruinar aún más las cosas.

Esa misma noche cerró el trato, ella iba a hacerlo, él estaba poniendo su confianza en ella —Sea cual fuera la razón —, y no iba a defraudarlo, tanto.

Solo un mes después ya podía leer sin ayuda del traductor, estudiaba en cada momento libre que tenía y mientras estaba de viaje, a veces pedía apoyo a su hermana Katarina que hablaba inglés fluido, sin embargo, era bastante reacia a ayudarla, su relación era cálida por el lado de Lena y absolutamente fría del lado de Kat.

NO FUE UN ERROR © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora