El castillo de las nubes y El elegido por los Dragones

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Luego del susto que se llevó la joven de cabello café. Miraba lo grande que era el Dragón de escamas blancas, los enormes ojos de iris azulada clara; se posaron sobre ella, el rompe nubes poseía dos cuernos en su cabeza de tono blancuzco, mientras se levantaba del suelo de madera negra, se pasaba las manos por su falda blanca.

Rompe nubes: Perdón por haberte asustado Carol, recién desperté y te vi desanimada. —Inclinó su cabeza de forma dudosa, dejando escapar un poco de humo; de sus fosas nasales, a su vez sentía el cálido sol que iluminaba la azotea de la torre.

La joven:—Abrió más los ojos de iris rojiza, apenada se le pintaron las mejillas de rosado—. Estaba... ¿pensando en voz alta? —Subió una ceja con una sonrisa fingida.

Rompe nubes: Si. Estabas haciéndolo —Aclaró entre rugidos leves, echándole un vistazo a la baranda de madera, que tenía enfrente del hocico.


Carol: hay... —Se puso la mano en la cara, moviendo su cabeza de lado a lado, provocando que el Dragón hiciera un gruñido confundido, humillada alzó la mirada con la cara roja como un tomate—. No quería que nadie supiera sobre el dolor, que siento, al no tener poderes mágicos o elementales, cada vez que intentó hacer magia. Nada pasa.

Rompe nubes:—Reveló dos colmillos afilados como navajas, a la vez hacía un chirrido pensativo—. De verdad, los humanos son criaturas, que le gusta complicarse tanto. —Movió sus gigantescas zarpas, para moverse alrededor de la torre empedrada, dando una vuelta para ponerse en la otra baranda.

Carol:—Confundida se dio la vuelta, mirando nuevamente el hocico del Dragón; se acercó al pasamanos con pasos seguros, poniendo sus manos sobre el respaldo—. ¿Qué quieres decir con eso? —Inclinó la cabeza, dejando ondear su cabello largo con la brisa.

Rompe nubes: Te lo explicaré. —Suspiró un poco de humo en frente de la joven, creando unas enormes nubes; la misma puso una cara sorprendida a la vez que miraba diferentes islas flotantes. El césped verdoso de la proyección se movía, en algunas de estas había árboles y flores; mientras se movía por las islas, llegando al enorme castillo celestial. Dejando apreciar sus ladrillos blancos, el enorme portón permanecía abierto—. Se que quieres convertirte en un maestro del portal como Ignoe, tu hermano, pero no pareces tener ningún poder, por eso te quedas aquí todo el día.


Carol: Si. Quiero conocer a todos los Skylanders, porque las aventuras que tendré con ellos, serán divertidas. —Dejó ver una sonrisa leve, tomándose de la baranda con enfado—. Pero ese sueño, nunca se hará realidad, a un que lo anhele con todas mis fuerzas. Solo sería una distracción para los héroes.

Rompe Nubes:—Asintió con la cabeza de afirmación, mostrando un poco los colmillos blancos, mientras suspiraba—. Ha... Lo sueños no se cumplen de un día para otro, algo me dice, que tendrás magia en el momento indicado. —Sopló las nubes blancas, para disipar la imagen con una sonrisa sabia—. Solo debes tomártelo con calma y algún día, lo cumplirás.


Carol: Tienes razón, algún día, podré estar con ellos. —Acomodó su cabello café, mientras veía el infinito horizonte de la isla; junto a las nubes blancas que estaban alrededor. Luego se acercó al hocico del Dragón para acariciarlo de forma leve—. Estoy segura que dentro de mí, hay magia, solo que aún no la he descubierto.

Rompe nubes: —Hizo algunos gruñidos suaves por la caricia en su hocico, inclinando su cabeza para que Carol, pudiera acariciarlo suavemente entre sus cuernos blancos—. Lo tienes.

Carol: bueno. Me voy a la cocina del palacio, para hacer el desayuno. —Se alejó con una cara sonrojada, soltando la cabeza del Dragón; se dio la media vuelta para bajar por una trampilla oculta en el suelo, antes de cerrar la escotilla—. Antes de irme. Promete que no le dirás a los mabus, nada sobre la puerta secreta, ni que estuve hablando contigo.

Skylanders Runer: Mītingu 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora