My Identity [Seer Identity V]

IV: Druid.

Una druida. Eso es lo que recuerdo con claridad.
Una mujer, con los ojos vendados, cabello rizo y negro... Una sonrisa, una expresión de suficiencia.

“Te daré lo que deseas, pero, todo tiene un precio”

Eso dijo ella.
Recuerdo su cavernosa voz penetrando mi cabeza, entrando de forma lenta, retumbando sus paredes sin siquiera mover su boca. Yo quería respuestas, yo quería tener más de lo que ya tenía.
Puedo verme de forma inexperta, puedo observarme ahí, aceptando su pago, aceptando cada detalle que ella me había dicho y así fue como aprendí a ver mucho más allá de lo que mi propia intuición era capaz de notar. Yo sabía que era especial, yo tenía un don, no sé de dónde, pero lo tenía.
Ahora que podía ver mucho más de lo que mis ojos usualmente veían, sentía que incluso las luces del cielo, las estrellas, ya no eran un misterio para mí. Podría decirse que, en ese preciso momento, yo me veía como alguien más grande que Dios, pero... Bah, ya he pecado más de lo que podría pecar como para atar a mí aquella condena. Un Dios sólo no existía y esta Druida me lo demostró, con un simple ademán, dándome el poder que anhelaba.
¿El precio? No decir nada. Algo tan simple como... Hablar sobre el futuro, compartir mi conocimiento, eso... Eso era imperdonable, pero, ¿crees que eso me importó?

...

Debió importarme más.