𝕻é𝖙𝖆𝖑𝖔 6

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No paraba de dar vueltas y vueltas en la pequeña sala, Clara estaba aquí con mis demás compañeros, mi abuelo venía en camino junto con mi abuela y tíos.

Mis manos sudaban; en ese momento no me importaba nada más que saber si mi papá saldría de esta. Tantas veces que se escapo de este lugar y de una u otra manera llego...

Miles de flasbacks inundaban mi mente, desde mi niñez hasta lo que era hoy en día.  Quién imaginaría que en mi propio cumpleaños pasaría tal cosa.

-¿Por qué hoy?, ¿Por qué me haces esto?.- mi lamento acompañado de lágrimas se dirigían al cielo, dando pase a las dudas de un Dios.

Me toma del brazo, esa mano cálida que me consuela en mis momentos de agobio.

-Ven mi princesa, siéntate,  no sigas que harás un charco el piso.- tomandome con cuidado me lleva hasta un sofá del mismo lugar, secó cada una de mis amargas gotas de dolor.

-No lo quiero perder abuelita, no soy capaz y peor hoy; sin él soy nada.- mis sollozos eran más seguidos.

-Tranquila mi niña, no te dejaría sola.- dejando de hablar llega la enfermera.

Me levanto de golpe, me moriré de la desesperación si no inicia a decirnos el estado de mi papá.

-¿Familia del señor Mario Dolmus?.- habla mientras va quitando la boquilla; su semblante era serio, al verme se sobresalta, bajó su rostro.

No. Me niego.

-¡Hable ya!- mi cerebro daba mil vueltas, mi estómago no daba para más y mis piernas temblaban.

-Lo siento mucho señorita Dolmus.-

Mi mundo se vino abajo por segunda vez.

-Me dejó sola.- susurre volviendo mi vista al suelo.

Me tomaron fuertemente de los brazos, trataban de hacerme hablar o moverme pero era imposible,  mi cuerpo no respondía,  mi mente no respondía. Mire como mi abuela se desmoronaba enfrente de mi, lloraba, su voz entrecortada decía lo mucho que amó y ama a ese tal Mario, mi papá. 

Se acercó y me abrazó, fue mi golpe de realidad, él murió y nos dejó.

Cuidalo bien mamá.

Sin Querer QueriendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora