❝colors❞ ━yoontae

「⁸」

(advertencia : cambiar la lectura a modo nocturno)

✦or white

Si a Taehyung antes le hubieran dicho que se casaría con un hombre malhumorado y con tipos de insinuasiones altísimos, se habría reído en la cara de esa persona para después pegarle una cachetada por idiota; porque él nunca se casaría con alguien teniendo esas actuaciones o humores. Pero dijo todo lo contrario cuando volvió a ver a YoonGi en la secundaria, y se enamoró de él incondicionalmente por su voz, su cuerpo, y lo primordial, todo de él; hasta su existencia.

YoonGi, desde la primaria (que sólo lo pudo ver una vez, porque en poco tiempo lo habían cambiado de escuela) hasta la secundaria se había convertido en un chico guapo y muy coqueto con él y, prácticamente, solo con él; algo que le hacía sentir honrado a el menor desde ese año y el siguiente del siguiente, ya que él nunca cambió su trato con su persona.

Pero más se enamoró, siendo su cumpleaños número dieciocho, cuando el mayor llegó a su casa, estando él solo porque sus padres estaban trabajando, justo a las doce de la noche (cuando mañana tenían que festejarle su cumpleaños) con una torta de chocolate y frutillas, una bolsa con dos regalos y dándole una de sus hermosas sonrisas. Ese mismo día, donde festejaron su cumpleaños, YoonGi le prometió estar con él siempre, acelerando su pobre corazón enamorado.

Semanas más tarde YoonGi le pidió ser su novio en el gimnasio vacío, después del entrenamiento del mayor, con unas flores y chocolate; tan cliché que no pudo decirle "no" a esos ojos hermosos del cual siempre disfrutaba hacer contacto visual y darse miradas tímidas por lo enamorados que estaban.

Habían vivido tantas cosas estando de novios, que su relación se fortaleció y ellos también, logrando amarse aunque muchos creyeran que era incorrecto ese tipo de amor entre hombres; pero ¿a quién le importa si todo lo que sientes es amor por esa persona y no por sus genitales? Exacto, a nadie.

Por eso, aún mantenían viva esa promesa que se hicieron en el día del cumpleaños de Taehyung, que hasta él mismo no pensaba que YoonGi la cumpliera pidiéndole casamiento en una de sus vacaciones para disfrutar de la playa. Ahí, bajo la noche estrellada y los relajantes sonidos de las olas, se volvió a enamorar del hombre que capturo su corazón con esfuerzo.

Realmente, amaba tanto a ese hombre.

─ ¿Amor?

─ ¿Si, YoonGi?

─ ¿Recuerdas cuando te desmayaste de la emoción cuando te pedí casamiento en la playa? Literalmente no me esperaba esa reacción ─ Su mano golpeó juguetón el pecho de su esposo.

─ Y más obvio, ¿quién no reaccionaria así? ─ Refunfuño por lo bajo, mientras era abrazado con amor por el mayor.

─ Lo siento, pero recuerdo cómo me altere al verte caer de espaldas a la arena, fue un lindo recuerdo ─ Sonrió con suficiencia, mostrando toda la felicidad que le transmitía ese recuerdo.

─ Si, un lindo recuerdo en donde me lastime la espalda ─ Y no era mentira, había durado dos días con ese dolor, y si no fuera por los masajes que le hizo YoonGi, le seguiría doliendo muchos días más.

─ Pero admite que fue lindo, incluso mejor cuando tengamos a nuestra hija ─ Se levantó de la cama, abriendo el cajón al lado de esta, y sacando un papel de la mesita de noche, se dio la vuelta con una sonrisa.

─ Tonto, yo no puedo...─ Sus palabras quedaron atrofiadas en su garganta al leer el papel que traía su esposo.

Un permiso de adopción.

Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver el papel y luego la sonrisa plasmada en el mayor. Rápidamente saltó hacia él para apresarlo en un abrazo lleno de emoción.

─ Eres lo mejor que me paso ─ Musito Taehyung entre lágrimas de felicidad, mojando el buzo blanco de YoonGi con esas pequeñas gotitas saladas provinientes de sus ojos, nunca se esperaría ese tipo de sorpresas y más sabiendo que tenía cómo esposo al gran Min YoonGi, capaz de hacer una sorpresa que le haga llorar o emocionarse.

─ Feliz cumpleaños amor ─ Ah, cierto, estuvo tan ocupado en arreglar alguna cosas de sus pinturas que no se acordaba que hoy era su cumpleaños, ni que menos ya fueran las doce de la noche. Hora exacta cuando YoonGi irrumpió su corazón, apareciendo detrás de su puerta, dispuesto a darle todo su amor y apoyo emocional.

─ Tú también lo eres amor, y más cuando tengamos a ese pequeño niño en nuestros brazos ─ Desde ahora convertirían la habitación de huéspedes en el nuevo cuarto de su hija.

Lo adoraba tanto, que sentía su corazón salirse en cualquier momento.

se que no es mucho, pero quería, no, necesitaba terminar esta bella historia para mi satisfacción emocional.

gracias por leer esta historia, donde tuve muchos y muchos problemas de autoestima con respecto a mi forma de redactar las cosas.

gracias por quedarse hasta el final, los amo 😔🤘💕

─peaches