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Las horas pasaban, y sólo se podía ver a aquella chica guerrera, que estaba caminando lentamente, hacia Dulce Justicia, viendo como la pareja dueña de su heladería y panadería favorita en el mundo, estaban hablando con su amiga Bárbara en su traje de Batgirl, y un tercer hombre mas joven. Se acercó rápidamente y los cuatro la vieron con curiosidad.

-¿Qué pasó?-. Preguntó la princesa, con un gesto extraño en su rostro.

-Barry Allen, nuestro empleado, no vino ayer al trabajo. Hoy tampoco-. Explicó la mujer. El contrario carraspeo la garganta y continuó.

-Anoche, una chica rubia vino a verlo. Dijo que no lo había visto en todo el día, le dije que se había ido con sus amigos. Al menos eso me dijo en su mensaje...-. Explicó el hombre de menor edad, suspiró, y continuó. -Me preocupe aun mas ciando me llamaron de la escuela, diciendo que mi hijo no había ido a las clases, pero que si lo habían visto llegar media hora antes. Así que vine a ver si había venido al trabajo-.

-Lo cual no hizo...-. Concluyó Batgirl, escribiendo los detalles en su libreta, y la cerró. -Bien, eso es todo... Estaré en el caso-. Dijo y se fue en su Batimoto, aun con el ceño fruncido. Esto extrañó mucho a la amazona, así que, la siguió.

Llegó a un callejón oscuro y solitario, bien lugar para mantener una identidad secreta. Aceleró hacia el fondo, y la vio en su apariencia civil.

-¿Qué fue eso?-. Preguntó. Ella tenia en un gesto preocupado en su rostro, la miraba fijamente como si la Bárbara que estaba viendo fuera otra persona.

-Batgirl esta en el caso. Respondió fríamente, comenzando a irse hacia su secundaria, pero fue detenida por el pie veloz de la chica.

-¿Y esa seriedad? No estas bien Bárbara-. Insistió la chica de cabellos oscuros.

-No hablaré de eso-. Dijo, y se fue corriendo de ahí, mientras la morena la veía alejarse con desesperación. Salió corriendo rápido hacia la escuela. Una vez ahí, corrió hacia una Zatanna que sólo practicaba su magia de transformación en una mesa, sola en el laboratorio.

-¡Quiero una banana, no una naranja!-. Gritó con frustración, ya en su octavo intento, lanzándo la fruta lejos, siendo atrapada por la de cabello rizado, quien se encontraba en la entrada, que con su mano levantada y sin esfuerzo, con la naranja sujeta a ella. De inmediato, sin notarla, la artista tomó otra manzana de las que había traído, y la clocó cobre la mesa de metal. -Muy bien... Esta debe ser la vencida...-.

-Zee-. Llamó la isleña, y se acercó rápido, mientras la contraria ponían una cara estupefacta, al no notar su presencia. -¿Por qué Bárbara actúa como una furiosa diosa iracunda?-.

-¿Como asi?-. Preguntó ella, apartando su varita de la manzana roja, volteándola a ver y por fin, poniendo toda su atención en ella.

-Esta muy seria e inexpresiva, ¿No lo notaste?-.

-No. No la he visto-. Dijo ella, haciendo que la chica de color suspirara de frustración. -Ayudarme a reunir a las demás-. Acabó y salió corriendo, siendo seguida por su amiga con mala gana.

Llegaron al gimnasio, donde la alienígena, mientras oía su musica tan estruendosa mediante sus audífono, estaba practicando Bascketball. Las chicas se quedaron viéndola. Estaba tan concentrada en su juego y música, que no las veía.

Utilizaba su poco peso para el planeta como refuerzo para su estatura menor, así le seria más fácil jugar. Saltaba sin mucho esfuerzo, metiendo sin problema aquel balón en el aro. Hacia rebotar el objeto rápidamente y sin equivocarse, usando sus sentidos kryptonianos y su fuerte autoestima como su fuerte en el juego. Esta gracia y habilidad para el juego, le hacia pensar a Diana que encontró a alguien talentosa, ella seria útil y perfecta para aquel juego, no entendía por que su firme regla de mantener su control sobre sus poderes le hacia limitarse a sus grandes habilidades, siendo que a Kara no le importaba mucho llamar la atención fuera del lugar.

La Noche Asciende - DC SuperHero Girls 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora