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Con la frente perlada de sudor, Jimin soltó un largo suspiro cuando vio la entrada de la escuela a escasos dos metros de distancia, trató de relajar el rápido latir de su corazón y entonces entró al edificio en busca del aula de Young Min. Cuando la encontró, la escena frente a sus ojos lo hizo detenerse de golpe y observar un momento antes de llamar a su pequeño hijo para poder llevarlo a casa.

Min Yoongi era estricto y parecía tan serio la mayor parte del tiempo, que incluso sus colegas se extrañaban tanto al saber que era maestro de primer año, siendo que él, no parecía ser alguien paciente, no obstante, lo era y de hecho frente a los cachorros era cuando su verdadera personalidad salía a relucir.

Por eso explicarle a Young Min sus dudas sobre como ser un alfa había sido divertido y hasta cierto punto entretenido para él, sin embargo, todavía existían muchos otros temas que no podía explicarle al pequeño alfa, y aunque la razón principal se debía a que él no era su padre, eso no quería decir que le estaba encantando el hecho de arrebatarle ese derecho al mismo. No obstante, su parte humana entraba en contradicciones con su lobo interior, por el mismo hecho, cuestionándose constantemente el porque Jimin no tenía un alfa a su lado, si era muy obvio que el omega era encantador en todos los sentidos. Debido a ello se había mantenido a cierta distancia, porque tampoco quería verse como un alfa en demasía protector al estilo neandertal, tomando lo suyo como si el otro, no tuviera voz ni voto.

—... Como alfa no es correcto usar tu voz de alfa nada más porque sí.

— ¿Por qué no? — preguntó el pequeño alfa sin perder la mirada de su profesor.

— Bueno, es cierto que la vas a desarrollar en algún momento, pero no es justo que la uses para parecer como el dominante, debes de recordar que, aunque hay tres géneros, todos somos personas con sentimientos y no sería justo que manipularas las situaciones solo porque puedes hacerlo.

— Oh.

— Así que no dudes en usarla, solo si es necesario.

— Está bien.

Yoongi sonrió y acarició el cabello del pequeño alfa en señal de estar orgulloso, sobre todo al ver que el cachorro había entendido a la perfección su explicación, misma que no había sido demasiada rebuscada y complicada, todo con tal de que fuera entendible por el pequeño. En eso estaba cuando una brisa veraniega lo hizo levantarse de golpe y agudizar sus sentidos, porque un fuerte olor a naranjas con un toque de jazmín lo hizo perder el control brevemente.

— ¡Jimin! — gritó el alfa olvidándose de la cortesía al ver al omega doblado por la mitad.

Su instinto de alfa lo hizo sostenerlo entre sus brazos sintiendo al mismo tiempo el calor emanar de aquel cuerpo que parecía estar rindiendo a sus pies. Jimin por otro lado, estaba tan aliviado de tener a Yoongi a su lado, que al igual que el alfa se olvidó de todo y sin pudor alguno se pegó al cuello contrario aspirando ese maravilloso olor a café y vainilla que tanto lo había desquiciado la primera vez. Sin embargo, aunque ambos estaban sintiendo diferentes cosas al mismo tiempo, la voz de la tercera persona dentro del salón los hizo regresar a la realidad.

— ¡Papi! — dijo el pequeño Young Min apartando a su profesor del cuerpo de su padre, acción que hizo reaccionar a Jimin y volver a sus cabales rápidamente.

Sus mejillas se tiñeron de un rojo demasiado intenso y se abrazó al pequeño cuerpo de su hijo para evitar ser visto por el alfa mayor, quien trataba con todas sus fuerzas contener a su lobo interior, el cual gruñía por salir y ser el que ayudara al omega a aliviar su dolor.

— ¿Estás enfermo? Hoy tardaste mucho — cuestionó Young Min preocupado.

— Lo siento ca-riño... — respondió Jimin sintiendo un nuevo retortijón en su vientre bajo — Ven, es mejor que lleguemos a casa y rápido.

Perfect Illusion [Yoonmin/Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora