Eres mío

Capítulo 6

Día de Bom

En el baño

ahí está, una taza servida con lo poco que alcancé a comer en las últimas 15 horas. Mirándolo desde esta incómoda posición, se ve más apetitoso que cuando traté de meterlo en mi boca. No entiendo porque sigo insistiendo en comer..., no, sí que lo entiendo. Por fin he conseguido una falsificación perfecta de un examen de género beta, con una hoja membretada real de uno de los mejores laboratorios. Cuando lo entregue a mi familia, mi vida podrá ser todo lo que siempre soñé: terminaré la preparatoria, buscaré un trabajo y sacaré a mi madre de la casa de la familia. Por fin podremos vivir alejados de la mirada inquisidora de mis abuelos, tíos y primos, por fin podremos ser felices sin persona alguna que nos ate o atormente. No necesito nada más que esta certidumbre. Si puedo vivir para ver la cara sonriente y sin preocupaciones de mamá, no me importa el tener que pagar con una insignificante gastritis. «Ya no llorarás por estar preocupada por mi futuro, lo juro». Tiro de la cadena estando aún sentado en el suelo del baño, me recargo agotado en la puerta y siento como el seguro se bota y ésta se abre de golpe, dejándome caer a la sombra de un tipo que parecía estar esperando a que se desocupara el módulo. Me siento tan mareado que no alcanzo a distinguir quién es. Vuelvo a vomitar, esta vez sobre unos finos zapatos de gamuza negra. «Espero que no me hagan pagarlos», pienso antes de perder el conocimiento. Hay un extraño olor que se apodera de mí y que, en cierta forma, me tranquiliza. Debe ser el presagio del futuro pacifico que me espera. Sigue esperando por mí, sólo dormiré un poco...