16. Besos

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Nazaret:

Me levanté temprano, estuve hablando con mamá y viendo como estaba con mi tía en su paseo, estábamos en 23 de diciembre, mañana era navidad y casi no 1 mes ya pasó desde que estoy acá.

Me despedí de mi mamá, desayuné sola y me quedé con los pies en la pileta.

- Nini, te estaba buscando - habló Manuel atrás mío.
- Ei, como estás? Buen día loco - le respondí girando mi cuerpo a verlo.
- Bien bien, vos? Esos días no te quise molestar porque no te veía bien - me dijo él.
- Me alegro, yo estoy bien, un poco mambeada pero ya fue. - agregué a la conversación mientras me hundía de hombros.
- Bueno mi amor me alegro entonces, nos debemos un par de charlas y ya vas a ver que vamos a tener la oportunidad de hablar, pero ahora me voy a lo de male, vuelvo mañana con ella, vero y Camilo así pasamos navidad juntos porque sus viejos se fueron de vacas juntos. - me contó ahora.
- No sabía que sus viejos se conocían, y bueno no hay drama - le dije levantándome para ir a bañarme.
- Si, ellas se conocen desde hace muchísimo y sus viejos son re amigos y hace unos días ya se fueron, y camilo bueno Camilo viene de onda, ah queda Mateo acá - rió él y se fue.

Pasé por la pieza en la que estaba Mateo, y la puerta estaba abierta, y él acostado aún durmiendo.

Que lindo sos, me limite a pensar y seguí en camino.

Me bañé y en una hora más o menos ya estaba lista. Bajé.

- Al fin bajas ya me aburrí solo acá - dijo Mateo pasando sus manos por mi cintura atrás mío.

Me puse nerviosa, ya me tuvo así antes, pero aun así me ponía nerviosa, como la primera vez.

-Bobo - pose mis manos arriba de las de él.
- Hagamos algo ? - preguntó sin soltarme, y yo no quería que él me suelte.
- Sí nene, lo que quieras - me entregué.
- Apa, entonces vamos a la pieza - dijo el divertido lo cual hizo que sonriera.
- Viste que sos pelotudo Mateo - le respondí riéndome.
- Pero en serio vamos te tengo que dar algo - me soltó.

Subimos hasta su habitación, y me senté en la cama, él fue hasta donde tenía ropa y trajo una pequeña cajita.

Me entregó una cajita roja, larga. La abrí y había una cadenita con un dije de una luna, mi astro favorito.

- Me encanta tarado, gracias gracias gracias te quiero te quiero - le dije sobre saltada, y abrazándolo muy fuerte.
- Me alegra que te guste, y te quiero más boba- me respondió abrazándome aún más fuerte, y juntando más nuestros cuerpos - Sos un amor, te mereces todo- me dijo y después me robó un pico para irse corriendo a la cocina.

¿ Qué fue eso ? Me pregunté a mi misma, esto no queda así.

Bajé yo también corriendo a la cocina y ahí estaba, tomando agua, tan lindo como cada día que pasaba acá.

Tosi un poco para que se de cuenta que estaba ahí.

- Qué fue eso Mateo Palacios ? - le pregunté mirándolo fijamente pero con un tono amable.
- Eh, yo, no, no sé Nini, perdóname, no quise hacerlo - acotó nervioso y mi corazón se rompió en 78291 pedazos.
- Jaja no pasa nada nene - reí apenas y me fui a mi pieza con un nudo en la garganta del que sabía que me iba a costar salir. - te venía a avisar que voy a comer en la pieza porque voy a hacer video llamada con las chicas, y si querías comer pizza porque ya pedí - le dije ahora un poco más con un tono triste.
- Estás bien? - interrogó y yo asentí con la cabeza - y no hay drama, como acá - finalizó la conversación y me fui a mi pieza.

Quería morirme, era obvio que nunca iba a gustarle, yo no soy nadie, yo no era nada, no valía nada tampoco. Era tan estúpida en pensar que alguien como él se iba a fijar en alguien como yo.

Las horas pasaban, las lágrimas seguían, el dolor se quedaba al igual que la puerta cerrada y la música alta para que no me molestara él.

Abrí la ventana y salí al balcón, él estaba en la pileta, lo miraba y no podía entender que me entre tanto cariño para una sola persona y que yo no lo merezca, o que el no sepa aclararse y solo me confunda más a mi. Que loco, y que bronca.

Me hundí en la cama, llorando un ratito más por ser tan poco, pero me dormí, y dejé de sentir.

Mateo:

Iban a ser las siete de la tarde y no vi a Nini más después de lo que pasó, estuvo en su pieza encerrada como de costumbre, pero ahora escuchando música muy alta, como queriendo no ser molestada.

Tuve un día aburrido, me fui a bañar, salí y escuché que hablaba con alguien, sé que está mal, pero escuché la conversación atrás de la puerta.

- Te quiero bobo, eso quería escuchar - dijo ella mientras se reía, esa risa que me atrapaba.
- No ... mañana te veo ... si voy te dije ... Nos vemos bebé - finalizó la llamada.

Seguí el camino, me dolía un poquito el pecho, creo que está con alguien más.

Y si salame, no te va a esperar una vida hasta que te dignes a hacer algo. Pensé para mi solo.

Me puse a terminar unas cosas en la pieza y boludear con el teléfono, me levanté y me fui directo a hablar con Nazaret.

Toqué su puerta, y no me respondió, me preocupé, no sabía que le pasaba, era raro que no me atienda o diga algo.

Abrí la puerta, y me encontré la imagen más tierna de todas.

Estaba abrazada a un peluche, y dormida, sus ojitos cerrados y la boca entre abierta, una de sus piernas se posaba encima de la otra y su carita de perfil.

Me acerqué a ella y le toqué el pelo, soltó el peluche y se aferró a mi cintura por arte de magia. Por inercia sonreí, y le hice mimos en la cabeza, pasó un ratito y ella seguía igual hasta que abrió los ojos y me vio.

- Eu, perdón - dijo y me quiso soltar la cintura pero no la dejé.
- Yo vine a joderte boba - le respondí ahora yo y le toqué la cabecita de nuevo, corriendo un mechón de pelo atrás de su oreja.
- Vení, acostate - esbozó una sonrisa y se corrió de la cama dejándome lugar a mí.

Me acosté y la abracé y ella a mí.

Este es mi lugar favorito, abrazado a tu cintura no me quedan muchas dudas.

Nos dormimos un rato, después nos levantamos jodiendonos y fuimos a cocinar.

- Che Mateo - soltó ella estas palabras haciéndome girar para mirarla.
- Que pasó nena? - le pregunté.



vos ; trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora