vos ; trueno.

9. Sabes ?

Uh Mateo, que mal. Espero que tenga una buena explicación — Dije después de escuchar las razones por las que el estaba mal.
No Nini, no quiero saber más nada de ella — Respondió y una lágrima cayó — Yo vi como estaba con alguien que no era yo ¿Hay explicaciones? — me preguntó.
Ehh, yo creo que no, pero sí vos la querés capaz la terminas perdonando, aunque esté mal. A veces solo intentamos sentirnos mejor y no nos damos nuestro espacio — finalice.
Sí puede ser, pero no es la primera vez, yo la quiero porque me acostumbré, pero ella a mí no, y ahora no quiero que me sigan usando — intentó hacer una sonrisa pero no le salió.

Hablamos un rato más, después nos dormimos.

Nos levantamos a desayunar, o mejor dicho me levanté, no había nadie. Preparé las cosas y le llevé a Mateo a la cama. Lo desperté.

Buen día — dijo él.
Hola nene — respondí.
Nene ? Que lindo — argumentó y mis cachetes ardieron.
Si te molesta no te digo — le respondí.
No me molesta tonta, me genera ternura — me sonrió.

Desayunamos, charlamos un rato.

A la hora de almorzar, estabamos todos sentado en la mesa, y había llegado Malena.

Vamos a la pileta después de comer —  aseguró Manuel.
Siii — respondieron todos menos yo que solo lo miré.

Yo no respondí no me quería meter, no me gusta. No sé nadar y tampoco deseaba estar adentro de la pileta, no es mi onda. Aparte sentía que estorbaba.

Terminamos de comer, los chicos lavaron todo y Male con Vero estaban preparando cervezas en una conservadora para llevar hasta donde se encontraba la pileta, yo ahora me estaba yendo arriba.

Saqué un libro, me acosté y me puse a leer. Una media hora más tarde sonó la puerta, era Malena.

Nini, vas a venir ? — se escuchó en un tono amable.
No Male, no tengo muchas ganas — le respondí de igual manera.
Un ratito no más, acompáñanos, dale dale dale dale — insistió ella.
Bueno, ya voy — dije frustrada.

No quería ir, pero no me gustaba que me estén rogando, igual no me iba a meter.
Me cambié, puse mi bikini aunque no me gustará y por encima un vestido negro.

Salí al patio, ya estaban todos metidos.

Al fin viniste — dijo Mateo.
Así es — le respondí.
Vení, métete — acotó
No, los miro desde la orilla — me acerqué y metí los pies solamente.

Estuvieron jugando y yo los veía, salió Mateo y se sentó a mí lado.

Por qué no te querés meter ? — preguntó y lo miré.

Por primera vez lo ví de otra forma, de una un poco ¿Especial?, ya no era mirar, era observar, prestar atención detenidamente a cada uno de sus rasgos. Sus ojos oscuros, y su pelo mojado que caía por su frente, sus labios un poco anchos y que cuando sonreía sus dientes estaban demasiado alineados formando una de las sonrisas más lindas que había visto.

Eh no - no me gusta, no sé nadar — Le contesté sin apartar mi mirada de su cara, aunque me sentía intimidada por su fija mirada en mí.
Yo te cuido, ¿ Confías en mí ? — soltó rápidamente.
Te agradezco pero en serio no, no quiero molestar la estás pasando bien con ellos. Y sí confío en vos — le respondí segura.

Sin obtener respuestas él se largó a la pileta salpicando demasiada agua sobre mí, lo putee bajito, si se había enojado era un salame. Lo seguí con la mirada, habló con Camilo. Después de un rato Vero y Male se acercaron.

Te estás bronceando ? — preguntó Vero.
No, no — me reí.
Se te van a marcar mucho las tiras si seguís en el sol y no te mojas — soltó la chica de pelo azul llamada Malena.
Uh tenés razón, me voy a la sombra — sonreí y me estaba por levantar.
Vení mejor acá, o sácate el vestido y te quedas ahí así conversamos — me respondió.