Arturia había dejado unos momentos la habitación, en ese lapso Jeanne trataba de digerir toda la situación. Instantes después Arturia había vuelto con una pequeña valija o algo parecido en una mano.
Jeanne se levantó con esfuerzo y se tapó rápidamente nervosa.
— N-No es como si me gustara todo esto... —dijo jadeando.
— Tu respiración no dice lo mismo — respondió Arturia con una leve sonrisa burlona.Jeanne se quedó unos instantes mirándola a los ojos, y tratando de dilucidar qué llevaba en su mano.
— ¿Que llevas ahí?— preguntó Jeanne en tono autoritario.
— Oh nada... Obviamente si no la estás pasando bien te invito a dejar el departamento. — respondió Arturia buscando las llaves con tranquilidad.
— N-No... Eh... — La chica francesa se sonrojó y comenzó a tartamudear sin poder decir una frase.
Arturia caminó hacia ella con las llaves en su mano.
— Es desición tuya y de nadie más, así que escoge una mano, las llaves o el maletín misterioso. — dijo sonriendo levemente.Jeanne tardó unos instantes, y levantó temblorosa su mano la cual sostuvo unos momentos temblando hasta que finalmente posó dicha mano sobre la mano que llevaba el maletín. En ese instante, la chica británica soltó ambas cosas y tomó el rostro de Jeanne rápidamente dándole un apasionado beso, al cual no pudo evitar entregarse completamente. Jeanne comenzó nuevamente a sentir un gran calor en su vientre, y por primera vez comenzó a tocar a Arturia, aunque de forma insegura y temblorosa, llevó sus manos hacia los pequeños pechos de la inglesa, lo cual hizo que su expresión siempre fría cambiara, los ojos de Jeanne se iluminaron.
— Así que también puedes poner una cara así...— dijo la francesa, tocándola cada vez más fuerte.
— No seas tan salvaje maldita perra loca...Jeanne pudo ver cómo la expresión de Arturia se volvía cada vez menos templada, y se fue incorporado y dominando la situación, hasta que Arturia tuvo apoyado su pequeño cuerpo sobre el regazo de Jeanne arrodillada mientras está lamía y mordía sus pezones. Con ansiedad llevó sus dedos hacia la pelvis de Arturia y empezó a tocar levemente su clítoris, mientras más fuerte gemía Arturia más fuerte ansiaba tocarla Jeanne, hasta que la inglesa recayó extasiada luego de acabar sobre su hombro tras llegar al orgasmo.
Luego de recuperar el aliento Arturia respiró profundamente y miro a Jeanne.
— Veo que te estuviste divirtiendo, ahora es mí turno, voy a tener que castigarte por ésta ofensa.
Jeanne sonrió con maldad dispuesta a competir, en ese punto ya tampoco podían volver atrás.
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La reina del hielo y su perro (Finalizada)
FanficJeanne y Arturia nunca se llevaron bien, pero todo cambia cuando se ven obligadas a pasar una noche juntas...