FINAL

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Los personajes no me pertenecen exclusivamente a sus creadores Nagita e Igarashi. Mundo de fantasía y misterio.

FINAL

Candy estaba frente a la entrada del sendero encantado. Su corazón latía de emoción y miedo. No por lo que le pueda pasar durante su trayecto. Emoción por volver a verle a su amado y miedo por que le dolerá su rechazo. Candy estaba dispuesta a suplicar y pedir perdón. Era consciente del odio y dolor de su Ángel. Lo entendía ver morir a su madre y abuela a esa edad era algo terrible e inevitable que quedara marcado de por vida. Asi que suplicar era lo mínimo que podía hacer ella para compensar tantos años de dolor. Candy se imaginaba la vida que pudo haber tenido un pequeño de diez años y vivir en la soledad de ese paraíso. Aunque hermoso no dejaba de estar solo y su vida debió ser triste y quizás al paso del tiempo y verse ya todo un hombre el dolor se fue convirtiendo en odio. Candy era consciente que si no no hubiera escapado, Albert aunque sólo tendría paz. Pero ahora, no sólo odiaba a su padre si no a ella también. Candy respiró hondo, la caminata le había quitado el aire y no quería vencerse por el cansancio, al estar embarazada le costaba el doble de esfuerzo. Pero, no se daría por vencida.

Mientras Niel Legan le observaba escondido en unos matorrales. Le miraba con deseos y odio. A pesar de su avanzado embarazo Candy no había ganado sobrepeso sólo su abultado vientre y sus senos crecidos al doble. Pero, se le veía realmente más hermosa y más mujer. Eso no pasó desapercibido por Niel, que le hizo desearle más y antes de deshacerse de ella y su bastardo. Tomaría de ella lo que le fue negado.

Niel Legan era un ser de malos sentimientos, envidioso, codicioso, lujurioso y hambriento de poder. Él había violado a varias mujeres en la aldea. Ninguna lo había acusado puesto que al ser hijo del líder mayor, no tenían ninguna oportunidad además algunas eran mujeres casadas. Entonces en lugar de apoyarlas, serían repudiadas. El lugar era demasiado machista y misóginos. Sólo George White, trataba a su esposa e hija con respeto. Pero los demás eran demasiado severos con sus mujeres.

-Ahora sí, no te me escaparas Candy. Serás mía y no me importa que estas engendrando a ese demonio-decía Niel en susurros con la mirada inyectada de deseo y maldad.

Candy, se adentró por el camino y Niel no la perdía de vista. Niel jamás había creído que el lugar estuviese maldito. Así que sin miedo fue tras ella. Candy iba demasiado concentrada y con su mente ocupada, sus pensamientos estaban saturados por cierto rubio hermoso. Candy no podía evitar fantasear con su reencuentro. Así que ni enterada que ese bandido iba tras ella.

Mientras Albert se sentía sumamente ansioso jamás le había parecido tan eterno la llegada del alba. Su corazón le alertaba de algo, sabía que algo malo podía pasar el sentía eso. Al tener pesadillas y en ellas Candy se veía severamente afectada. Eso lo tenía inquieto. No se perdonaría que algo malo le pudiera suceder, tarde se había arrepentido de haberle dejado marchar. Candy no era culpable de lo que su padre había hecho, Candy ya había sufrido demasiado con esa maldición. Albert de vez en vez podía tener contacto con las almas que bajaban a deambular y durante este tiempo sus madres lo habían visitado y hablado con él cuando su estado de ánimo se veía desmejorado. No siempre podía contactarles sólo cuando el estuviera sumido en la desesperanza o en peligro real.

Cuando era pequeño le dieron las fiebres y parecía que iba a perecer pero no fue así. Su madre descendió del más allá para cuidarle en su momento pensó que era sólo un sueño o producto de las misma fiebres. Pero no fue así su madre pudo hablar con él cuando ya estaba mejor.

Retrospectiva

Albert, al estar solo en la inmensidad de ese lugar y triste por al muerte de sus madres cayó en depresión y un buen día en el bosque lloró desolado hasta que quedó dormido. Pasó la noche en intemperie y al amanecer había pescado un resfriado descomunal era tan fuerte que se convirtió en pulmonía. Albert tenía 14 años y desvariaba y ardía en fiebre. Al estar solo se pensó que pronto moriría pero no fue asi. Su madre Pauna atravesó el umbral terrenal y ayudó a su hijo. Todavía no era el momento para morir. Asi que ella le cuido y curó.

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